El acervo cultural de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile tiene un valor único, y sobre esa premisa irrefutable se creó el Laboratorio de Conservación y Restauración de Soporte Papel, con el objetivo de salvaguardar estas colecciones patrimoniales e históricas.
La iniciativa está encabezada por la académica Johanna Theile y Yessika Zuta, directora de la biblioteca de la Facultad de Artes, como una manera de crear un legado a las posteriores generaciones de investigadores y comunidad universitaria.
El laboratorio opera desde 2010 y según las propias palabras de Yessika Zuta “agrupa un archivo musical en papel único en Latinoamérica. Cuenta con más de 10 mil partituras patrimoniales adquiridas gracias a donaciones y compras directas”.
“Se antepone la conservación ante la restauración”
El proceso de este proyecto, financiado por los fondos propios de Biblioteca de la Facultad de Artes y que hoy cuenta con un 20% de avance, se inicia con el trabajo de restauración o conservación, según corresponda, cuyo tratamiento se basa en el principio de mínima intervención.
“La idea es devolver a la obra su legibilidad desde un punto de vista estético, pero salvaguardando todos sus valores documentales genuinos, sin eliminar generalmente aportaciones de otras épocas por el testimonio que suponen del quehacer humano”, comenta Johanna Theile.
La primera fase consiste en limpiar el documento, luego se hace un diagnóstico del estado de la obra y se realiza una propuesta de restauración y conservación. La académica explica que es muy importante el análisis previo que se realiza de la obra, ya que lo principal es alargar la vida de los documentos y optar por la intervención sólo si es necesario. “Se antepone la conservación ante la restauración”, añade.
En cuanto al uso de los materiales, la académica comenta que estos deben ser homogéneos o compatibles con los originales, para evitar daños adicionales. “Es fundamental emplear materiales estables y reversibles a fin de facilitar futuras intervenciones, y respecto a éstas, deben ser fácilmente reconocibles con el fin de evitar confusiones miméticas y falsificaciones, pero del mismo modo cuidando de no romper la unidad de obra”, enfatiza Theile.
Digitalización
Una segunda etapa de este trabajo tiene que ver con la digitalización, proceso que tiene a cargo Yessika Zuta. La directora de la biblioteca explica que el trabajo de digitalizar y conservar comenzó el año 2011 y durante el presente período se procedió con los 19 compositores de la Universidad de Chile que han ganado premios nacionales música y suman 100 partituras.
“La meta – explica Zuta – es difundir este material a través de un software patrimonial y brindar así un mejor y rápido acceso a colecciones a través de Internet donde se podrán consultar aquellas obras que estén libres de derecho de autor. Esperamos tenerlo disponible a fin de año”.
Las colecciones que poseen las bibliotecas de la Facultad de Artes son únicas, tanto como manuscritos de dramaturgos, las composiciones musicales, libretos, partituras, programas, tesis y libros, que con el paso del tiempo sufren un deterioro y daño paulatino, por lo tanto este trabajo recién comienza.
Sobre esa base Jessika Zuta y Johanna Theile coinciden en que la meta es preservar el material bibliográfico y patrimonial evitando que desaparezcan en el tiempo por falta de cuidado y restauración adecuada.
El acervo cultural de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile tiene un valor único, y sobre esa premisa irrefutable se creó el Laboratorio de Conservación y Restauración de Soporte Papel, con el objetivo de salvaguardar estas colecciones patrimoniales e históricas.
La iniciativa está encabezada por la académica Johanna Theile y Yessika Zuta, directora de la biblioteca de la Facultad de Artes, como una manera de crear un legado a las posteriores generaciones de investigadores y comunidad universitaria.
El laboratorio opera desde 2010 y según las propias palabras de Yessika Zuta “agrupa un archivo musical en papel único en Latinoamérica. Cuenta con más de 10 mil partituras patrimoniales adquiridas gracias a donaciones y compras directas”.
“Se antepone la conservación ante la restauración”
El proceso de este proyecto, financiado por los fondos propios de Biblioteca de la Facultad de Artes y que hoy cuenta con un 20% de avance, se inicia con el trabajo de restauración o conservación, según corresponda, cuyo tratamiento se basa en el principio de mínima intervención.
“La idea es devolver a la obra su legibilidad desde un punto de vista estético, pero salvaguardando todos sus valores documentales genuinos, sin eliminar generalmente aportaciones de otras épocas por el testimonio que suponen del quehacer humano”, comenta Johanna Theile.
La primera fase consiste en limpiar el documento, luego se hace un diagnóstico del estado de la obra y se realiza una propuesta de restauración y conservación. La académica explica que es muy importante el análisis previo que se realiza de la obra, ya que lo principal es alargar la vida de los documentos y optar por la intervención sólo si es necesario. “Se antepone la conservación ante la restauración”, añade.
En cuanto al uso de los materiales, la académica comenta que estos deben ser homogéneos o compatibles con los originales, para evitar daños adicionales. “Es fundamental emplear materiales estables y reversibles a fin de facilitar futuras intervenciones, y respecto a éstas, deben ser fácilmente reconocibles con el fin de evitar confusiones miméticas y falsificaciones, pero del mismo modo cuidando de no romper la unidad de obra”, enfatiza Theile.
Digitalización
Una segunda etapa de este trabajo tiene que ver con la digitalización, proceso que tiene a cargo Yessika Zuta. La directora de la biblioteca explica que el trabajo de digitalizar y conservar comenzó el año 2011 y durante el presente período se procedió con los 19 compositores de la Universidad de Chile que han ganado premios nacionales música y suman 100 partituras.
“La meta – explica Zuta – es difundir este material a través de un software patrimonial y brindar así un mejor y rápido acceso a colecciones a través de Internet donde se podrán consultar aquellas obras que estén libres de derecho de autor. Esperamos tenerlo disponible a fin de año”.
Las colecciones que poseen las bibliotecas de la Facultad de Artes son únicas, tanto como manuscritos de dramaturgos, las composiciones musicales, libretos, partituras, programas, tesis y libros, que con el paso del tiempo sufren un deterioro y daño paulatino, por lo tanto este trabajo recién comienza.
Sobre esa base Jessika Zuta y Johanna Theile coinciden en que la meta es preservar el material bibliográfico y patrimonial evitando que desaparezcan en el tiempo por falta de cuidado y restauración adecuada.
El acervo cultural de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile tiene un valor único, y sobre esa premisa irrefutable se creó el Laboratorio de Conservación y Restauración de Soporte Papel, con el objetivo de salvaguardar estas colecciones patrimoniales e históricas.
La iniciativa está encabezada por la académica Johanna Theile y Yessika Zuta, directora de la biblioteca de la Facultad de Artes, como una manera de crear un legado a las posteriores generaciones de investigadores y comunidad universitaria.
El laboratorio opera desde 2010 y según las propias palabras de Yessika Zuta “agrupa un archivo musical en papel único en Latinoamérica. Cuenta con más de 10 mil partituras patrimoniales adquiridas gracias a donaciones y compras directas”.
“Se antepone la conservación ante la restauración”
El proceso de este proyecto, financiado por los fondos propios de Biblioteca de la Facultad de Artes y que hoy cuenta con un 20% de avance, se inicia con el trabajo de restauración o conservación, según corresponda, cuyo tratamiento se basa en el principio de mínima intervención.
“La idea es devolver a la obra su legibilidad desde un punto de vista estético, pero salvaguardando todos sus valores documentales genuinos, sin eliminar generalmente aportaciones de otras épocas por el testimonio que suponen del quehacer humano”, comenta Johanna Theile.
La primera fase consiste en limpiar el documento, luego se hace un diagnóstico del estado de la obra y se realiza una propuesta de restauración y conservación. La académica explica que es muy importante el análisis previo que se realiza de la obra, ya que lo principal es alargar la vida de los documentos y optar por la intervención sólo si es necesario. “Se antepone la conservación ante la restauración”, añade.
En cuanto al uso de los materiales, la académica comenta que estos deben ser homogéneos o compatibles con los originales, para evitar daños adicionales. “Es fundamental emplear materiales estables y reversibles a fin de facilitar futuras intervenciones, y respecto a éstas, deben ser fácilmente reconocibles con el fin de evitar confusiones miméticas y falsificaciones, pero del mismo modo cuidando de no romper la unidad de obra”, enfatiza Theile.
Digitalización
Una segunda etapa de este trabajo tiene que ver con la digitalización, proceso que tiene a cargo Yessika Zuta. La directora de la biblioteca explica que el trabajo de digitalizar y conservar comenzó el año 2011 y durante el presente período se procedió con los 19 compositores de la Universidad de Chile que han ganado premios nacionales música y suman 100 partituras.
“La meta – explica Zuta – es difundir este material a través de un software patrimonial y brindar así un mejor y rápido acceso a colecciones a través de Internet donde se podrán consultar aquellas obras que estén libres de derecho de autor. Esperamos tenerlo disponible a fin de año”.
Las colecciones que poseen las bibliotecas de la Facultad de Artes son únicas, tanto como manuscritos de dramaturgos, las composiciones musicales, libretos, partituras, programas, tesis y libros, que con el paso del tiempo sufren un deterioro y daño paulatino, por lo tanto este trabajo recién comienza.
Sobre esa base Jessika Zuta y Johanna Theile coinciden en que la meta es preservar el material bibliográfico y patrimonial evitando que desaparezcan en el tiempo por falta de cuidado y restauración adecuada.
