Camila Vallejo: “La extrema derecha es la que se expresa en las calles con aparatos represivos”
Luego de la ruptura de la mesa de diálogo de los estudiantes con el gobierno, el Movimiento por la Educación intentó marchar por la Alameda sin la autorización de la Intendencia Metropolitana, la que ordenó un operativo represivo que incluso afectó a la prensa.
Javier Candia
Viernes 7 de octubre 2011 1:08 hrs.
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La multitud se concentró desde las 10 de la mañana en el sector de Plaza Italia y luego que Carabineros advirtiera por altavoces que la protesta no estaba autorizada, se comenzó a lanzar bombas lacrimógenas y a hacer detenciones en el lugar.
La acción policial hizo irrespirable el aire en el sector y provocó la interrupción del tránsito en Alameda, Providencia, Vicuña Mackenna y calles aledañas.
Aunque los dirigentes estudiantiles intentaron conversar con los oficiales a cargo del operativo para intentar otro recorrido, Fuerzas Especiales señaló que la manifestación no estaba autorizada y comenzó la dispersión de la multitud. De este modo, numerosos grupos de personas se disgregaron hacia el oriente por Providencia, al sur por el Parque Bustamante, al poniente por Alameda y al norte hacia la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Desde temprano en la mañana, Carabineros había dispuesto un fuerte contingente en el lugar y vallas papales para impedir la concentración, en un operativo similar al del 4 de agosto, cuando a la salida de la estación del Metro Baquedano le decían a los estudiantes que no se dirigieran hacia Plaza Italia porque ese no era el recorrido de la marcha.
El dispositivo de Carabineros dispersó a la masa y los incidentes se extendieron por la Alameda hasta el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile e incluso al sector de La Moneda y el Ministerio de Educación, donde Carabineros también actuó con carros lanzagua y gases lacrimógenos.
Carabineros durante la jornada también atacó establecimientos educacionales como el Liceo Lasrtarria, el Instituto Nacional y la sede de la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile (Fech). Incluso la prensa chilena y extranjera fue víctima de la represión policial.
La Intendenta Metropolitana, Cecilia Pérez acusó a los dirigentes de irresponsables y de querer estar por encima de la ley. “Los desmanes, saqueos y las lamentables imágenes de las que han sido testigos todos los chilenos obedecen sólo a la irresponsabilidad de aquellos líderes que convocaron a una marcha a sabiendas que ese lugar no estaba autorizando. Estuvimos cinco horas concordando un trazado que se autorizó. Se repite la jornada del jueves pasado donde algunas personas que tratan de estar sobre la ley y no se respeta la disposición de la autoridad y se pretende marchar por un lugar que no está autorizado”, dijo la autoridad.
Por su parte, la presidenta de la Fech, Camila Vallejo, quien sufrió los efectos directos del uso de gases lacrimógenos que le provocaron una severa reacción alérgica, respondió duramente a la Intendenta Pérez: “Esta manifestación ni siquiera hizo el intento de avanzar y fue brutalmente reprimida. No solamente a los estudiantes, sino que a todos aquellos que no estaban haciendo absolutamente nada. Yo creía que la intendenta tenía buena voluntad, pero esto me genera dudas porque ni siquiera se permitió la congregación de grupos reducidos porque se les reprimía inmediatamente”, denunció la dirigente.
Mientras, el vocero de La Moneda, Andrés Chadwik, sostuvo que la intención de los estudiantes no fue nunca marchar, sino que causar actos de violencia y afirmó que los alumnos son presos del ala más extrema del movimiento.
Sin embargo, para Camila Vallejo, la situación sería a la inversa: “El Gobierno tiene que tener más ojo porque los sectores de extrema derecha se están apropiando de esa nueva forma de gobernar, que es la que se está expresando hoy en las calles con los aparatos represivos y con la falta de disposición al diálogo. Esos son los temas de los que se debería preocupar el Ejecutivo y su vocero. Claramente esta no es la cara más moderada ni abierta al diálogo la que se está expresando dentro de la alianza que hoy gobierna”, precisó la estudiante.
Las imágenes televisivas y las fotografías de Carabineros agrediendo a menores de edasd, a trabajadores de la prensa o atacando con lacrimógenas sedes universitarias, liceos y organizaciones estudiantiles, dieron la vuelta al mundo. El Colegio de Periodistas, la Asociación de Corresponsales Extranjeros y otras entidades elevaron reclamos a autoridades chilenas y a organismos internacionales. Por lo mismo, visitará la próxima semana nuestro país, Frank La Rue, relator de Naciones Unidas para la libertad de expresión.
