Ha llegado el momento de entregar al pueblo trabajador y la ciudadanía la libre elección de qué hacer con sus contribuciones a la seguridad social.
Junto a otras personas que comparten esta convicción, con quienes se invitará próximamente a la ciudadanía a sumarse a esta iniciativa, los que suscriben demandan a las autoridades pertinentes:
Autorizar a todas las personas afiliadas al sistema AFP a cambiarse voluntariamente al Instituto de Previsión Social, IPS, trasladando sus cotizaciones pasadas y futuras, y a retirar el saldo remanente de sus ahorros previsionales a razón de 10 millones de pesos anuales por persona.
Los beneficios de tal medida (ver nota) para las personas jubiladas, el pueblo trabajador y la ciudadanía toda, el balance fiscal, la economía del país y la legitimidad del sistema democrático, son definitivos.
Las pensiones actuales suben al doble al ser recalculadas por el IPS, de menos de 300 mil a más de 600 mil pesos al mes, en promedio. Ello equivale a elevar la tasa de reemplazo, desde poco más de un cuarto de los salarios imponibles en la actualidad a más de la mitad de los mismos. Las pensiones de mujeres y EE.PP., las más perjudicadas por el sistema actual, suben a más del doble. El nuevo nivel de pensiones así definido se corresponde con los estándares de la Organización Internacional del Trabajo, OIT.
Las recuperadas cotizaciones futuras, sin subir su tasa actual, restablecen los ingresos fiscales a un nivel adecuado al desarrollo del país y corrigen el sesgo regresivo del sistema tributario actual, dejando un superávit fiscal corriente tras duplicar pensiones, superior al que aspira el así llamado “pacto fiscal”.
Las recuperadas cotizaciones pasadas, reponen al fisco los subsidios que aportó al sistema AFP en cuatro décadas, y elimina su deuda contraída con éste para financiarlos, reduciendo el endeudamiento total del Estado en dos tercios con el consiguiente mejoramiento de la calificación de riesgo del país.
Beneficios similares se verificaron en todos los países que decidieron desprivatizar sus sistemas de pensiones en años recientes. La OIT lo recomienda y así lo han hecho los que acabaron con estos sistemas, que son casi todos los que habían privatizado parcialmente sus pensiones en décadas recientes.
También en Chile, miles de personas afiliadas a las AFP lograron regresar al IPS mientras se les permitió hacerlo, lo que hoy resulta imposible tras sucesivas trabas administrativas, las que demandamos asimismo levantar.
La autorización a retirar en un plazo prudencial el saldo remanente de los ahorros previsionales, después de trasladar al IPS las cotizaciones pasadas, significa restituir a las cerca de 13 millones de personas afiliadas al sistema, aproximadamente dos tercios del fondo AFP y las reservas técnicas de rentas vitalicias, dineros que nunca han sido utilizados para pagar pensiones sino para financiar empresas.
La suma así restituida equivale a una vez y media la masa de remuneraciones de un año completo. Es una medida redistributiva contundente que repara adecuadamente el abuso infligido al pueblo trabajador durante cuatro décadas y, ayudará a restablecer la legitimidad del sistema democrático y la sana convivencia nacional, hoy seriamente comprometidas.
Luis Mesina, Vocero No+AFP
Daniel Jadue, Alcalde, Ilustre Municipalidad de Recoleta
Manuel Riesco, Vicepresidente CENDA