Los 17 comuneros mapuche procesados en Cañete, acusados de participar en el ataque al fiscal Mario Elgueta en 2008, rechazaron el testimonio de los llamados “testigos sin rostro” y se retiraron de la audiencia.
En total, la Fiscalía preparó la participación de 36 testigos encubiertos en el juicio. Cuando el sujeto identificado con el número 13, un trabajador forestal que habría sufrido dos ataques, individualizó a Nolberto Parra Leiva como el autor de dos disparos contra su camioneta, los comuneros se levantaron para retirarse de la sala.
Los imputados comenzaron a solicitar que el testigo diera la cara y también emplazaron al fiscal Andrés Cruz a dejar de mentir y entregar pruebas falsas.
El abogado Juan Guzmán, que representa a Héctor Llaitul como defensa en el proceso judicial, repudió el uso de testigos encubiertos: “Se está yendo contra las normas del debido proceso, las normas internacionales en materia de tratados que ha celebrado Chile, entonces para mí esto es estar en plena Inquisición, no tiene nombre”, comentó.
El Gobierno, en tanto, estaría analizando una respuesta a 12 de los 17 imputados que la semana pasada le enviaron una carta al ministro Cristián Larroulet a través del obispo de Concepción, Ricardo Ezzati, en la que amenazan con iniciar una nueva huelga de hambre si no se acaban los testigos sin rostro.
Los 17 comuneros mapuche procesados en Cañete, acusados de participar en el ataque al fiscal Mario Elgueta en 2008, rechazaron el testimonio de los llamados “testigos sin rostro” y se retiraron de la audiencia.
En total, la Fiscalía preparó la participación de 36 testigos encubiertos en el juicio. Cuando el sujeto identificado con el número 13, un trabajador forestal que habría sufrido dos ataques, individualizó a Nolberto Parra Leiva como el autor de dos disparos contra su camioneta, los comuneros se levantaron para retirarse de la sala.
Los imputados comenzaron a solicitar que el testigo diera la cara y también emplazaron al fiscal Andrés Cruz a dejar de mentir y entregar pruebas falsas.
El abogado Juan Guzmán, que representa a Héctor Llaitul como defensa en el proceso judicial, repudió el uso de testigos encubiertos: “Se está yendo contra las normas del debido proceso, las normas internacionales en materia de tratados que ha celebrado Chile, entonces para mí esto es estar en plena Inquisición, no tiene nombre”, comentó.
El Gobierno, en tanto, estaría analizando una respuesta a 12 de los 17 imputados que la semana pasada le enviaron una carta al ministro Cristián Larroulet a través del obispo de Concepción, Ricardo Ezzati, en la que amenazan con iniciar una nueva huelga de hambre si no se acaban los testigos sin rostro.
Los 17 comuneros mapuche procesados en Cañete, acusados de participar en el ataque al fiscal Mario Elgueta en 2008, rechazaron el testimonio de los llamados “testigos sin rostro” y se retiraron de la audiencia.
En total, la Fiscalía preparó la participación de 36 testigos encubiertos en el juicio. Cuando el sujeto identificado con el número 13, un trabajador forestal que habría sufrido dos ataques, individualizó a Nolberto Parra Leiva como el autor de dos disparos contra su camioneta, los comuneros se levantaron para retirarse de la sala.
Los imputados comenzaron a solicitar que el testigo diera la cara y también emplazaron al fiscal Andrés Cruz a dejar de mentir y entregar pruebas falsas.
El abogado Juan Guzmán, que representa a Héctor Llaitul como defensa en el proceso judicial, repudió el uso de testigos encubiertos: “Se está yendo contra las normas del debido proceso, las normas internacionales en materia de tratados que ha celebrado Chile, entonces para mí esto es estar en plena Inquisición, no tiene nombre”, comentó.
El Gobierno, en tanto, estaría analizando una respuesta a 12 de los 17 imputados que la semana pasada le enviaron una carta al ministro Cristián Larroulet a través del obispo de Concepción, Ricardo Ezzati, en la que amenazan con iniciar una nueva huelga de hambre si no se acaban los testigos sin rostro.