*Fotografías: Kena Lorenzini
La multitud se concentró desde las 10 de la mañana en el sector de Plaza Italia y luego que Carabineros advirtiera por altavoces que la protesta no estaba autorizada, se comenzó a lanzar bombas lacrimógenas y a hacer detenciones en el lugar.
La acción policial hizo irrespirable el aire en el sector y provocó la interrupción del tránsito en Alameda, Providencia, Vicuña Mackenna y calles aledañas.
Aunque los dirigentes estudiantiles intentaron conversar con los oficiales a cargo del operativo para intentar otro recorrido, Fuerzas Especiales señaló que la manifestación no estaba autorizada y comenzó la dispersión de la multitud. De este modo, numerosos grupos de personas se disgregaron hacia el oriente por Providencia, al sur por el Parque Bustamante, al poniente por Alameda y al norte hacia la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Desde temprano en la mañana, Carabineros había dispuesto un fuerte contingente en el lugar y vallas papales para impedir la concentración, en un operativo similar al del 4 de agosto, cuando a la salida de la estación del Metro Baquedano le decían a los estudiantes que no se dirigieran hacia Plaza Italia porque ese no era el recorrido de la marcha.
El dispositivo de Carabineros dispersó a la masa y los incidentes se extendieron por la Alameda hasta el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile e incluso al sector de La Moneda y el Ministerio de Educación, donde Carabineros también actuó con carros lanzagua y gases lacrimógenos.
Carabineros durante la jornada también atacó establecimientos educacionales como el Liceo Lasrtarria, el Instituto Nacional y la sede de la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile (Fech). Incluso la prensa chilena y extranjera fue víctima de la represión policial.
La Intendenta Metropolitana, Cecilia Pérez acusó a los dirigentes de irresponsables y de querer estar por encima de la ley. “Los desmanes, saqueos y las lamentables imágenes de las que han sido testigos todos los chilenos obedecen sólo a la irresponsabilidad de aquellos líderes que convocaron a una marcha a sabiendas que ese lugar no estaba autorizando. Estuvimos cinco horas concordando un trazado que se autorizó. Se repite la jornada del jueves pasado donde algunas personas que tratan de estar sobre la ley y no se respeta la disposición de la autoridad y se pretende marchar por un lugar que no está autorizado”, dijo la autoridad.
Por su parte, la presidenta de la Fech, Camila Vallejo, quien sufrió los efectos directos del uso de gases lacrimógenos que le provocaron una severa reacción alérgica, respondió duramente a la Intendenta Pérez: “Esta manifestación ni siquiera hizo el intento de avanzar y fue brutalmente reprimida. No solamente a los estudiantes, sino que a todos aquellos que no estaban haciendo absolutamente nada. Yo creía que la intendenta tenía buena voluntad, pero esto me genera dudas porque ni siquiera se permitió la congregación de grupos reducidos porque se les reprimía inmediatamente”, denunció la dirigente.
Mientras, el vocero de La Moneda, Andrés Chadwik, sostuvo que la intención de los estudiantes no fue nunca marchar, sino que causar actos de violencia y afirmó que los alumnos son presos del ala más extrema del movimiento.
Sin embargo, para Camila Vallejo, la situación sería a la inversa: “El Gobierno tiene que tener más ojo porque los sectores de extrema derecha se están apropiando de esa nueva forma de gobernar, que es la que se está expresando hoy en las calles con los aparatos represivos y con la falta de disposición al diálogo. Esos son los temas de los que se debería preocupar el Ejecutivo y su vocero. Claramente esta no es la cara más moderada ni abierta al diálogo la que se está expresando dentro de la alianza que hoy gobierna”, precisó la estudiante.
Las imágenes televisivas y las fotografías de Carabineros agrediendo a menores de edasd, a trabajadores de la prensa o atacando con lacrimógenas sedes universitarias, liceos y organizaciones estudiantiles, dieron la vuelta al mundo. El Colegio de Periodistas, la Asociación de Corresponsales Extranjeros y otras entidades elevaron reclamos a autoridades chilenas y a organismos internacionales. Por lo mismo, visitará la próxima semana nuestro país, Frank La Rue, relator de Naciones Unidas para la libertad de expresión.
*Fotografías: Kena Lorenzini
La multitud se concentró desde las 10 de la mañana en el sector de Plaza Italia y luego que Carabineros advirtiera por altavoces que la protesta no estaba autorizada, se comenzó a lanzar bombas lacrimógenas y a hacer detenciones en el lugar.
