Este martes, la presidenta del Banco Central, Rossana Costa, acudió a la Comisión de Hacienda del Senado, para dar a conocer los principales resultados del Informe de Política Monetaria (IPoM).
De acuerdo a las proyecciones del Banco Central, la inflación, medida a través del IPC, se ubicará en el 4,2% hacia diciembre, menor a la anterior predicción de 4,6.
En tanto, el Producto Interno Bruto (PIB) correspondiente a este año se ubicará entre el -0,25 y 0,25, y en el 2024, incluso podría llegar al 2,25%.
Considerando estos y otros datos, el Banco Central decidió mantener la tasa de interés en un 11,25%, sin embargo, Rossana Costa adelantó que en los próximos meses podría haber una disminución.
“Que la tasa de política monetaria se haya mantenido contractiva por varios trimestres, ha contribuido de forma relevante a la baja de la inflación (…) y de mantenerse estas tendencias, la tasa de política monetaria iniciará un proceso de reducción en el corto plazo”, dijo.
“La magnitud y la temporalidad de este proceso es algo que iremos viendo reunión a reunión, tomando en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación”, agregó.
Consultado respecto a esta decisión del Banco Central, el exdecano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, Manuel Agosin, explicó, primero que todo, cuáles son los efectos de una tasa de interés elevada como la que tenemos ahora.
“Lo que pasa es que todos los créditos de consumo están muy caros y por otra parte y quizás más importante, la tasa de interés del Banco Central, afecta a todas las tasas de interés en el mercado. Entonces, por ejemplo, si una empresa constructora quiere pedir crédito para capital de trabajo, va a tener que pagar una tasa bastante mayor que el 11,25, que es la menor de todas las tasas y que corresponde al Banco Central”, expuso.
“Entonces, las tasas pueden ser del 15% o 20% y se vuelven extraordinariamente onerosas ya sea para las personas, los hogares, o las empresas que necesitan créditos. La baja va a aliviar eso. A la primera no tanto, porque probablemente va a ser un punto porcentual, pero más adelante van a venir otras bajas que van a dejar a la tasa rectora más cercana a un 5%”.
Esto último, según Agosin “ayudaría a reactivar la economía, especialmente para los sectores más dependientes del crédito”.
En cuanto a su posición personal frente al mantenimiento de la tasa de interés, el exdecano de la FEN, aseguró que se trata de una medida adecuada, ya que aún deberíamos ser cautos con el problema de la inflación.
“Si yo estuviera en el Consejo del Banco Central tendría que pensarlo harto antes de decir: vamos a bajar las tasas. La inflación es lo peor que le puede pasar a los hogares de bajos ingresos, que ven que todos los alimentos suben y que su sueldo no sube, y que son más castigados que los sectores de altos ingresos”, argumentó.
En contraste, el economista y director de la Fundación Casa Común, Eugenio Rivera, afirmó que la determinación del Banco Central es una mala noticia. A su juicio, la inflación en nuestro país estaba lo suficientemente controlada, como para haber bajado la tasa de interés este mismo mes.
“Por lo menos desde abril, había claras señales de que la inflación estaba cediendo. En mayo, la inflación cayó a 8,7% y sobre todo, en la perspectiva que le interesa al Banco Central, a los dos años la inflación convergía al 3%, que es el objetivo permanente de esa entidad”.
“Quizás lo único que planteaba ciertas dudas era la inflación sin volátiles, que se mantenía a niveles altos, pero eso tiene mucho que ver con los sistemas de indexación de la economía y en ese sentido, me parecía a mí, y era una opinión bastante amplia, que la inflación estaba cediendo y se hacía posible reducir la tasa de interés”, indicó
En todo caso, Rivera señaló que el hecho de que se mantuviera la tasa de interés, con una votación dividida del Consejo del Banco Central, fue un buen presagio.
“Parte del consejo del Banco Central empezó a atender las opiniones de que era necesario empezar a bajar la tasa. En ese sentido, yo diría que es una señal fuerte de que el próximo mes habrá una baja significativa de la tasa de política monetaria”.