El director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile, Rodrigo Bustos, junto con expresar su pesar por el asesinato de la carabinera Rita Olivares, precisó que el general director de la institución, Ricardo Yáñez, no puede seguir eludiendo su declaración ante la fiscal Ximena Chong, quien investiga la presunta omisión de apremios ilegítimos ocurridos en el contexto del estallido social de 2019.
Yáñez deberá declarar este lunes ante la fiscal Chong en calidad de imputado mientras fue director de Orden y Seguridad en el período, pero que a la fecha se ha negado a declarar en seis oportunidades.
Bustos afirmó que existen más de 11 mil denuncias de violaciones a los derechos humanos en el período en que Yáñez estaba al frente de las fuerzas de policiales y, por tanto, “tenía atribuciones en el control y planificación de los diversos operativos de control de orden público que se realizaban en Plaza Italia y en las distintas plazas a lo largo de Chile y lamentamos que siendo jefe de la policía se haya demorado tanto en colaborar con la investigación”.
Afirmó que cuando una persona es imputada por un delito, tiene el derecho constitucional de guardar silencio, pero es una “mala señalar que haya rehuido una y otra vez las situaciones que se han realizado desde el mes de agosto por los motivos más variados”. Por lo mismo, espera que en esta oportunidad preste colaboración en la investigación, “ojalá entregue información y si no lo quiere hacer, guarde silencio, pero no dificulte”.
Agregó que a propósito de lo ocurrido con la funcionaria Olivares y ante la exigencia de la derecha de mayores atribuciones, Carabineros tienen normas que los protegen cuando son víctimas de delitos en su contra, incluso “las penas son más altas respecto que si otra persona se comete cualquier crimen”.
Bustos indicó que, por ello, “el foco está mal puesto” porque esto no se soluciona aumentando las penas o con “exenciones de responsabilidad para que carabineros pueda actuar de cualquier manera y no estar sujeto a control alguno de la fiscalía. Aquí tiene que ver más con cuestiones de gestión, con modificaciones de la normativa interna, con una formación que es aún muy insuficiente. Hay muchos carabineros que salen a la calle después de un año, año y medio de formación, y con una preparación que no es la que debieran tener y con equipamientos que, si bien han mejorado, todavía pueden mejorar mucho para que puedan enfrentar los desafíos que implican lidiar con el crimen organizado”.
En ese sentido, indicó que “es necesario una reforma profunda a Carabineros que sigue pendiente, más que empezar a plantear la necesidad de leyes muy propias del populismo penal, pero que no son eficaces contra la delincuencia”.
Bustos reconoció que, en el marco de este debate, existe una falsa dicotomía en relación a que la policía no puede ejercer su función y al mismo tiempo respetar los derechos humanos.
“Es una falsa dicotomía que se suele plantear lamentablemente y que nos desenfoca del problema real. Los DD.HH. no pueden entenderse como algo que genera trabas a la función policial porque la verdad, por ejemplo lo que ocurrió ayer con el triste homicidio (…) no tiene que ver con protocolos relacionados con DDHH, probablemente tiene que ver con falta de preparación de equipamiento u otras cuestiones de ese tipo, entonces, la verdad es que es un discurso muy común, fácil de plantear por parte de autoridades políticas pero que está muy alejado del trato que tiene que ver frente a la delincuencia”, afirmó.
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