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Autor del libro “Un año pelotudo”: La industria genera una sensación de que el fútbol lo es todo

Cristián Venegas Traverso es el nombre del autor de “Un año pelotudo". En el texto presenta como columna vertebral los hechos futbolísticos del último tiempo, desplegándose en una serie de crónicas que abordan lo político y social. “Para muchos el fútbol no se circunscribe solo a lo que sucede en la cancha”, explica.

Claudio Medrano

  Domingo 5 de julio 2015 10:14 hrs. 
futbol

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Una serie de crónicas sobre los principales hechos futbolísticos del último tiempo, conforman ‘Un año pelotudo. Relato futbolero y social del 2014’, el nuevo libro de Cristián Venegas, Profesor en Educación General Básica y Magíster en Ciencias de la Educación que actualmente se desempeña en la formación inicial de docentes.

El libro narra, utilizando como recurso la ironía y la reflexión, algunos sucesos futbolísticos que se relacionaron con el acontecer social y político del país durante el año 2014.

Personajes como Alexis Sánchez, Michelle Bachelet, Arturo Vidal, Jorge Valdivia, Carlos Alberto Délano, Jorge Sampaoli, Nelson Acosta, Esteban Gumucio, Johnny Herrera, y Sergio Jadue, entre otros, pasan por la pluma de Cristián Venegas, quien desde su mirada aprovecha de hacer un puente entre lo que somos como sociedad y lo que pasa en el fútbol profesional.

¿Cómo nace la idea de escribir sobre fútbol?

Tiene que ver con la inquietud de vincularme con el fútbol de otra forma que ya no fuera recreativa, tiene que ver, además, con un tema de edad y de que cuando llegué a Santiago me di cuenta que tenía mucho material, muchas ganas de escribir y de relacionarme con este deporte y ya a esta altura llevo dos libros escritos.

¿Cómo logras ese vínculo entre el fútbol y otros temas que afectan a la sociedad y que no tienen que ver necesariamente con el deporte?

Lo que pasa es que en el libro el fútbol es una excusa para hablar de otros temas, cuando fuimos montando cada una de las crónicas la idea siempre era agarrar un tema de la contingencia, que tuviera relación directa con el fútbol, pero que también estuviera ocurriendo afuera, en un ámbito más social y político puesto que el futbol, para muchos, no solo se circunscribe o se encierra dentro de la cancha. Hasta hoy vemos que cuando aparece el tema de “La Roja” se invocan otro tipo de sentimientos que tienen que ver con la valoración de lo propio, pero también con una especie de xenofobia que sin duda va repercutiendo en lo que pasa dentro de la cancha y eso siempre ha existido y siempre va a pasar.

¿Qué opinión tienes del debate futbolístico que se da en Chile?

Existen al menos, dentro de lo que yo puedo visualizar, dos miradas: una tiene que ver directamente con una discusión más histórica del fútbol chileno, más a largo plazo, y otra discusión más de hinchada, de grupos viscerales en relación a, por ejemplo, la selección. Por ejemplo, se habla de la selección y cuando se critica algo inmediatamente vienen voces que hablan de que eres chaquetero, poco nacionalista, que hay que apoyar sí o sí, etcétera. Otro ejemplo, Felipe Bianchi planteó que difícilmente iba a haber una generación o una selección mejor que ésta y eso es bastante debatible, principalmente porque es ocioso comparar generaciones, porque son distintos contextos.

¿Puede el fútbol ayudar a determinar la identidad de una nación?

Si, podríamos decir que si porque también el hincha muchas veces se refleja en lo que es su selección y a su vez, podemos medir al ciudadano chileno y a la sociedad chilena en cómo va reaccionando a determinados resultados de su equipo, como por ejemplo ahora, en este momento somos los mejores y ayer éramos los peores, de aquí para atrás puros chantas y en el futuro nadie nos para, eso va mostrando cómo reacciona el hincha y cómo va demostrando todo lo que rodea, no solamente a estos once jugadores, sino que todo el espectro que gira en torno a la selección.

