El gran salto de Felix Baumgartner que rompió la barrera del sonido
Primero fue un ascenso de dos horas a la estratosfera. Luego, una caída libre desde 39.068 metros de altura que marcó un hito en la historia de la humanidad cuando se alcanzó una velocidad que logró romper la barrera del sonido.
radio.uchile.cl con información RFI
Lunes 15 de octubre 2012 16:30 hrs.
Todo el mundo hizo eco de la gesta, que ha marcado un hito histórico. El protagonista fue Felix Baumgartner, quien se convirtió en el primer humano que rompió la barrera del sonido luego de lanzarse desde 39.068 metros de altura.
Equipado con un traje especial diseñado para hacer frente a la falta de oxígeno y temperaturas de hasta 70 grados bajo cero en el descenso, la hazaña se llevó a cabo en el segundo intento en el que el aventurero de 43 años pudo evitar los problemas meteorológicos que surgieron el pasado martes y logró subir en globo a la estratosfera para más tarde lanzarse al vacío después de un ascenso de dos horas.
Baumgartner, que se preparaba desde hace cinco años para esta misión, habría roto de esta forma tres récords: ser el primero en superar la velocidad del sonido (más de 1.100 kilómetros por hora, concretamente 1.342,8 km/hrs) sin ayuda mecánica, realizar el salto con paracaídas desde más altura y lograr subir en globo al punto más alejado de la tierra.
Después de aterrizar con éxito en desierto de Nuevo México, Estados Unidos, Baumgartner comentó que “durante los primeros momentos, creí que perdía la consciencia por la violencia de la caída y la velocidad del descenso. Ha sido más difícil de lo que todos esperábamos. Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido, aunque desde el punto de vista de la consciencia, siempre supe lo que sucedía. Estás deshidratado, cansado. Allá arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma muy diferente, por lo que fue muy difícil.
Según confirmaron representantes del proyecto, denominado Misión al borde del espacio, luego de transcurridos 35 segundos de la misión, descendía a más de 1.100 kilómetros por hora y después de la vertiginosa caída, abrió el paracaídas para descender suavemente al suelo.
La única marca que no superó fue la de protagonizar la caída libre más larga: La suya duró cuatro minutos y 19 segundos, mientras que el récord anterior, de cuatro minutos y 36 segundos lo conserva Joe Kittinger, quien estableció la marca hace 52 años.
Todo el mundo hizo eco de la gesta, que ha marcado un hito histórico. El protagonista fue Felix Baumgartner, quien se convirtió en el primer humano que rompió la barrera del sonido luego de lanzarse desde 39.068 metros de altura.
Equipado con un traje especial diseñado para hacer frente a la falta de oxígeno y temperaturas de hasta 70 grados bajo cero en el descenso, la hazaña se llevó a cabo en el segundo intento en el que el aventurero de 43 años pudo evitar los problemas meteorológicos que surgieron el pasado martes y logró subir en globo a la estratosfera para más tarde lanzarse al vacío después de un ascenso de dos horas.
Baumgartner, que se preparaba desde hace cinco años para esta misión, habría roto de esta forma tres récords: ser el primero en superar la velocidad del sonido (más de 1.100 kilómetros por hora, concretamente 1.342,8 km/hrs) sin ayuda mecánica, realizar el salto con paracaídas desde más altura y lograr subir en globo al punto más alejado de la tierra.
Después de aterrizar con éxito en desierto de Nuevo México, Estados Unidos, Baumgartner comentó que “durante los primeros momentos, creí que perdía la consciencia por la violencia de la caída y la velocidad del descenso. Ha sido más difícil de lo que todos esperábamos. Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido, aunque desde el punto de vista de la consciencia, siempre supe lo que sucedía. Estás deshidratado, cansado. Allá arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma muy diferente, por lo que fue muy difícil.
Según confirmaron representantes del proyecto, denominado Misión al borde del espacio, luego de transcurridos 35 segundos de la misión, descendía a más de 1.100 kilómetros por hora y después de la vertiginosa caída, abrió el paracaídas para descender suavemente al suelo.
La única marca que no superó fue la de protagonizar la caída libre más larga: La suya duró cuatro minutos y 19 segundos, mientras que el récord anterior, de cuatro minutos y 36 segundos lo conserva Joe Kittinger, quien estableció la marca hace 52 años.
Todo el mundo hizo eco de la gesta, que ha marcado un hito histórico. El protagonista fue Felix Baumgartner, quien se convirtió en el primer humano que rompió la barrera del sonido luego de lanzarse desde 39.068 metros de altura.
Equipado con un traje especial diseñado para hacer frente a la falta de oxígeno y temperaturas de hasta 70 grados bajo cero en el descenso, la hazaña se llevó a cabo en el segundo intento en el que el aventurero de 43 años pudo evitar los problemas meteorológicos que surgieron el pasado martes y logró subir en globo a la estratosfera para más tarde lanzarse al vacío después de un ascenso de dos horas.
Baumgartner, que se preparaba desde hace cinco años para esta misión, habría roto de esta forma tres récords: ser el primero en superar la velocidad del sonido (más de 1.100 kilómetros por hora, concretamente 1.342,8 km/hrs) sin ayuda mecánica, realizar el salto con paracaídas desde más altura y lograr subir en globo al punto más alejado de la tierra.
Después de aterrizar con éxito en desierto de Nuevo México, Estados Unidos, Baumgartner comentó que “durante los primeros momentos, creí que perdía la consciencia por la violencia de la caída y la velocidad del descenso. Ha sido más difícil de lo que todos esperábamos. Durante unos segundos pensé que iba a perder el sentido, aunque desde el punto de vista de la consciencia, siempre supe lo que sucedía. Estás deshidratado, cansado. Allá arriba es un mundo distinto, el cuerpo reacciona de forma muy diferente, por lo que fue muy difícil.
Según confirmaron representantes del proyecto, denominado Misión al borde del espacio, luego de transcurridos 35 segundos de la misión, descendía a más de 1.100 kilómetros por hora y después de la vertiginosa caída, abrió el paracaídas para descender suavemente al suelo.
La única marca que no superó fue la de protagonizar la caída libre más larga: La suya duró cuatro minutos y 19 segundos, mientras que el récord anterior, de cuatro minutos y 36 segundos lo conserva Joe Kittinger, quien estableció la marca hace 52 años.
