En 2015, en el marco del discurso del 21 de mayo, el Ejecutivo anunció con bombos y platillos la creación de un canal cultural que funcionará sin publicidad y a través de una filial de TVN. Sin embargo, a la fecha, la iniciativa continúa estancada en el Parlamento.

El proyecto ingresó el 19 de mayo de 2016 como una indicación sustitutiva que modifica la Ley 19.132 de TVN presente en el Congreso desde 2008 y, actualmente, se encuentra en la comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado.

El pasado lunes, el Ejecutivo presentó una serie de indicaciones a la Ley. En el documento, de no más de 85 páginas, el Gobierno se refirió a aspectos como la composición del Directorio de TVN, el rol público de la entidad y su carácter pluralista.

Respecto de la capitalización de la señal, el texto establece que “el financiamiento de la empresa deberá ser obtenido a condiciones de mercado y de manera transparente y competitiva”, es decir, que el modelo se base en el autofinanciamiento.

“El Directorio de Televisión Nacional de Chile en ejercicio tendrá la obligación de concurrir al Senado, dentro de los ciento veinte días siguientes al término del año calendario, con el objeto de dar cuenta pública ante sus Comisiones de Hacienda y de Educación sobre los estados financieros de la empresa”, dice.

Para la socióloga y académica de la Universidad de Chile, Chiara Sáez, en la discusión sobre las utilidades de TVN hay que plantear si efectivamente un canal público puede vivir exclusivamente de la publicidad. “Lo más habitual es que los canales de televisión pública tengan un monto importante de financiamiento público, pero que también tengan otras vías de financiamiento como publicidad, ventas de productos y servicios”, dice.

“El tema del financiamiento hay que ampliarlo para incorporar más elementos en la discusión. No creo que el problema sea si TVN se pueda financiar o no, es decir, si sólo contara con dinero público vía asignación directa sí, porque sólo eso no sería sustentable, pero creo que hay otras posibilidades que se pueden abrir como entregar servicios de telecomunicaciones”, añade.

Los trabajadores de la señal también han sido críticos respecto del debate sobre las modificaciones a la llamada Ley Larga de TVN. En su opinión, la tardanza de la tramitación del proyecto es un problema exclusivo del Gobierno.

“Lo que nos importa es que el proyecto que permite capitalizar TVN se apruebe, con canal cultural o una señal especial. Creemos que la prioridad hoy es inyectar los recursos necesarios para el cambio tecnológico”, comenta Rodrigo Cid, presidente del Sindicato N°3 de la señal.

¿Y el Canal Cultural?

El 21 de marzo la Comisión de Transporte y Telecomunicaciones del Senado se reunió con Omar Jara, Subsecretario General de Gobierno, y la ministra Paula Narváez para discutir el proyecto del Canal Cultural.

En la reunión, los parlamentarios presentes llamaron a las autoridades a trazar los plazos y contenidos de la iniciativa anunciada en 2015.

“Hay mucha improvisación e incertidumbre en este tema. A mi me da la impresión que ni siquiera la Nueva Mayoría está de acuerdo en esto. Creo que el Ejecutivo tuvo mucha discusión interna respecto de la presentación de estas indicaciones, por eso la presentaron a última hora, pero lo más grave que encuentro es que el modelo de autofinanciamiento de TVN va a quedar en cuestión, porque lo que va a ocurrir es que para la señal cultural va a depender del Gobierno de turno y la negociación que tenga con el Congreso, el financiamiento “, dice el senador Alejandro García Huidobro.

Las indicaciones de la Ley de TVN esbozaron algunos trazos de lo que será el proyecto cultural.

Según el documento, “la programación de este canal deberá aportar a la formación educativa y cultural de la población adulta e infantil y considerar formatos y contenidos que representen las diversas sensibilidades que conviven en la sociedad nacional”.

Al mismo tiempo, el texto indica que la filial funcionará a través de un Directorio compuesto por tres integrantes: uno escogido por el Directorio de TVN; un segundo generado a través del Sistema de Alta Dirección Pública; y un tercero, designado por el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Sobre este punto, la académica Chiara Sáez advierte que un elemento importante dentro de la composición de este Directorio será la autonomía. “Me parecía interesante poder fortalecer el Consejo Consultivo, pero lo que leo hoy es que están por eliminar eso para generar un Defensor de las Audiencias que sería definido por este Directorio que todavía no sabemos si efectivamente va a ser representativo en términos de las distintas sensibilidades sociales culturales y políticas del país o si va a seguir siendo un directorio definido en virtud de los grandes conglomerados políticos”, subraya.

Además, el informe indica que el proyecto cultural contará con un monto de 25 millones de dólares para su implementación y puesta en marcha.

Durante las próximas semanas los Congresistas deberán retomar el debate respecto de las modificaciones a TVN así como las indicaciones sobre el canal cultural.

Desde el Parlamento advierten que la discusión no será fácil, menos cuando desde el oficialismo no han dado señales claras respecto de los plazos para finiquitar el debate.