El alcalde Pedro Sabat dijo que había partidarios que habían trabajado por el Gobierno y se sentían desilusionados, ¿comparte esa sensación?
Yo trabajé en la campaña y el compromiso fue con el proceso de descentralización, que los brazos del Estado iban a ser los municipios. Eso no ha sido así. Es cierto que los municipios han estado muy fuera y los alcaldes como autoridades políticas de las coaliciones han estado muy fuera de la toma de decisiones del Gobierno. Es verdad que hay gente con malestar. Son palabras de Pedro, pero sí es claro que no hemos sido protagonistas del desarrollo, para nada. Los municipios han estado muy alejados y han sido muy poco escuchados en este Gobierno.
Desde el punto de vista de RN, también se ha planteado que la UDI ha impuesto la agenda en el Gobierno.
No, yo creo que la agenda la pone el Gobierno. Otra cosa es que en algunos temas, como la reforma al binominal o las reformas políticas, se han equivocado. Porque se dan señales como, por ejemplo, invitar a los ex Presidentes de la República a La Moneda a conversar el tema. No se saca ningún documento, ningún compromiso, y después se hace una comida en la casa del Presidente como un gran evento y salen con una noticia completamente distinta.
Yo creo que sí hay que hacer reformas políticas y tienen que ir de la mano con la agenda social, de todas maneras. Porque el año pasado la gente salió a la calle no solo contra la educación, sino contra los abusos y el desprestigio de la política.
En eso, hay que hacer un llamado a todos los sectores políticos, porque la Concertación se pone al frente, pero la verdad es que está más desprestigiada que la Coalición por el Cambio. Entonces el mundo político actual debe sentarse a hacer un gran acuerdo nacional para las reformas políticas sin calculadora, sino con una mirada a largo plazo de lo que Chile necesita. Porque si no, vamos a reventar solos.
¿El Gobierno tiene que ser el actor principal que impulse esas reformas? Porque el Presidente pidió primero un acuerdo entre los partidos para avanzar.
El que tiene que dirigir eso, claramente, es el Gobierno. Él lleva el manubrio de este autito.
¿Tiene que ser este año?
Por lo menos tiene que partir este año y hay que hacer propuestas serias. Sí, debería ser ahora.
El diario británico Financial Times, por ejemplo, decía que el Presidente Piñera es un rehén de la UDI y que no tiene mucho margen para impulsar esas reformas. ¿Ha faltado colaboración por parte de la UDI?
El Presidente no es ningún rehén. Creo que en todos los sectores políticos hay diversas opiniones. La misma Concertación nunca lo ha querido cambiar, siempre lo dice pero no lo hace. No, el Presidente no es ningún rehén, lo que pasa es que está pagando los platos rotos de muchos años, de los que somos todos responsables, de abusos y malestar ciudadano. Entonces su Gobierno, socialmente, ha sido mucho más difícil.
El alcalde Pedro Sabat dijo que había partidarios que habían trabajado por el Gobierno y se sentían desilusionados, ¿comparte esa sensación?
Yo trabajé en la campaña y el compromiso fue con el proceso de descentralización, que los brazos del Estado iban a ser los municipios. Eso no ha sido así. Es cierto que los municipios han estado muy fuera y los alcaldes como autoridades políticas de las coaliciones han estado muy fuera de la toma de decisiones del Gobierno. Es verdad que hay gente con malestar. Son palabras de Pedro, pero sí es claro que no hemos sido protagonistas del desarrollo, para nada. Los municipios han estado muy alejados y han sido muy poco escuchados en este Gobierno.
Desde el punto de vista de RN, también se ha planteado que la UDI ha impuesto la agenda en el Gobierno.
No, yo creo que la agenda la pone el Gobierno. Otra cosa es que en algunos temas, como la reforma al binominal o las reformas políticas, se han equivocado. Porque se dan señales como, por ejemplo, invitar a los ex Presidentes de la República a La Moneda a conversar el tema. No se saca ningún documento, ningún compromiso, y después se hace una comida en la casa del Presidente como un gran evento y salen con una noticia completamente distinta.
Yo creo que sí hay que hacer reformas políticas y tienen que ir de la mano con la agenda social, de todas maneras. Porque el año pasado la gente salió a la calle no solo contra la educación, sino contra los abusos y el desprestigio de la política.
