La Contraloría General de la República detuvo el proceso de bioequivalencia de los medicamentos, ya que a juicio del organismo el Instituto de Salud Pública no tendría las atribuciones suficientes para fiscalizar y controlar el proceso.
La medida, impulsada desde el Ministerio de Salud, busca que los medicamentos genéricos puedan demostrar su bioequivalencia con fármacos de marca y, de esta manera, ser más accesibles económicamente para la población.