Colombia identifica cuerpos de periodistas ecuatorianos asesinados

El Instituto de Medicina Legal de Colombia identificó plenamente este lunes los cuerpos de los tres ecuatorianos que conformaban un equipo de prensa del diario El Comercio de Quito y que fueron asesinados en cautiverio por rebeldes disidentes de las FARC en la frontera.
  • RFI
  • 26-06-2018

El Instituto de Medicina Legal de Colombia identificó plenamente este lunes los cuerpos de los tres ecuatorianos que conformaban un equipo de prensa del diario El Comercio de Quito y que fueron asesinados en cautiverio por rebeldes disidentes de las FARC en la frontera.

Los cadáveres que habían sido recuperados el jueves por la policía en una zona selvática y limítrofe de Tumaco, corresponden a los del periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60), secuestrados el 26 de marzo, según la fiscalía colombiana.

El director del Instituto de Medicina Legal en el Valle del Cauca, Jairo Silva, fue la persona encargada de confirmarles a los familiares que los cuerpos hallados la semana pasada en el sur del país sí corresponden a ellos.

La cancillería colombiana ha anunciado – a través de un comunicado – que los cuerpos ahora serán entregados a las autoridades ecuatorianas, que ya dispusieron del transporte aéreo desde Cali para tal efecto, sin embargo, no precisó la fecha del traslado.

Un cuarto cuerpo también fue hallado dentro de la fosa rodeada de minas donde habían sido arrojados en medio de una intensa cacería militar, aunque su identidad no ha sido esclarecida, según el fiscal Néstor Humberto Martínez.

    El equipo periodístico fue secuestrado por el grupo que dirige el exguerrillero Walther Arizala, conocido con el alias de “Guacho”, cuando realizaban un reportaje en la zona entre Ecuador y Colombia donde operan bandas del narcotráfico.

Los tres fueron asesinados en cautiverio en Colombia, según anunció el gobierno ecuatoriano el 13 de abril, tras la difusión de unas fotografías que mostraban a tres hombres encadenados y ejecutados.

“Guacho” se apartó de los acuerdos de paz firmados entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, que condujo el año pasado al desarme de unos 7.000 combatientes.

Los secuestradores pretendían la excarcelación de allegados a Arizala presos en Ecuador, a cambio de la liberación de los rehenes pero las operaciones militares en la zona frustraron las negociaciones.

De origen ecuatoriano, “Guacho” es acusado por el ejército colombiano de operar como brazo armado del cartel mexicano de Sinaloa y de mantener también secuestrados a los ecuatorianos Óscar Villacís y su compañera Katty Velasco, de apenas 20 años.

Sin un mando unificado, los rebeldes disidentes operan en apartados puntos de Colombia donde disputan las rentas del narcotráfico y de la minería ilegal. Estos grupos estarían conformados por unos 1.200 combatientes.

La confirmación de la identidad de los cuerpos pone fin a tres meses de angustia y tensión en ambos países.





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