Xavier Delgado Moreno, obtuvo 850 puntos en la PSU de Historia y Ciencias Sociales, sin embargo, no podrá ingresar a la universidad porque repitió cuarto medio producto de las prolongadas movilizaciones estudiantiles del año recién pasado.

El estudiante del Liceo Barros Borgoño participó en la toma que por siete meses y medio paralizó las actividades en el establecimiento y no se inscribió en el Plan Salvemos el Año Escolar porque sus convicciones no se ajustaban a la propuesta del Gobierno.

A pesar de que siempre supo que iba a repetir, decidió dar la Prueba de Selección Universitaria (PSU) para tener la experiencia para el próximo año.

“Cuando yo opté por repetir el año siempre supe las consecuencias que iba a traer y en el fondo sabía que si sacaba un puntaje nacional no lo iba a poder usar en este proceso. Además, tenía el apoyo de mi familia en el tema de la repitencia no había problema, por lo que decidí seguir mis convicciones y dar la PSU sólo como una prueba, para conocerla y volver a rendirla el próximo año para postular. Me encontré con la sorpresa que saque puntaje nacional este año”, explicó el estudiante.

Xavier es un crítico acérrimo de la PSU, ya que a su juicio “es un muy mal instrumento de medición del aprendizaje efectivo de los estudiantes de la Enseñanza Media”.

En este sentido, el joven estudiante señaló que “me encontré con contenidos en el fondo irrelevantes que son memorización, que deberían ser replanteados. Además, tengo compañeros que les ha ido históricamente mucho mejor que a mí en la Enseñanza Media y que no están, porque se bloquearon el día de la prueba o tenían malestar estomacal. Creo que es jugarse mucho en una sola instancia”.

El estudiante obtuvo buenos puntajes en las otras dos pruebas obligatorias, 739 y 640 en Lenguaje y Matemática respectivamente.

Xavier atribuye su buen rendimiento a su paso por un preuniversitario y a sus profesores del Barros Borgoño. Afirmó que está tranquilo porque los puntajes se pueden guardar hasta el próximo año.