El incendio de las Torres del Paine, con más de 17 mil hectáreas consumidas, el siniestro en Carahue que significó la muerte de seis brigadistas y los 785 incendios en la comuna de Valparaíso en los últimos ocho meses, son sólo algunos ejemplos de la compleja situación que ha debido enfrentar la Corporación Nacional Forestal de Chile (Conaf).

En entrevista a un medio escrito, su director ejecutivo, Eduardo Vial, aseguró que este período de incendios está siendo el peor de los últimos cinco años, lo que podría entenderse por una mayor intencionalidad de provocar el fuego.

Como un hecho esperanzador, Vial menciona la tramitación de la ley para que la Conaf se transforme en el Servicio Nacional Forestal, que comienza a discutirse este martes en el Congreso.

Jorge Martínez, presidente del Sindicato Profesionales de Conaf (Sinaprof) tiene una mirada crítica respecto a la conducción de la administración actual.

“Si bien, coincido en que esta debe haber sido una de las temporadas más drásticas desde el punto de vista del impacto que provocaron los incendios forestales, creo que también hay deficiencia de las autoridades porque sabiendo la historia de las últimas tres temporadas donde se presentó un exceso de calor e incendios que se producen casi fuera del tiempo común, se debería haber intensificado toda la labor de prevención de los incendios forestales”, sostuvo el dirigente.

Martínez señaló que, invitado la semana pasada a la Comisión de Agricultura de la Cámara, que analiza el proyecto de prevención de incendios forestales, señaló que lo que gasta el Estado en prevención a través del presupuesto que tiene la Conaf no alcanza al uno por ciento.

El dirigente gremial subrayó que es necesario otorgar más recursos a este tema, aumentando su monto por glosa presupuestaria,  y extender el funcionamiento de las brigadas por cinco o seis meses más, ya que los efectos del cambio climático continuarán.

Según Jorge Martínez, desde 2009 a 2011, cada año se han gastado más dos mil millones adicionales a los presupuestos anuales de la Corporación para el combate de incendios forestales, por lo que este 30 por ciento adicional debiese ser asignado desde el inicio.

El presidente de Sinaprof cuestionó además las iniciativas legales impulsadas por el gobierno que pretenden cambiar esta situación.

“Los proyectos de ley que se ha presentado al Congreso son más bien cosméticos. La verdad es que no cambian absolutamente en nada la situación que tenemos hoy. Los comentarios que hacen los diputados en la comisión de Agricultura donde están viendo la iniciativa sobre incendios forestales, cuyo título que tiene es prevención de los siniestros, no tiene nada de eso. Lo que hace es modificar el Código del Trabajo, pasando por sobre cualquier convenio internacional y no hay la más mínima rigurosidad técnica cuando se preparan esos proyectos de ley. Modificar el Código del Trabajo para sacar del descanso a los combatientes y llevarlos cuando hay situaciones de emergencia, nos parece un escenario sumamente riesgoso”, dijo.

En el caso del Servicio Nacional Forestal,  Martínez afirmó que no se fortalece el sector forestal público y añadió que el presupuesto incluido, de 177 millones de pesos, ni siquiera es para la Conaf sino para el servicio civil que debe reclutar a los directivos mediante la Alta Dirección Pública, por lo que espera que sea rechazada la idea de legislar.

Por su parte Sergio Donoso,  presidente de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), comparte el diagnóstico de Vial de lo crítica que ha sido la temporada en cuanto a incendios, aunque sí cuestionó la capacidad de la institucionalidad de hacerse cargo de los incendios de grandes magnitudes, la capacidad de reacción y la prevención.

“No queda claro que un Servicio Nacional Forestal por sí solo vaya a resolver esa situación. Sobre todo el cuerpo legal que se va a presentar en el Parlamento es bastante pobre respecto de los alcances y las atribuciones que tendría Conaf. Es un traspaso de las facultades que tiene actualmente, pero consideramos que con una escasa visión de futuro y de los nuevos desafíos que tiene el país y que tendría el Servicio Forestal”, comentó Donoso.

Entre los desafíos de los que el proyecto no se hace cargo se encuentran, según Donoso, cómo enfrentar los escenarios del cambio climático, cómo proteger  la biodiversidad, cómo realizar una gestión sustentable de los bosques, entre otros.