El INE informó de un alza de 6,5% en el Índice de Remuneraciones, registrando una variación real de 4,3% en los últimos doce meses. A ello hay que sumar el aumento del costo de mano de obra en un 7,1%, cifras que denotan un mercado laboral activo. Esto rompe la evolución decreciente que las estadísticas mostraron desde julio del año pasado.
El pago de horas extraordinarias subió un 0,8% en el último año, mientras que el costo por hora trabajada bajó en un 0,3%. Para el economista Juan Carlos Scapini, consultor experto en desarrollo económico, estas cifras son arrastradas por rubros en expansión.
Scapini apuntó que “estamos viendo una razón de mercado que está elevando los sueldos y salarios de una manera generalizada, a pesar que hay sectores con mayor crecimiento, como la minería o la construcción. Entonces eso produce que el índice suba de una manera importante, medido en noviembre”.
Alejandro Micco, académico de la Universidad de Chile, advierte que esto no deriva en aumentar las plazas laborales en el país. Pese a que las cifras muestran una realidad cercana al pleno empleo, sostiene que el margen de cesantía es aún muy alto para esta apreciación.
“Esta alza continua dice que cualquier aumento de la demanda agregada, se va a traducir no en puestos de trabajo, sino que los salarios van a seguir aumentando. Esto es en una situación económica que uno llama de pleno empleo. Por desgracia, eso en Chile se cumple con niveles altos de desempleo, y un 6% de desempleo también es alto”, declaró.
Para Gonzalo Durán, investigador de empleo y desigualdad de la Fundación Sol, este índice apunta al sector privado, donde las remuneraciones siguen siendo muy bajas para un amplio porcentaje del sector, con un alza que, en la práctica, no provoca impacto económico: “Según los datos Casen, qué pasa con la mitad de los trabajadores en Chile del sector privado, donde el 50% gana menos de 218 mil 800 pesos, es un punto de partida muy bajo. Si le aplicamos este 4,3%, vemos que sube a 228 mil pesos, lo cual sigue siendo una cifra exigua, por lo que no hay que complacerse con una cifra como esa”.
Durán comparó las cifras de aumento en los salarios con la inflación de 2012, donde los 20 productos que más subieron de precio son los alimentos, con un alza promedio del 10%, e indicó que “cuando empiezas a desglosar que pasó con el IPC, ves que hay un general de 1,5, pero la mayoría de los productos subieron más que el promedio. La inflación de los alimentos subió más que el triple de la inflación general, eso no pasa en ningún país de América Latina. Somos el país que más veces la inflación de alimentos está contenida en la inflación general”.
Con estas cifras, la economía chilena se prepara para un incierto 2013, acercándose al pleno empleo, y con amplia oferta estacional en empleos agrícolas y necesidad de aumentar mano de obra en la construcción.
El INE informó de un alza de 6,5% en el Índice de Remuneraciones, registrando una variación real de 4,3% en los últimos doce meses. A ello hay que sumar el aumento del costo de mano de obra en un 7,1%, cifras que denotan un mercado laboral activo. Esto rompe la evolución decreciente que las estadísticas mostraron desde julio del año pasado.
El pago de horas extraordinarias subió un 0,8% en el último año, mientras que el costo por hora trabajada bajó en un 0,3%. Para el economista Juan Carlos Scapini, consultor experto en desarrollo económico, estas cifras son arrastradas por rubros en expansión.
Scapini apuntó que “estamos viendo una razón de mercado que está elevando los sueldos y salarios de una manera generalizada, a pesar que hay sectores con mayor crecimiento, como la minería o la construcción. Entonces eso produce que el índice suba de una manera importante, medido en noviembre”.
Alejandro Micco, académico de la Universidad de Chile, advierte que esto no deriva en aumentar las plazas laborales en el país. Pese a que las cifras muestran una realidad cercana al pleno empleo, sostiene que el margen de cesantía es aún muy alto para esta apreciación.
“Esta alza continua dice que cualquier aumento de la demanda agregada, se va a traducir no en puestos de trabajo, sino que los salarios van a seguir aumentando. Esto es en una situación económica que uno llama de pleno empleo. Por desgracia, eso en Chile se cumple con niveles altos de desempleo, y un 6% de desempleo también es alto”, declaró.
