Este martes, el Servicio Nacional de Mujer y Equidad de Género (Sernameg) emitió un comunicado respecto de la remoción de Isabel Amor como directora regional en Los Ríos a 48 horas de haber asumido el cargo por la causal de “perdida de confianza”.

En el texto, se detallan los motivos que llevaron a la institución a tomar dicha decisión, entre ellos, “comentarios desafortunados relativos a la condena de su padre, expresados al conocer al equipo del servicio que trabaja en la región de Los Ríos; a lo cual se suma el envío -por parte de la ex directora- de una nota periodística que aún no era publicada, donde relativiza la responsabilidad de su padre, pese a existir una condena por violación de derechos humanos ejecutoriada en su contra, en el caso de Luis Corvalán Castillo”.

“Como institución pública que busca garantizar el derecho a vivir una vida libre de violencia, somos responsables de sostener siempre un férreo compromiso con los derechos humanos y respeto hacia las víctimas, y nuestro actuar se ha ajustado en todo momento a la normativa vigente aplicable en la materia”, consigna el documento.

En tanto, la directora del Sernameg, Priscilla Carrasco, explicó este miércoles en conversación con ADN, que Amor informó la situación judicial de su papá, Manuel Amor, después de haber sido seleccionada como directora.

“Tenemos una postura clara respecto a que los hijos de personas que cometen violación a derechos humanos no tienen que cargar con el delito de su padre”, explicó la autoridad de Gobierno, junto con agregar que en este caso se trató de “no contar la información” previo a su nombramiento.

Así, Carrasco hizo hincapié en que “son antecedentes sensibles, porque son temas que tienen que ver con las materias que trabajamos en el servicio”.

En la misma línea, la ministra de Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, defendió la remoción de Isabel Amor y sostuvo en Cooperativa que “la confianza sí se puede perder en un par de días u horas si uno descubre que hubo activa omisión de información relevante o hay falta de criterio a la hora de abordar determinadas situaciones”.

“El servicio es autónomo y descentralizado, yo no tomo la decisión (…) las decisiones son de la directora“, recalcó Orellana.

Por su parte,  Amor se refirió a su remoción  en una entrevista con Revista Sábado en la que señaló que “se me debe juzgar por mi trabajo, no por la condena de mi padre“.

Además, la ex jefa regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en Ñuble y ex directora ejecutiva de la Fundación Iguales, afirmó que su salida del cargo respondió a “presiones ministeriales”.

Hay que recordar que Manuel Amor, médico y funcionario en retiro del Ejército, está condenado en calidad de encubridor de las torturas cometidas contra Luis Corvalán, exlíder del Partido Comunista, después del golpe militar de 1973.