Este jueves 29 de junio se cumplirán 50 años del crimen del camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, asesinado por un grupo de soldados en las esquinas de Morandé con Agustinas, frente al edificio del Banco Central, cuando la mañana de ese día se alzaron al mando del coronel Roberto Souper en lo que luego se denominó como el “Tanquetazo”.
Considerado el ensayo general de lo que meses después sería el golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular que encabezaba el presidente Salvador Allende, esa jornada la imagen de Henrichsen quedó marcada para el mundo de las comunicaciones al haber retratado además del alzamiento a quienes lo atacaron mortalmente.
La imagen del suboficial a cargo del pelotón, los gritos que emite hacia la soldadesca ordenando que le tiren, la gente corriendo que sale del plano, el cielo gris de esa mañana de junio y luego a negro. Todo fue grabado en detalle por el corresponsal que oficiaba como enviado de la televisión sueca.
Leonardo Henrichsen realizaba su trabajo desde hacía meses en Chile junto al jefe de la corresponsalía de la Sveriges Television, el reconocido periodista sueco Jan Sandqvist y Sigrid Gunilla Malin, asistente.
El propio Sandqvist relata que al doblar la esquina de Bandera con Agustinas ve la estampida y la alarma porque un camarógrafo había sido herido por los disparos de los soldados. Luego lo subieron a una renoleta, típico vehículo de los años ’70, y fue llevado a la Posta Central donde finalmente murió producto de la herida.
Pero, ¿quién es el soldado que con pistola en mano le dispara y al no acertar ordena a su tropa a ultimar al camarógrafo que dejaría este testimonio para la historia del periodismo latinoamericano?
La investigación del grupo documentalista Adoquín Video Digital logra dar con el sujeto más de tres décadas después, su domicilio en un barrio de la comuna de Conchalí y luego su rostro. Su nombre: Héctor Hernán Bustamante Gómez, cabo segundo del Ejército.
La trama está retratada en el documental “Aunque me cueste la vida” de los directores Silvia Maturana y Pablo Espejo. La pieza recibió distintos reconocimientos desde su estreno a sala llena en el Centro Cultural Palacio de La Moneda en 2008, entre ellos el primer premio en Cine y Memoria del Festival de Cine Otro de Valparaíso, 2009.
Emitido en el canal ARTV de Chile durante varios meses y en la Televisión Pública de Argentina, “Aunque me cueste la vida” fue calificada por el Ministerio de Cultura trasandino como un trabajo significativo para la construcción de la memoria y la educación de las nuevas generaciones.
Por su relevante valor es que Radio y Diario Universidad de Chile acordó poner a disposición del público de manera gratuita el documental en su Diario Electrónico a partir de este jueves 29 de junio como un homenaje a Leonardo Henrichsen a 50 años de su muerte y en el marco de las actividades conmemorativas de este medio siglo del golpe de Estado que enlutó a todo el país.
Silvia Maturana: “Nos hizo ver lo que acontecería en nuestro continente”
La última imagen de Leonardo Henrichsen fue uno de los elementos incluidos en La Batalla de Chile de Patricio Guzmán luego que la cinta fuera recuperada debajo de una tapa donde fue lanzada por los militares que lo ultimaron.
El rostro del cabo Bustamante volvía una y otra vez cuando se quería retratar la cara del fascismo uniformado que asoló a todo el continente en la década de los ’70.
Así lo conocieron Silvia Maturana y Pablo Espejo, los directores de Aunque me cueste la vida, quienes en 2002 recibieron de obsequio del escritor Modesto Emilio Guerrero su libro Reportaje con la muerte donde cuenta la historia de Henrichsen.
Silvia Maturana explica que “habíamos visto esa imagen impactante, ese fragmento impactante, por un canal de televisión. Después de leer el libro de Modesto Guerrero, decidimos hacer Aunque me cueste la vida que era una manera de recordar a Leonardo, ese acto suyo de querer mostrar la realidad hasta las últimas consecuencias”.
La realizadora destaca que “la última película de Leonardo Henrichsen recorrió el mundo. Lamentablemente nos hizo ver lo que acontecería en nuestro continente con los golpes de Estado genocidas tanto en Chile como Argentina”.
A eso agrega que “nos llena de satisfacción que Aunque me cueste la vida, que se terminó en 2008, siga un recorrido propio y que llegue fundamentalmente a las nuevas generaciones”.
Maturana sostuvo que “agradecemos muchísimo a Radio y Diario Universidad de Chile que la ofrezcan en su plataforma de forma gratuita”.
Vea el trailer del documental aquí: