El sector público abandonó el trabajo de la Mesa Social de Aysén, acusando nulo avance en sus demandas y enfatizando que la decisión solo está enfocada en poner fin a la canalización de sus demandas sectoriales a través de esta instancia y que no ha variado en absoluto el apoyo a las legítimas demandas del pueblo aysenino expuestas en el Petitorio Por Aysén.

De esta manera, los más de cinco mil funcionarios de la Región de Aysén que conformaban este movimiento buscarán otras vías para que surjan sus demandas por equidad en el ámbito laboral.

En este sentido, el coordinador del sector, Richard Sepúlveda, denunció que la situación “está bastante estancada, a pesar de que han salido personeros del Gobierno y algunos de los dirigentes de la propia Mesa Social avalando cifras que bordean el 90 por ciento de avance, cuando la sensación ciudadana es bastante distinta”.

“Nosotros no podemos seguir apoyando que la Mesa Social siga avalando ese tipo de cifras, cuando tenemos un sector completo que no ha sido respondido, ni siquiera con los temas que no requieren inyección de recursos financiero, sino voluntad política”, agregó el dirigente.

Por su parte, el Gobierno ha sido reacio a avanzar en las peticiones pro-equidad de los trabajadores, los que se mostraron decepcionados con la visita de la ministra del rubro, Evelyn Mathei, quien afirmó recientemente que, una de las principales aspiraciones de la Mesa, el establecimiento de un sueldo mínimo regionalizado, “es muy difícil de implementar”.

La declaraciones terminaron por diluir la paciencia de este sector del Movimiento Ciudadano por Aysén, después de casi siete meses de negociación.

El problema, en tanto, fue reconocido por el vocero de la Mesa Social, Iván Fuentes: “En el caso de ellos, específicamente, por supuesto que se ha demorado mucho en resolver y eso lo hemos dicho y reiterado que hay temas que están pendientes, y lo más pendiente es el caso del sector público y con justa razón ellos tienen que buscar su fórmula y manifestar su disgusto. No hay ninguna diferencia con eso, cada quien puede optar por el camino que le parezca y concuerdo plenamente con ellos de que el  Gobierno se ha demorado mucho”, admitió.

Fuentes también hizo un balance de los logros obtenidos hasta el momento, indicando que si bien hay importantes avances en salud, en educación y en el sector agrícola, entre otros, existe mucha burocracia en el proceso, por ejemplo, en el tema de la zona franca. “Creo que el tropiezo, lo más grande, lo peor que le pasa a Chile es lo burocrático”, sostuvo.

A mitad de año, también dejaron la Mesa Social los integrantes del movimiento Patagonia Sin Represas, frente a la poca disposición que observaron en las autoridades de avanzar en temas de fondo como mayor participación ciudadana.

Al respecto, Patricio Segura de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida y presidente de la Corporación para el Desarrollo, acusó que el Gobierno “no está disponible para los cambios de fondo que está reclamando Chile, entonces habrá que seguir con los procesos de movilización, porque esa es la única vía”.

“Al Gobierno cuesta mucho convencerlo porque tienen un chip de neoliberalismo instalado a fuego y, en el fondo, no hay que convencerlos, lo que hay que hacer es que vean que el costo político para ellos va a ser mayor si no acceden a las demandas que si acceden a ellas”, agregó Segura.

El dirigente sostuvo que no se va a avanzar si los sectores descontentos no se levantan, pues “el Gobierno ha respondido en las cosas de urgencia, pero no en las transformaciones profundas que hay que realizar tanto en regiones como en todo el país”. En esa línea, añadió que no le parece nada raro que las distintas organizaciones se estén re-agrupando y buscando nuevas estrategias.