En eso, hay que hacer un llamado a todos los sectores políticos, porque la Concertación se pone al frente, pero la verdad es que está más desprestigiada que la Coalición por el Cambio. Entonces el mundo político actual debe sentarse a hacer un gran acuerdo nacional para las reformas políticas sin calculadora, sino con una mirada a largo plazo de lo que Chile necesita. Porque si no, vamos a reventar solos.
¿El Gobierno tiene que ser el actor principal que impulse esas reformas? Porque el Presidente pidió primero un acuerdo entre los partidos para avanzar.
El que tiene que dirigir eso, claramente, es el Gobierno. Él lleva el manubrio de este autito.
¿Tiene que ser este año?
Por lo menos tiene que partir este año y hay que hacer propuestas serias. Sí, debería ser ahora.
El diario británico Financial Times, por ejemplo, decía que el Presidente Piñera es un rehén de la UDI y que no tiene mucho margen para impulsar esas reformas. ¿Ha faltado colaboración por parte de la UDI?
El Presidente no es ningún rehén. Creo que en todos los sectores políticos hay diversas opiniones. La misma Concertación nunca lo ha querido cambiar, siempre lo dice pero no lo hace. No, el Presidente no es ningún rehén, lo que pasa es que está pagando los platos rotos de muchos años, de los que somos todos responsables, de abusos y malestar ciudadano. Entonces su Gobierno, socialmente, ha sido mucho más difícil.
El alcalde Pedro Sabat dijo que había partidarios que habían trabajado por el Gobierno y se sentían desilusionados, ¿comparte esa sensación?
Yo trabajé en la campaña y el compromiso fue con el proceso de descentralización, que los brazos del Estado iban a ser los municipios. Eso no ha sido así. Es cierto que los municipios han estado muy fuera y los alcaldes como autoridades políticas de las coaliciones han estado muy fuera de la toma de decisiones del Gobierno. Es verdad que hay gente con malestar. Son palabras de Pedro, pero sí es claro que no hemos sido protagonistas del desarrollo, para nada. Los municipios han estado muy alejados y han sido muy poco escuchados en este Gobierno.
Desde el punto de vista de RN, también se ha planteado que la UDI ha impuesto la agenda en el Gobierno.
No, yo creo que la agenda la pone el Gobierno. Otra cosa es que en algunos temas, como la reforma al binominal o las reformas políticas, se han equivocado. Porque se dan señales como, por ejemplo, invitar a los ex Presidentes de la República a La Moneda a conversar el tema. No se saca ningún documento, ningún compromiso, y después se hace una comida en la casa del Presidente como un gran evento y salen con una noticia completamente distinta.
Yo creo que sí hay que hacer reformas políticas y tienen que ir de la mano con la agenda social, de todas maneras. Porque el año pasado la gente salió a la calle no solo contra la educación, sino contra los abusos y el desprestigio de la política.
En eso, hay que hacer un llamado a todos los sectores políticos, porque la Concertación se pone al frente, pero la verdad es que está más desprestigiada que la Coalición por el Cambio. Entonces el mundo político actual debe sentarse a hacer un gran acuerdo nacional para las reformas políticas sin calculadora, sino con una mirada a largo plazo de lo que Chile necesita. Porque si no, vamos a reventar solos.
¿El Gobierno tiene que ser el actor principal que impulse esas reformas? Porque el Presidente pidió primero un acuerdo entre los partidos para avanzar.
El que tiene que dirigir eso, claramente, es el Gobierno. Él lleva el manubrio de este autito.
¿Tiene que ser este año?
Por lo menos tiene que partir este año y hay que hacer propuestas serias. Sí, debería ser ahora.
El diario británico Financial Times, por ejemplo, decía que el Presidente Piñera es un rehén de la UDI y que no tiene mucho margen para impulsar esas reformas. ¿Ha faltado colaboración por parte de la UDI?
El Presidente no es ningún rehén. Creo que en todos los sectores políticos hay diversas opiniones. La misma Concertación nunca lo ha querido cambiar, siempre lo dice pero no lo hace. No, el Presidente no es ningún rehén, lo que pasa es que está pagando los platos rotos de muchos años, de los que somos todos responsables, de abusos y malestar ciudadano. Entonces su Gobierno, socialmente, ha sido mucho más difícil.
Manuel José Ossandón 
