Constantino Coronel, de 92 años, fue uno de los torturados por el comisario Eusebio Torres durante la dictadura más larga de América, la que impuso el general Alfredo Stroessner en Paraguay entre 1954 y 1989.
Este viernes pudo al fin declarar ante un tribunal, igual que Guillermina Kanonikoff, Antonio Pecci y otros que sufrieron detenciones, torturas y crímenes de lesa humanidad, es decir, que no prescriben.
“Esperamos que este torturador, gran torturador Eusebio Torres… Él me torturó a mí, estando en el Departamento de Investigaciones, en marzo del 77, teniendo a mi hijo de ocho meses de edad”, expresó Guillermina.
A diferencia de Argentina, muy pocos responsables policiales de la dictadura paraguaya han sido juzgados hasta ahora. Por eso la importancia de este caso, que podría sentar un precedente ejemplar e inspirador.
“La mayoría de ellos ha evadido todos los juicios y trancado a través de chicanas, de manera que estamos acá como ciudadanía, como ex presos y ex presas de esa época ominosa que sufrió nuestro país”, dijo Antonio Pecci tras declarar ante el tribunal y ante la mirada de Torres que asistió al juicio de forma telemática.