Para Gonzalo Durán, investigador de empleo y desigualdad de la Fundación Sol, este índice apunta al sector privado, donde las remuneraciones siguen siendo muy bajas para un amplio porcentaje del sector, con un alza que, en la práctica, no provoca impacto económico: “Según los datos Casen, qué pasa con la mitad de los trabajadores en Chile del sector privado, donde el 50% gana menos de 218 mil 800 pesos, es un punto de partida muy bajo. Si le aplicamos este 4,3%, vemos que sube a 228 mil pesos, lo cual sigue siendo una cifra exigua, por lo que no hay que complacerse con una cifra como esa”.
Durán comparó las cifras de aumento en los salarios con la inflación de 2012, donde los 20 productos que más subieron de precio son los alimentos, con un alza promedio del 10%, e indicó que “cuando empiezas a desglosar que pasó con el IPC, ves que hay un general de 1,5, pero la mayoría de los productos subieron más que el promedio. La inflación de los alimentos subió más que el triple de la inflación general, eso no pasa en ningún país de América Latina. Somos el país que más veces la inflación de alimentos está contenida en la inflación general”.
Con estas cifras, la economía chilena se prepara para un incierto 2013, acercándose al pleno empleo, y con amplia oferta estacional en empleos agrícolas y necesidad de aumentar mano de obra en la construcción.
El INE informó de un alza de 6,5% en el Índice de Remuneraciones, registrando una variación real de 4,3% en los últimos doce meses. A ello hay que sumar el aumento del costo de mano de obra en un 7,1%, cifras que denotan un mercado laboral activo. Esto rompe la evolución decreciente que las estadísticas mostraron desde julio del año pasado.
El pago de horas extraordinarias subió un 0,8% en el último año, mientras que el costo por hora trabajada bajó en un 0,3%. Para el economista Juan Carlos Scapini, consultor experto en desarrollo económico, estas cifras son arrastradas por rubros en expansión.
Scapini apuntó que “estamos viendo una razón de mercado que está elevando los sueldos y salarios de una manera generalizada, a pesar que hay sectores con mayor crecimiento, como la minería o la construcción. Entonces eso produce que el índice suba de una manera importante, medido en noviembre”.
Alejandro Micco, académico de la Universidad de Chile, advierte que esto no deriva en aumentar las plazas laborales en el país. Pese a que las cifras muestran una realidad cercana al pleno empleo, sostiene que el margen de cesantía es aún muy alto para esta apreciación.
“Esta alza continua dice que cualquier aumento de la demanda agregada, se va a traducir no en puestos de trabajo, sino que los salarios van a seguir aumentando. Esto es en una situación económica que uno llama de pleno empleo. Por desgracia, eso en Chile se cumple con niveles altos de desempleo, y un 6% de desempleo también es alto”, declaró.
Para Gonzalo Durán, investigador de empleo y desigualdad de la Fundación Sol, este índice apunta al sector privado, donde las remuneraciones siguen siendo muy bajas para un amplio porcentaje del sector, con un alza que, en la práctica, no provoca impacto económico: “Según los datos Casen, qué pasa con la mitad de los trabajadores en Chile del sector privado, donde el 50% gana menos de 218 mil 800 pesos, es un punto de partida muy bajo. Si le aplicamos este 4,3%, vemos que sube a 228 mil pesos, lo cual sigue siendo una cifra exigua, por lo que no hay que complacerse con una cifra como esa”.
Durán comparó las cifras de aumento en los salarios con la inflación de 2012, donde los 20 productos que más subieron de precio son los alimentos, con un alza promedio del 10%, e indicó que “cuando empiezas a desglosar que pasó con el IPC, ves que hay un general de 1,5, pero la mayoría de los productos subieron más que el promedio. La inflación de los alimentos subió más que el triple de la inflación general, eso no pasa en ningún país de América Latina. Somos el país que más veces la inflación de alimentos está contenida en la inflación general”.
Con estas cifras, la economía chilena se prepara para un incierto 2013, acercándose al pleno empleo, y con amplia oferta estacional en empleos agrícolas y necesidad de aumentar mano de obra en la construcción.
