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Solicitan mejorar la fiscalización del uso de combustibles diesel

Luego de que la Organización Mundial de la Salud concluyera que el humo de dicho combustible produce cáncer al pulmón, especialistas advirtieron que se debe disminuir la concentración de material particulado, pero señalaron que lo dicho por la entidad no obliga a los Estados a hacer modificaciones.

Macarena Scheuch

  Domingo 17 de junio 2012 14:34 hrs. 
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La semana pasada la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), el grupo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargado de revisar qué partículas ocasionan esa enfermedad, concluyó que el humo de los motores diesel causa cáncer de pulmón y posiblemente de vejiga.

Si bien el combustible antes era considerado un posible cancerígeno, la confirmación provino de estudios en trabajadores altamente expuestos, como mineros y empleados ferroviarios, aunque los investigadores advirtieron que todos deberían tratar de reducir su exposición, puesto que provocaría efectos similares al tabaquismo pasivo.

De hecho, según cita el diario El País, investigadores españoles ya relacionaron en 2010 la contaminación de las partículas del diesel con el aumento de mortalidad por infartos, cardiopatías isquémicas y accidentes cerebrovasculares.

El académico de la Universidad de Chile, Andrei Tchernitchin, coincidió en que la información se conocía desde antes y enfatizó la necesidad de intensificar el control: “Es muy importante fiscalizar los motores diesel para que tengan las mínimas emisiones posibles. No hay límites para producir cáncer, o sea, a menor concentración hay menos probabilidad, pero por estadísticas el cáncer puede ser producido aun por concentraciones bajas en muy pocas personas. Es muy importante una normativa lo más estricta posible y una fiscalización que disminuya la concentración de material particulado proveniente de esos combustibles”, explicó.

El toxicólogo advirtió que en Santiago hay muchos vehículos que utilizan diesel, por lo que se trata de una situación peligrosa, y recalcó que en el país la normativa sólo se refiere al material particulado, cuando en realidad hay diferencias entre las distintas combustiones y sus efectos.

Por su parte, la directora de Chile Sustentable, Sara Larraín, enfatizó que si bien Chile ha mejorado el combustible para reducir la contaminación, los combustibles fósiles tienen componentes cancerígenos y que esta ha sido una pelea constante de la ciudadanía durante los últimos años: “La discusión y la política pública siempre ha estado entre la protección de la vida de la población y los intereses económicos. Que la OMS haya señalado que esto sí es cancerígeno es un elemento más, pero obviamente eso no garantiza una obligación a los Estados para que vayan hacia cambios en los combustibles”, dijo.

La ambientalista subrayó que en el caso de la generación eléctrica es evidente que debe transitarse desde las termoeléctricas, que usan carbón y petróleo, hacia el gas natural que es menos contaminante.

Sin embargo, Sara Larraín afirmó que en el caso del transporte, el panorama es más complejo: “Tanto en la tecnología como en los precios de una movilidad pública y privada en base a otros combustibles, con excepción del alcohol que es muy utilizado en países como Brasil, no hay mucha alternativa. El transporte eléctrico está iniciándose y ha alcanzado el transporte individual, los particulares. No así el transporte público o por camiones”, indicó.

Para la ecologista, deben cambiarse las estructuras del transporte motorizado, particularmente desde camiones a ferrocarriles eléctricos, para lo que se necesita ética suficiente y apoyo político.

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