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Año XVI, 1 de julio de 2024


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El canto de cada fin de año: única solución volver a la selección

Columna de opinión por Diputados/as Francisca Bello, Andrés Giordano, Emilia Schneider, Camila Rojas y Ericka Ñanco
Sábado 6 de enero 2024 15:47 hrs.


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“¿Sabes dónde va a estar tu amigo en 5 años más? Entrando a la universidad. ¿Y tú? Vas a estar limpiando baños. En 10 años más tu amigo va a estar trabajando en la empresa del papito ¿y tú? Vas a seguir limpiando baños. Y en 15 años más tu amigo va a ser dueño de la empresa del papito ¿y tú? Adivina. Vas a seguir limpiando baños. Tu amigo para ese tiempo ni siquiera se va a acordar de tu nombre”. Este extracto es un diálogo de la película chilena “Machuca”, ambientada en 1973, pero sigue reflejando una realidad muy presente en nuestro país. La desigualdad en la educación y sus consecuencias para la vida no son problemas nuevos en la sociedad chilena, se arrastran hace décadas.

Para enfrentarlo, necesitamos un debate serio y sin pequeñeces. Por eso cada año vemos con indignación cómo algunos sectores se cuelgan de los resultados de las pruebas de admisión a la educación superior (actualmente la PAES) para instalar un punto político, profundizando la estigmatización de la educación pública, distorsionando los datos con comparaciones odiosas y persistiendo en la idea de la selección en los colegios. Pareciera que no tienen una propuesta para mejorar la educación chilena distinta de separar a los que rinden mejor de todos los demás. Efectivamente hay menos concentración de puntajes nacionales en los conocidos liceos emblemáticos, pero también es cierto que su composición social cambió -por ejemplo, en el Instituto Nacional donde en 2011 teníamos un 37,5% de estudiantes vulnerables, para el proceso 2023 esa cifra alcanzaba el 63,8%- y, también, que entre liceos públicos se han distribuido más los talentos antes concentrados. Ignorar estos datos o utilizar solo la parte que conviene a cada sector es deshonesto con un debate que requiere lo mejor de nosotros.

Aspiramos a un sistema educativo que apunte al desarrollo y la justicia social, que ofrezca oportunidades y apunte al encuentro de distintos sectores de la sociedad, o sea, que no se base en la segregación como mecanismo de éxito porque eso no es calidad, es una mera ilusión para los rankings. En el mundo dicho desafío lo lleva a cabo la educación pública, pero en Chile eso lo echó a perder la dictadura y su municipalización. Hace algunos años, en el segundo gobierno de la expresidenta Bachelet, la Ley de Inclusión intentó hacerse cargo de este problema -luego de masivas movilizaciones que pusieron el tema en la palestra- terminando con el abuso de que los colegios -que reciben financiamiento público- sean quienes elijan a las familias y estudiantes. Pese a la importancia de este paso, el problema de fondo de la educación chilena sigue ahí, al desnudo: ya no te pueden excluir por la composición de tu familia, tu menor rendimiento académico, tus creencias, u otros, pero eso es solo terminar con las barreras de entrada puesto que la desigualdad persiste.

Entonces, es claro que no han sido suficientes los cambios, es necesario avanzar, pero no retrocedamos en los acuerdos sociales y políticos ya alcanzados: la selección no asegura una mejor educación, solo profundiza la segregación y la falta de oportunidades para quienes menos tienen.

Cambiemos el énfasis de la conversación. Urge debatir y trabajar con mirada de futuro, por un sistema de financiamiento que fortalezca la educación pública, por una mejor estructura institucional para el sistema y una estrategia que le dé sentido a los proyectos educativos para responder a los desafíos actuales a los que se enfrentan las comunidades y sus estudiantes. Una educación que sirva para el presente y el futuro de Chile y su gente. Salgamos de la pequeñez, la ciudadanía espera seriedad y resultados concretos.

Columna escrita por Diputadas/os de la Bancada del Frente Amplio egresadas/os de colegios de diversa dependencia.

Francisca Bello Campos
Andrés Giordano Salazar
Emilia Schneider Videla
Camila Rojas Valderrama
Ericka Ñanco Vásquez

Imagen de portada: Oficina Regional de Educación. Sibaya (comuna de Huara).

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.