"La policía francesa es clasista, violenta y racista": Expertos abordan las causas de las movilizaciones en Francia

El analista internacional Gilberto Aranda dijo que las protestas del país europeo evidencian que "un Estado Social y Democrático de Derecho no resuelve todos los problemas de convivencia cuando tenemos sociedades multiculturales".

El analista internacional Gilberto Aranda dijo que las protestas del país europeo evidencian que "un Estado Social y Democrático de Derecho no resuelve todos los problemas de convivencia cuando tenemos sociedades multiculturales".

Nahel, un joven de 17 años, estaba al volante de un automóvil deportivo de alquiler cuando dos policías lo señalaron para un control de tráfico. En lugar de obedecer, el joven aceleró en un intento de fuga, uno de los agentes le disparó y acabó con su vida. El hecho desató una ola de indignación y disturbios que se han extendido desde Nanterre, lugar en donde ocurrieron los hechos, hasta el corazón de París.

Radio y Diario Universidad de Chile conversó con tres conocedores de la realidad francesa para explorar el trasfondo de las movilizaciones. El director de Le Monde Diplomatique Chile, periodista chileno residente en Francia, Víctor Hugo de la Fuente, afirmó que la policía francesa ha actuado muy duramente contra jóvenes que no representan un peligro.

“La muerte de este muchacho de 17 años fue claramente un asesinato (…). Hay un indignación entre los jóvenes de las afueras y el Gobierno parece cada vez más lejano, más altanero, más diferenciado del pueblo y eso hace que la revuelta sea más fuerte”, expuso de la Fuente.

Hasta la fecha, las movilizaciones han incendiado más de 40 vehículos, se han levantado barricadas en varios barrios de casi todo el país y se han registrado altercados en edificios institucionales. Las fuerzas de seguridad han detenido al menos a 600 personas y se espera que este número aumente en los próximos días.

Margarita Iglesias, académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, ciudadana chilena-francesa luego de haber vivido 15 años exiliada en Francia, explicó que la rebelión que se ha generado contra “la prepotencia de la policía” tiene antecedentes no muy lejanos, puesto que en el año 2005 las autoridades asesinaron a dos jóvenes muy cerca de París.

Iglesias señaló que en ese caso “se demostró que la policía francesa es clasista, es violenta, es racista y sobretodo con los jóvenes de los suburbios”.

En ese sentido, el analista internacional y académico del Instituto de Estudios Internacionales, Gilberto Aranda, detalló que la diferencia entre las manifestaciones del 2005 y las del 2023, es que las protestas de hace casi 20 años atrás tuvieron como consigna “Francia me trata mal”. Mientras, las actuales han usado el lema “No soy parte de este país, no me siento francés”, dado que las movilizaciones han sido protagonizadas principalmente por personas de poblaciones que en su mayoría albergan a hijos y descendientes de migrantes, quienes “viven en torno a las ciudades desarrolladas del Hemisferio Norte sin disfrutar del esplendor del desarrollo”, según comentó el académico.

Nahel no fue un caso aislado

En el 2007 Francia emitió una nueva Ley de Seguridad en respuesta a una oleada de ataques terroristas. Esta ley amplió las circunstancias bajo las cuales las fuerzas del orden pueden usar sus armas, lo que, según los investigadores, ha quintuplicado los disparos mortales de la policía contra vehículos en movimiento.

El policía que provocó la muerte de Nahel fue detenido tras los hechos, lo cual provocó que el sindicato de la institución emitiera un comunicado que expresó la molestia de sus funcionarios, quienes aseguran que ellos simplemente “están cumpliendo su trabajo” frente a jóvenes que son “violentos y mal educados”, mismo discurso que sostuvo el expresidente de la nación Nicolas Sarkozy en el 2005.

En Francia, 5,2 millones de personas viven en barrios desfavorecidos, esto equivale a un 8% de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (Insee) de 2023. Además, un joven percibido como árabe o como una persona negra tiene una probabilidad 20 veces más alta de ser sometido a un control por la policía, de acuerdo a un informe de 2017 del Defensor de los Derechos.

Margarita Iglesias indicó que los jóvenes con tales características pertenecen a “los suburbios más pobres, hijos de migrantes de primera y segunda generación de distintos continentes que están hacinados en poblaciones donde tienen muy pocas posibilidades de buena educación, buenos trabajos y donde sobretodo tienen dificultades de incorporarse a la sociedad francesa porque son rechazados“.

“Hay un racismo y un clasismo en la sociedad francesa que hace que estos jóvenes, aunque son franceses, no estén incorporados en ella”, dijo.

De esa manera, Gilberto Aranda, afirmó que el actual contexto evidencia que “un Estado Social y Democrático de Derecho tampoco resuelve todos los problemas de convivencia cuando tenemos sociedades multiculturales, porque se trata de lugares desarrollados que aun cuando tienen salud y educación gratuita no entregan igualdad de oportunidades”.

“Tenemos una República francesa que se ha construido en torno a la igualdad, la libertad y fraternidad, donde la libertad y la igualdad han sido los temas dominantes, pero a partir de los años 60 cuando gradualmente empieza la llegada masiva de poblaciones africanas y medio-orientales se comienzan a complejizar las relaciones sociales”, dijo.

El analista internacional planteó que compatibilizar a esa sociedad que se volvió progresivamente más diversa, y que por lo mismo responde a diferentes códigos culturales, no ha sido fácil. Así, comentó que está de acuerdo con los diversos autores y expertos que han argumentado que “la fraternidad ha sido el lema más olvidado de la sociedad francesa, casi desde sus orígenes”.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X