En entrevista con la primera edición de Radioanálisis, la investigadora del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile y subdirectora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR) 2, Pilar Moraga, se refirió a los desafíos que tiene el país en medio de la crisis del cambio climático, a propósito de la realización de la COP27, que partió esta semana en la ciudad de Sharm-el-Sheikh, en Egipto.
En esa línea, detalló que previo a la participación de Chile en la conferencia “la secretaría de la COP solicitó un informe para evaluar en qué situación nos encontrábamos y ahí como se puede analizar hay una parte positiva, que es que gran parte de los países que son parte del Acuerdo de París han logrado tomar compromisos hacia la carbono neutralidad y avanzar en la reducción de gases invernadero”.
Sin embargo, la investigadora aclaró que “una pequeña parte aún no avanza en esa mayor transmisión y, sumando todos estos esfuerzos, estamos con una proyección de un aumento de la temperatura global del planeta de al menos 2,5° C. Ese es un punto de realidad con el cual comienza esta cumbre”.
Por lo mismo, también relevó el rol de la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, como co-facilitadora de las negociaciones en la mesa de “Pérdidas y Daños” en el marco de la instancia, la cual busca alcanzar acuerdos significativos para enfrentar las consecuencias del cambio climático en los países más golpeados por este fenómeno.
En ese sentido, consideró que “hay una situación de realidad que es necesario asumir y que justamente este tema de negociación lo deja claro, es decir, las negociaciones de cambio climático empezaron en los años ’90 cuando todavía había una expectativa de reducir los gases de efecto invernadero y de limitar la temperatura global del planeta.
“Hoy nos encontramos en una situación muy distinta, en que justamente los impactos del cambio climático están ocurriendo, las pérdidas y daños también y las negociaciones van a mirar hacia quién asume la responsabilidad de esas pérdidas y daños y si es que los países desarrollados van a comprometerse a un financiamiento concreto con los países más pobres en esta materia”, apuntó.
En es ese contexto que detalló que la secretaría de Estado “tiene este rol de facilitación, que es muy importante en las negociaciones y muy importante para Chile también que pueda liderar esta discusión, pero en este contexto de realidad porque nosotros justamente somos parte de esa vulnerabilidad que estamos describiendo”.
Sobre los mecanismos que se están evaluando para aquello, Moraga apuntó a los compromisos adquiridos a través de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por su sigla en inglés) y que los países presentan ante la secretaría general de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático cada cinco años, como parte de una obligación que estableció el Acuerdo de París.
En esa línea, la subdirectora del (CR) 2 explicó que “en esos compromisos nacionales se determinan las metas nacionales, pero luego de ello es necesario que cada estado pueda definir medidas y acciones concretas para poder alcanzar esas metas, que es lo que, por ejemplo, Chile está haciendo con la definición de su estrategia climática a largo plazo y también con los planes de acción de cambio climático en materia de mitigación y adaptación”.
De este modo, planteó que a su juicio “la única forma de alcanzar el objetivo es reducir los gases de efecto invernadero ahora ya, con políticas públicas, regulación y un compromiso de todos los individuos, las comunidades y estados, más allá de los mecanismos de mercado u otros que puedan facilitar esas acciones”.
“Es necesario que nosotros miremos al futuro en este contexto y que definamos nuestros modos de vida, políticas públicas y todo lo necesario, considerando que el cambio climático es una condición de borde de nuestras vidas”, aseveró.