En mayo de este año, los diputados de la Democracia Cristiana, Gabriel Silber y Gabriel Ascencio mostraban su preocupación por la participación de los llamados “ministros presidenciables” en actividades públicas que podrían ser consideradas parte de anticipadas campañas electorales.
Por eso presentaron una solicitud de pronunciamiento a la Contraloría General de la República, órgano que finalmente comunicó un reproche al Ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, y del Medioambiente, María Ignacia Benítez por su participación en desayuno en Recoleta, considerado como un acto proselitista.
En esta actividad realizada en el marco del día de la madre participó también la Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, a quién se le desestimó cualquier pronunciamiento por considerársele dentro de sus atribuciones, ya que todos los personeros se trasladaron en vehículos fiscales y en horario de trabajo.
Sin embargo, al pronunciamiento de la Controlaría de suma un sumario en el Juzgado de Policía Local de Pencahue por la aparición de Golborne en una gigantografía que podría ser considerada como “publicidad anticipada, por medios no aptos o de forma prohibida”.
Esto fue lamentado por el diputado DC Gabriel Ascencio, quien aseguró que la Laurence Golborne, como “principal inculpado”, goza de “un tratamiento distinto”, pues “a la alcaldesa de Pencahue le mandan un sumario encima, le anuncian que se van a establecer sanciones y en este dictamen del contralor que, si bien reconoce la irregularidad cometida por el ministro Golborne, no procede ordenando el sumario”, compara.
En la misma línea el diputado del Partido Socialista, Carlos Montes, aseguró que estos antecedentes configuran una clara intervención electoral, pues “el señor Golborne se reúne con deudores hipotecarios, que no tiene nada que ver con su cartera, en horas de trabajo”, aseguró. Por ello, Montes llamó a la derecha a “ser más consecuente”, y sigan los compromisos adquiridos cuando, en el periodo de Michelle Bachelet, “presentaron una indicación para que los ministros participen en actividades políticas. Nosotros sosteníamos que fuera del horario de trabajo podrían hacerlo, pero lamentablemente ellos no están cumpliendo eso dentro de su horario”, sostuvo.
En el análisis, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de nuestra casa de estudios, María Cristina Escudero, coincidió en que esta fue una práctica duramente criticada por la derecha durante los gobiernos de la Concertación, peor que fue más duramente criticada por la gente y la opinión pública. “Creo que si la ciudadanía no lo toleró antes, tampoco lo va a tolerar ahora, o no debería hacerlo. Entonces yo creo que causa un perjuicio y un desprestigio de la actividad política”, declaró Escudero.
A pesar de los cuestionamientos, Laurence Golborne asegura que “los ministros de Estado no tenemos que dar explicaciones por cada cosa que hacemos. No hay sanción, he actuado correctamente”.
En mayo de este año, los diputados de la Democracia Cristiana, Gabriel Silber y Gabriel Ascencio mostraban su preocupación por la participación de los llamados “ministros presidenciables” en actividades públicas que podrían ser consideradas parte de anticipadas campañas electorales.
Por eso presentaron una solicitud de pronunciamiento a la Contraloría General de la República, órgano que finalmente comunicó un reproche al Ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, y del Medioambiente, María Ignacia Benítez por su participación en desayuno en Recoleta, considerado como un acto proselitista.
En esta actividad realizada en el marco del día de la madre participó también la Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, a quién se le desestimó cualquier pronunciamiento por considerársele dentro de sus atribuciones, ya que todos los personeros se trasladaron en vehículos fiscales y en horario de trabajo.
Sin embargo, al pronunciamiento de la Controlaría de suma un sumario en el Juzgado de Policía Local de Pencahue por la aparición de Golborne en una gigantografía que podría ser considerada como “publicidad anticipada, por medios no aptos o de forma prohibida”.
Esto fue lamentado por el diputado DC Gabriel Ascencio, quien aseguró que la Laurence Golborne, como “principal inculpado”, goza de “un tratamiento distinto”, pues “a la alcaldesa de Pencahue le mandan un sumario encima, le anuncian que se van a establecer sanciones y en este dictamen del contralor que, si bien reconoce la irregularidad cometida por el ministro Golborne, no procede ordenando el sumario”, compara.
En la misma línea el diputado del Partido Socialista, Carlos Montes, aseguró que estos antecedentes configuran una clara intervención electoral, pues “el señor Golborne se reúne con deudores hipotecarios, que no tiene nada que ver con su cartera, en horas de trabajo”, aseguró. Por ello, Montes llamó a la derecha a “ser más consecuente”, y sigan los compromisos adquiridos cuando, en el periodo de Michelle Bachelet, “presentaron una indicación para que los ministros participen en actividades políticas. Nosotros sosteníamos que fuera del horario de trabajo podrían hacerlo, pero lamentablemente ellos no están cumpliendo eso dentro de su horario”, sostuvo.
En el análisis, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de nuestra casa de estudios, María Cristina Escudero, coincidió en que esta fue una práctica duramente criticada por la derecha durante los gobiernos de la Concertación, peor que fue más duramente criticada por la gente y la opinión pública. “Creo que si la ciudadanía no lo toleró antes, tampoco lo va a tolerar ahora, o no debería hacerlo. Entonces yo creo que causa un perjuicio y un desprestigio de la actividad política”, declaró Escudero.
A pesar de los cuestionamientos, Laurence Golborne asegura que “los ministros de Estado no tenemos que dar explicaciones por cada cosa que hacemos. No hay sanción, he actuado correctamente”.
En mayo de este año, los diputados de la Democracia Cristiana, Gabriel Silber y Gabriel Ascencio mostraban su preocupación por la participación de los llamados “ministros presidenciables” en actividades públicas que podrían ser consideradas parte de anticipadas campañas electorales.
Por eso presentaron una solicitud de pronunciamiento a la Contraloría General de la República, órgano que finalmente comunicó un reproche al Ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, y del Medioambiente, María Ignacia Benítez por su participación en desayuno en Recoleta, considerado como un acto proselitista.
En esta actividad realizada en el marco del día de la madre participó también la Ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, a quién se le desestimó cualquier pronunciamiento por considerársele dentro de sus atribuciones, ya que todos los personeros se trasladaron en vehículos fiscales y en horario de trabajo.
Sin embargo, al pronunciamiento de la Controlaría de suma un sumario en el Juzgado de Policía Local de Pencahue por la aparición de Golborne en una gigantografía que podría ser considerada como “publicidad anticipada, por medios no aptos o de forma prohibida”.
Esto fue lamentado por el diputado DC Gabriel Ascencio, quien aseguró que la Laurence Golborne, como “principal inculpado”, goza de “un tratamiento distinto”, pues “a la alcaldesa de Pencahue le mandan un sumario encima, le anuncian que se van a establecer sanciones y en este dictamen del contralor que, si bien reconoce la irregularidad cometida por el ministro Golborne, no procede ordenando el sumario”, compara.
En la misma línea el diputado del Partido Socialista, Carlos Montes, aseguró que estos antecedentes configuran una clara intervención electoral, pues “el señor Golborne se reúne con deudores hipotecarios, que no tiene nada que ver con su cartera, en horas de trabajo”, aseguró. Por ello, Montes llamó a la derecha a “ser más consecuente”, y sigan los compromisos adquiridos cuando, en el periodo de Michelle Bachelet, “presentaron una indicación para que los ministros participen en actividades políticas. Nosotros sosteníamos que fuera del horario de trabajo podrían hacerlo, pero lamentablemente ellos no están cumpliendo eso dentro de su horario”, sostuvo.
En el análisis, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de nuestra casa de estudios, María Cristina Escudero, coincidió en que esta fue una práctica duramente criticada por la derecha durante los gobiernos de la Concertación, peor que fue más duramente criticada por la gente y la opinión pública. “Creo que si la ciudadanía no lo toleró antes, tampoco lo va a tolerar ahora, o no debería hacerlo. Entonces yo creo que causa un perjuicio y un desprestigio de la actividad política”, declaró Escudero.
A pesar de los cuestionamientos, Laurence Golborne asegura que “los ministros de Estado no tenemos que dar explicaciones por cada cosa que hacemos. No hay sanción, he actuado correctamente”.