Hay quienes plantean que el deporte chileno siempre está ligado a la tragedia o el fracaso, ¿Compartes esa visión?

Hay una frase que plantea Nietszche que me gusta mucho, “la doctrina cristiana de ver al mundo feo y malo ha hecho al mundo feo y malo”, ¿qué quiere decir eso?, sacando obviamente lo de cristiano, tiene que ver con cómo nos desarrollamos en función a determinadas expectativas, si nosotros esperamos que la selección falle a último minuto o que siempre estemos a punto de lograr algo y no lo logra, evidentemente vamos construyendo un sentido en donde siempre nos falta algo para lograr lo que nos proponemos. El 2013 saqué la portada de “Fuera de juego” (primer libro del autor) la cuál pensé durante mucho tiempo, en donde el arquero está tirándose hacia la izquierda y está todo el lado derecho libre y la pelota da en el travesaño y se va, un año después es el palo de Pinilla, tal cual, salvo que el arquero se tira para el otro lado y ¿cuál es la reflexión que hago?, que en el fondo quise representar al futbol chileno con eso, pero resultó que el palo de Pinilla termina actuando casi como una profecía auto cumplida en torno a lo que pasa con el futbol chileno, evidentemente ha estado instalado de que solo a nosotros nos pasa pero nos acordamos poco de las veces que hemos bailado con la linda, que han sido pocas, pero ha pasado.

Tomando el título de tu libro, ¿ha sido 2015 un año pelotudo también?

Pasa que el sentido de pelotudo, como término, mucha gente lo asocia con el uso argentino que se le da y se transforma en una especie de año malo, pero al menos el sentido que intentamos darle al término es que es una año donde giró la atención en torno a la pelota y en ese sentido 2015 también es un año pelotudo sin duda y si salimos campeones de América (la entrevista se efectuó un día antes de la final) tal vez nos alcance para 2016, no es menor que la Presidenta vaya a todos los partidos y baje al camarín, eso le ha servido para tener pantalla dos minutos en todos los canales todos los días, y eso va a durar hasta que el fútbol chileno caiga en un declive, que creo que va a suceder, porque no hay recambio de jugadores.

¿Por qué se crea una especie de hiperrealidad en torno al fútbol, donde todo aparenta ser extraordinario y los jugadores pasan a ser superestrellas?

Derechamente porque el fútbol como actividad social y mediática es un bien muy preciado porque se transformó en un bien de consumo, se puede decir que a partir del año 98 cuando surgen estos sujetos más mediáticos, la industria va generando y empieza a girar toda una industria de todo tipo en torno a la selección y al girar todos estos elementos y al estar presentes, va directamente al interior de las personas que ven constantemente televisión o que están en relación con los medios y a partir de eso, los mismos medios, la misma industria va generando en la gente esta sensación de que el fútbol lo es todo, de que el país se paraliza y que ya los héroes no son determinados sujetos, sino que son éstos que los representan en la cancha y a partir de eso se va generando idolatría a la camiseta, a la frase, la imagen y eso genera el culto a estas personas y por lo tanto una determinada irracionalidad.

¿Es necesario aterrizar el tema y devolver al fútbol al contexto que le corresponde?

Por supuesto, hace unos días Mascherano puso la pelota contra el piso y sinceró las cosas y bajó el perfil a lo que está pasando, es una locura lo que muchos están pensando que prácticamente hay que ensangrentar el Estadio Nacional con el tema y destruir a los argentinos y eso no viene al caso, o sea, es un partido maravilloso, estamos todos nerviosos, pero si ganamos la Copa, dale, vamos a estar una semana contentos pero luego se va a asumir, normalizar y volveremos a la misma dinámica. La gente va demostrando en este tipo de instancia lo que en el fondo es, o la sociedad va demostrando un poco lo que es, una sociedad exitista que a la primera olvida lo que es, yo hago un símil de que cuando a alguien le empieza a ir bien y se cambia de Maipú a La Dehesa se olvida de todo lo que había atrás, hay que ser sobrios y generalmente los grandes son los que demuestran eso.

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