La acción policial hizo irrespirable el aire en el sector y provocó la interrupción del tránsito en Alameda, Providencia, Vicuña Mackenna y calles aledañas.
Aunque los dirigentes estudiantiles intentaron conversar con los oficiales a cargo del operativo para intentar otro recorrido, Fuerzas Especiales señaló que la manifestación no estaba autorizada y comenzó la dispersión de la multitud. De este modo, numerosos grupos de personas se disgregaron hacia el oriente por Providencia, al sur por el Parque Bustamante, al poniente por Alameda y al norte hacia la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
Desde temprano en la mañana, Carabineros había dispuesto un fuerte contingente en el lugar y vallas papales para impedir la concentración, en un operativo similar al del 4 de agosto, cuando a la salida de la estación del Metro Baquedano le decían a los estudiantes que no se dirigieran hacia Plaza Italia porque ese no era el recorrido de la marcha.
El dispositivo de Carabineros dispersó a la masa y los incidentes se extendieron por la Alameda hasta el frontis de la Casa Central de la Universidad de Chile e incluso al sector de La Moneda y el Ministerio de Educación, donde Carabineros también actuó con carros lanzagua y gases lacrimógenos.
Carabineros durante la jornada también atacó establecimientos educacionales como el Liceo Lasrtarria, el Instituto Nacional y la sede de la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile (Fech). Incluso la prensa chilena y extranjera fue víctima de la represión policial.
La Intendenta Metropolitana, Cecilia Pérez acusó a los dirigentes de irresponsables y de querer estar por encima de la ley. “Los desmanes, saqueos y las lamentables imágenes de las que han sido testigos todos los chilenos obedecen sólo a la irresponsabilidad de aquellos líderes que convocaron a una marcha a sabiendas que ese lugar no estaba autorizando. Estuvimos cinco horas concordando un trazado que se autorizó. Se repite la jornada del jueves pasado donde algunas personas que tratan de estar sobre la ley y no se respeta la disposición de la autoridad y se pretende marchar por un lugar que no está autorizado”, dijo la autoridad.
Por su parte, la presidenta de la Fech, Camila Vallejo, quien sufrió los efectos directos del uso de gases lacrimógenos que le provocaron una severa reacción alérgica, respondió duramente a la Intendenta Pérez: “Esta manifestación ni siquiera hizo el intento de avanzar y fue brutalmente reprimida. No solamente a los estudiantes, sino que a todos aquellos que no estaban haciendo absolutamente nada. Yo creía que la intendenta tenía buena voluntad, pero esto me genera dudas porque ni siquiera se permitió la congregación de grupos reducidos porque se les reprimía inmediatamente”, denunció la dirigente.
Mientras, el vocero de La Moneda, Andrés Chadwik, sostuvo que la intención de los estudiantes no fue nunca marchar, sino que causar actos de violencia y afirmó que los alumnos son presos del ala más extrema del movimiento.
Sin embargo, para Camila Vallejo, la situación sería a la inversa: “El Gobierno tiene que tener más ojo porque los sectores de extrema derecha se están apropiando de esa nueva forma de gobernar, que es la que se está expresando hoy en las calles con los aparatos represivos y con la falta de disposición al diálogo. Esos son los temas de los que se debería preocupar el Ejecutivo y su vocero. Claramente esta no es la cara más moderada ni abierta al diálogo la que se está expresando dentro de la alianza que hoy gobierna”, precisó la estudiante.
Las imágenes televisivas y las fotografías de Carabineros agrediendo a menores de edasd, a trabajadores de la prensa o atacando con lacrimógenas sedes universitarias, liceos y organizaciones estudiantiles, dieron la vuelta al mundo. El Colegio de Periodistas, la Asociación de Corresponsales Extranjeros y otras entidades elevaron reclamos a autoridades chilenas y a organismos internacionales. Por lo mismo, visitará la próxima semana nuestro país, Frank La Rue, relator de Naciones Unidas para la libertad de expresión.
la Universidad de Chile e incluso al sector de La Moneda y el Ministerio de Educación, donde Carabineros también actuó con carros lanzagua y gases lacrimógenos.
Sin embargo, para Camila Vallejo, la situación sería a la inversa: “El Gobierno tiene que tener más ojo porque los sectores de extrema derecha se están apropiando de esa nueva forma de gobernar, que es la que se está expresando hoy en las calles con los aparatos represivos y con la falta de disposición al diálogo. Esos son los temas de los que se debería preocupar el Ejecutivo y su vocero. Claramente esta no es la cara más moderada ni abierta al diálogo la que se está expresando dentro de la alianza que hoy gobierna”, precisó la estudiante.
