Cerca de 240 mil alumnos de cuarto año básico rendirán durante este jueves las pruebas Simce de Lenguaje y Comunicación y Matemática. A ellos se sumarán los estudiantes de segundo año básico y de los ciclos de segundo y tercer año de enseñanza media, que se evaluarán entre el 23 de octubre y el 6 de noviembre.
Los encargados de oficializar el inicio de este proceso fueron el Ministro de Educación, Harald Beyer, y Sebastián Izquierdo, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad, institución que se hará cargo de la medición Simce a partir del próximo año.
Izquierdo detalló algunas novedades que incluirá la evaluación para el año 2013 será “evaluar otros indicadores de calidad con el propósito de medirla desde un punto de vista más integral. Es decir, cognitivo como no cognitivo”, detalló. Pero además, Izquierdo agregó que “tomando en consideración las características socioeconómicas de los alumnos, vamos a ordenar a todos los establecimientos en cuatro categorías, con el propósito de identificar a aquellos que necesiten mayor apoyo y orientación”.
Sin embargo, Pablo Toro, vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), señaló que medir la calidad es nocivo, “porque uno mide la calidad de un producto, ver qué tan bueno o qué tan malo es dentro del sistema mercantil. ¿Cómo se mide la calidad en el mercado? mediante cosas estandarizadas, como la prueba Simce”. Por ello, el dirigente aseguró desde el movimiento estudiantil “no hablamos de calidad en la educación sino de excelencia y nosotros que estamos buscando la excelencia, aunque le hagan cambios a la prueba Simce, no cambia el modelo”.
Pablo Toro reiteró su inconformidad con el Ministro Harald Beyer, por no eliminar la prueba, y con los Gobiernos de la Concertación por implementar, a su juicio, un modelo educativo “mercantilizado”. Por ello es que el vocero de la ACES anticipó que “respecto a las movilizaciones que se puedan dar durante este mes, nosotros como ACES las vamos a enfocar directamente en las municipales, como la toma del Servel, como la funa al acto del No y yo creo que vamos a seguir con esta táctica de hacer acciones con la consigna de “yo no presto el voto”, pues “el movimiento estudiantil no es algo de tan solo un año”, concluyó.
Por su parte, Gabriel González, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), indicó que la próxima semana decidirán nuevas movilizaciones.
Gabriel Boric, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, manifestó que la distribución de recursos a los establecimientos educacionales, de acuerdo a los resultados Simce, ha sido una pésima política. Según el vocero de la Confech, la asignación de los dineros debe ser a través de aportes basales directos, para asegurar mejores condiciones a los estudiantes.
En este sentido, Mario Sobarzo, académico del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (Opech), abogó por modificaciones al sistema de medición de los avances curriculares; cambios que deben apuntar a una “construcción en relación a las comunidades educativas y que las mediciones tengan que ver con una retroalimentación verdadera a las comunidades”, pues sino, “estamos hablando de una cosa que no sirve sino para que cada año salga el Ministro diciendo que subimos dos puntos y tenemos que estar muy contentos o estamos estancados”. Una “discusión es bizantina”, según Sobarzo.
Tanto Gabriel González, de la Cones, como Gabriel Boric, de la FECH, subrayaron que el conflicto de los estudiantes con el Gobierno sigue abierto y que no terminará mientras las autoridades públicas no atiendan las demandas de la ciudadanía.
Cerca de 240 mil alumnos de cuarto año básico rendirán durante este jueves las pruebas Simce de Lenguaje y Comunicación y Matemática. A ellos se sumarán los estudiantes de segundo año básico y de los ciclos de segundo y tercer año de enseñanza media, que se evaluarán entre el 23 de octubre y el 6 de noviembre.
Los encargados de oficializar el inicio de este proceso fueron el Ministro de Educación, Harald Beyer, y Sebastián Izquierdo, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad, institución que se hará cargo de la medición Simce a partir del próximo año.
Izquierdo detalló algunas novedades que incluirá la evaluación para el año 2013 será “evaluar otros indicadores de calidad con el propósito de medirla desde un punto de vista más integral. Es decir, cognitivo como no cognitivo”, detalló. Pero además, Izquierdo agregó que “tomando en consideración las características socioeconómicas de los alumnos, vamos a ordenar a todos los establecimientos en cuatro categorías, con el propósito de identificar a aquellos que necesiten mayor apoyo y orientación”.
Sin embargo, Pablo Toro, vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), señaló que medir la calidad es nocivo, “porque uno mide la calidad de un producto, ver qué tan bueno o qué tan malo es dentro del sistema mercantil. ¿Cómo se mide la calidad en el mercado? mediante cosas estandarizadas, como la prueba Simce”. Por ello, el dirigente aseguró desde el movimiento estudiantil “no hablamos de calidad en la educación sino de excelencia y nosotros que estamos buscando la excelencia, aunque le hagan cambios a la prueba Simce, no cambia el modelo”.
