Jesús Casimiro nació en 1968 en el pueblo Luracatao, en la provincia de Salta, Argentina. Él se declaró un “autodidacta” y aseguró que en ese aprendizaje la aplicación de técnicas ancestrales ha marcado su trayectoria.
En conversación con Radio Universidad de Chile, adelantó que en los próximos meses publicará un nuevo libro y su próxima exposición no se basará en los problemas ambientales: “Ahora me atrapa la filosofía andina”, reconoce desde el país trasandino.
Su obras son destacadas por la originalidad del diseño, el dominio del color y el uso de diferentes texturas. El alcance de su creación artística y el valor por la enseñanza explican que sus tapices recorran el mundo.
En Argentina, expuso en el Museo de Bellas Artes de la Provincia de Salta (1991, 1993, 2000 y 2001), Encuentro Nacional de Artistas Textiles en Salta (2000), Museo de Motivos Argentinos José Hernández en Buenos Aires (2001), entre otros. Y en el exterior, en el Salón Argentino en París (Francia, 2004), Centro Comercial de Auchan en Lille (Francia, 2004) y la Muestra Colectiva de Artistas Textiles Latinoamericanos en el Museo de Etnografía de La Paz (Bolivia, 2004).
Jesus Casimiro ha publicado tres libros que tratan del tejido en telar: Tramarte (independiente), Tapiz del norte argentino y El arte del telar horizontal (Maizal Ediciones).
¿Cuáles son los conceptos que han servido de inspiración?
Soy de un lugar árido y de una zona donde se pueden ver diversos tipos de animales entonces desde un principio busqué reflejar las costumbres del lugar(siembra o la cosecha). Pero poco a poco fui pasando por distintos estilos.
Al pasar el tiempo, fui adquiriendo técnica y el concepto de lo plástico porque no vengo de una escuela. Soy totalmente autodidacta.A mediados de 2000 empecé con el tema ambiental. Ahí trabajaba con tres conceptos : materiales contaminantes, el efecto de estos objetos y las razones de su presencia. La temática era el desequilibrio donde se mostraba el impacto como las inundaciones, la sequía o el efecto invernadero.Después hay obras trabajadas con combustible, pilas, gomas y plástico. Se hizo una Bienal en Salta (provincia al norte de la capital federal) y ahí se trabajó con artistas textiles de toda Argentina. Cada uno tomó un tema y yo vi lo que estaba pasando con la deforestación, saqueo de los minerales, consecuencias que se ven en el medioambiente, entre otros.
¿Cómo recibe el público este trabajo que relaciona lo artístico y contingente?
La línea que define a una persona como un artesano o artista es muy fina. Por ejemplo, había mucho debate en esa Bienal (Salta). Los artesanos daban talleres porque manejaban la técnica milenaria que es muy minuciosa. Ellos, al ver estos elementos de basura en las obras, no podían entender la unión. Y en tono de broma decían: ¡tengan cuidado que esta obra se puede llevar un premio! Al final, esa obra logró efectivamente el segundo premio.
¿Cuáles son los desafíos de este arte?
Estamos tratando de desarrollar este arte en Argentina. Para llegar a esos ámbitos en el extranjero fue una lucha porque todavía el arte textil está considerado como un arte menor. Por eso la publicación de los libros también busca traspasar a otro nivel este trabajo para presentar estas obras, por ejemplo, como una pintura o escultura. Para seguir avanzando en ello, tienes que estar en la tendencia del arte que va cambiando año a año. Con los textiles se pueden realizar distintas instalaciones y al ser un material dócil se puede hacer. Últimamente estoy trabajando mucho dentro de la cultura y filosofía andina porque me atrapa , dejé la parte ambiental. En cada trabajo llego a una técnica donde hago un homenaje a mi comunidad (Luracatao). Han resultado muchas obras con lo andino porque son los siete colores del whipala (bandera de los pueblos originarios).Los proyectos cambian. Ahora estoy tratando de llegar a las costuras y prendas, pero todo conceptual y basado en alta costura. Se está trabajando para una exposición entre marzo y abril de 2016.
“Mirar hacia dentro”
¿Hay un nuevo proyecto en versión escrita?
El texto del cuarto libro está listo, falta el rompecabezas de armar diseños e imágenes que lleva más tiempo. Da cuenta de la técnica pero como un resumen de los tres anteriores. Integra mucho la cuestión concreta de la gente como trabaja y piensa en la zona andina.
¿Cuál es la importancia de publicar estos textos?
Cuando empecé a dar clases en Salta, los alumnos no encontraban bibliografia. Pensé que sería bueno escribir al dar vida a un proyecto considerando el Valle de los Calchaquíes. Ahí la educación es oral y las técnicas ancestrales se pierden porque no hay títulos, no se puede estudiar en el nivel primario ni secundario. Tramarte es mas técnico, el segundo libro tiene más historia y el tercero es conceptual. El cuarto sale éste o el año que viene y ahí encontrarás el tema de la interpretación, de la expresión y los estilos. Los libros tienen dos terminologías: una académica y otra es del lugar. Al no tener academia, los nombres de la gente responden a lo que ven o piensan y eso igual se plasma en el libro.Esta técnica está hecha en telares, no en bastidores. El tapiz o faz de trama esta hecho en bastidores, acá cambia la forma y es más compleja.
¿Se necesita más difusión?
Ahora hay un movimiento importante por lo comercial y turístico, pero también se observa una vuelta atrás. Luego del impacto de 2001 (crisis política y financiera en Argentina) nos hizo mirar hacia dentro y la gente volvió a hacer prendas como una salida económica. Eso se veía en zonas del interior, pero también en los centros urbanos. Ahí renace todo el potencial que se tiene en estas técnicas.