Durante dos años, la directora teatral Elisa Chaim, permaneció en Francia investigando los manuscritos de Raúl Ruiz. Allí, en la casa del cineasta, descubrió una caja en la existía un sinnúmero de obras teatrales escritas por el director de Tres, tristes, tigres.
Entonces, comenzó a desentrañar los textos. “Tuve que ordenar los escritos, escanearlos. No fue fácil porque la letra de Raúl era compleja de leer y porque había partes que faltaban. Además, había cosas escritas en español y otras en francés”, dice Elisa Chaim, quien además afirma que este rasgo da cuenta del exilio que debió enfrentar el director audiovisual luego del Golpe de Estado. “Siempre están los dos idiomas: el chileno y la lengua del exilio”, agrega.
En medio de este trabajo, la investigadora también logró determinar cómo la escritura de Raúl Ruiz fue cambiando con el tiempo. “En las primeras obras, que escribió a los 17, hay textos súper simples. La escritura es súper estructurada. Allí se nota que está una escritura donde hay una línea narrativa, con finales donde se revela todo. Después empiezan a aparecer elementos más extraños, más incoherentes y se ve realmente la progresión de cómo él va acercándose a lo que es el Ruiz que conocemos en sus películas”, añade la directora.
Raúl Ruiz, el dramaturgo
El cineasta nacido en Puerto Montt comenzó a escribir obras de teatro a muy temprana edad. Su interés por el género fue tal que incluso llegó a tomar distintos talleres de dramaturgia.
“Él empezó su carrera como dramaturgo. De hecho, en Francia y sobre todo en Italia, Ruiz es considerado como dramaturgo y director de teatro, ya que hizo muchas obras allá”, recuerda Chaim.
Según la investigadora, en sus textos dramáticos también es posible encontrar distintos tópicos. “Al leer los manuscritos me daba la sensación de ver a un joven Ruiz que está probando distintos temas. También tiene obras escritas en el estilo barroco, en verso y tiene obras en un acto que son súper simples”, comenta.
Para Chaim también existe un rasgo permanente en la obra teatral de Ruiz, sobre todo, en los primeros trabajos del artista. “Siempre está representada la familia, hay varias obras que retratan el ambiente del hogar”.
“Está ese retrato de los años 60 donde la mujer está en la casa con los hijos y el hombre es el que debe trabajar”, sostiene.
La estatua de Ruiz
Luego de la investigación, Elisa Chaim decidió presentar una de las obras encontradas: La estatua.
Este montaje cuenta la historia de un escultor que debe crear una obra que represente la Sabiduría. Sin embargo, su labor se ve dificultada porque su modelo, luego de varias sesiones, comienza a creer que ella es quien encarga la Sabiduría. La narración está cruzada por otros dos personajes: la directora del museo, que encarga la pieza, y el marido de la modelo que sólo habla con dichos populares.
Según la directora, la pieza da a conocer distintos tipos de saberes, ya que por un lado está la modelo y su esposo, que representan la sabiduría “tipo enciclopedia” y el saber popular, respectivamente. Mientras que por otro lado se encuentra la directora del museo que encarna el saber del mercado que presiona para que la escultura esté terminada.
“Esta obra me llamó la atención porque me permitía pensar el teatro de otra manera, como establecer un paralelo entre la manera en que un espectador ve teatro y cómo es la manera en que el público aprecia una obra plástica. Entonces, tratamos como de imitar el dispositivo del museo en el sentido de que la obra empiece cuando empiece el espectador”, dice la directora. Además, la pieza es interpretada por actores chilenos y franceses, lo que representa la territorialidad que experimentó Ruiz luego del Golpe de Estado.
Coordenadas
La estatua podrá verse desde el 6 hasta el 17 diciembre en el Teatro del Puente de martes a domingo a las 21 horas. La entrada tiene un valor de $6.000 (general), $4.000 (tercera edad) y $3.000 (estudiantes).