Pablo Toro reiteró su inconformidad con el Ministro Harald Beyer, por no eliminar la prueba, y con los Gobiernos de la Concertación por implementar, a su juicio, un modelo educativo “mercantilizado”. Por ello es que el vocero de la ACES anticipó que “respecto a las movilizaciones que se puedan dar durante este mes, nosotros como ACES las vamos a enfocar directamente en las municipales, como la toma del Servel, como la funa al acto del No y yo creo que vamos a seguir con esta táctica de hacer acciones con la consigna de “yo no presto el voto”, pues “el movimiento estudiantil no es algo de tan solo un año”, concluyó.
Por su parte, Gabriel González, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), indicó que la próxima semana decidirán nuevas movilizaciones.
Gabriel Boric, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, manifestó que la distribución de recursos a los establecimientos educacionales, de acuerdo a los resultados Simce, ha sido una pésima política. Según el vocero de la Confech, la asignación de los dineros debe ser a través de aportes basales directos, para asegurar mejores condiciones a los estudiantes.
En este sentido, Mario Sobarzo, académico del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (Opech), abogó por modificaciones al sistema de medición de los avances curriculares; cambios que deben apuntar a una “construcción en relación a las comunidades educativas y que las mediciones tengan que ver con una retroalimentación verdadera a las comunidades”, pues sino, “estamos hablando de una cosa que no sirve sino para que cada año salga el Ministro diciendo que subimos dos puntos y tenemos que estar muy contentos o estamos estancados”. Una “discusión es bizantina”, según Sobarzo.
Tanto Gabriel González, de la Cones, como Gabriel Boric, de la FECH, subrayaron que el conflicto de los estudiantes con el Gobierno sigue abierto y que no terminará mientras las autoridades públicas no atiendan las demandas de la ciudadanía.
Cerca de 240 mil alumnos de cuarto año básico rendirán durante este jueves las pruebas Simce de Lenguaje y Comunicación y Matemática. A ellos se sumarán los estudiantes de segundo año básico y de los ciclos de segundo y tercer año de enseñanza media, que se evaluarán entre el 23 de octubre y el 6 de noviembre.
Los encargados de oficializar el inicio de este proceso fueron el Ministro de Educación, Harald Beyer, y Sebastián Izquierdo, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad, institución que se hará cargo de la medición Simce a partir del próximo año.
Izquierdo detalló algunas novedades que incluirá la evaluación para el año 2013 será “evaluar otros indicadores de calidad con el propósito de medirla desde un punto de vista más integral. Es decir, cognitivo como no cognitivo”, detalló. Pero además, Izquierdo agregó que “tomando en consideración las características socioeconómicas de los alumnos, vamos a ordenar a todos los establecimientos en cuatro categorías, con el propósito de identificar a aquellos que necesiten mayor apoyo y orientación”.
Sin embargo, Pablo Toro, vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), señaló que medir la calidad es nocivo, “porque uno mide la calidad de un producto, ver qué tan bueno o qué tan malo es dentro del sistema mercantil. ¿Cómo se mide la calidad en el mercado? mediante cosas estandarizadas, como la prueba Simce”. Por ello, el dirigente aseguró desde el movimiento estudiantil “no hablamos de calidad en la educación sino de excelencia y nosotros que estamos buscando la excelencia, aunque le hagan cambios a la prueba Simce, no cambia el modelo”.
Pablo Toro reiteró su inconformidad con el Ministro Harald Beyer, por no eliminar la prueba, y con los Gobiernos de la Concertación por implementar, a su juicio, un modelo educativo “mercantilizado”. Por ello es que el vocero de la ACES anticipó que “respecto a las movilizaciones que se puedan dar durante este mes, nosotros como ACES las vamos a enfocar directamente en las municipales, como la toma del Servel, como la funa al acto del No y yo creo que vamos a seguir con esta táctica de hacer acciones con la consigna de “yo no presto el voto”, pues “el movimiento estudiantil no es algo de tan solo un año”, concluyó.
Por su parte, Gabriel González, vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), indicó que la próxima semana decidirán nuevas movilizaciones.
Gabriel Boric, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, manifestó que la distribución de recursos a los establecimientos educacionales, de acuerdo a los resultados Simce, ha sido una pésima política. Según el vocero de la Confech, la asignación de los dineros debe ser a través de aportes basales directos, para asegurar mejores condiciones a los estudiantes.
En este sentido, Mario Sobarzo, académico del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (Opech), abogó por modificaciones al sistema de medición de los avances curriculares; cambios que deben apuntar a una “construcción en relación a las comunidades educativas y que las mediciones tengan que ver con una retroalimentación verdadera a las comunidades”, pues sino, “estamos hablando de una cosa que no sirve sino para que cada año salga el Ministro diciendo que subimos dos puntos y tenemos que estar muy contentos o estamos estancados”. Una “discusión es bizantina”, según Sobarzo.
Tanto Gabriel González, de la Cones, como Gabriel Boric, de la FECH, subrayaron que el conflicto de los estudiantes con el Gobierno sigue abierto y que no terminará mientras las autoridades públicas no atiendan las demandas de la ciudadanía.
