Elecciones Israel: Netanyahu, favorito para un tercer mandato
El Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu se encamina a renovar su alianza con los nacionalistas laicos de Avigdor Lieberman en las elecciones legislativas de este martes, según los sondeos. Los comicios están además marcados por el ascenso del ultranacionalista Naftali Bennett, mientras el centro y la izquierda llegan debilitados al no lograr formar una coalición.
Martes 22 de enero 2013 17:21 hrs.
Unos 5,6 millones de israelíes están llamados a votar este martes en unas elecciones legislativas donde Benjamin Netanyahu espera conquistar un tercer mandato. Para mantenerse en el poder, el Likud, el partido de derecha liberal del primer ministro, estaría en condiciones formar un gobierno de coalición con la formación nacionalista laica Yisrael Beitenu, de Avigdor Lieberman, que ganaría entre 32 y 35 escaños de los 120 que tiene la ‘Kneset’.
La campaña electoral estuvo marcada por la apatía y el pesimismo de los votantes que, pese al déficit galopante, el congelamiento del proceso de paz con los palestinos y las acusaciones de fraude de miembros de la coalición de gobierno, están dispuestos a renovar su confianza en Netanyahu.
El primer ministro puede contar sobre todo con la incapacidad de la oposición de centro-izquierda para encontrar una figura de peso. El Partido Laborista (16 o 17 escaños, según los sondeos), Yesh Atid (entre 10 y 13) y Hatnuá, el movimiento de la exministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (7 u 8), fracasaron a la hora de formar una coalición.
En lo que se ha dado en llamar la campaña Seinfeld, una alusión a la serie de humor judío neoyorquino basada en “nada” como tema, la estrella fue sobre todo Naftali Bennett, el líder del partido ultranacionalista Hogar Judío, cercano a los colonos, y que según los sondeos podría ganar hasta 15 escaños.
Pese a que el déficit es el doble de lo anunciado para 2012, Netanyahu tiene un balance económico favorable. Más complejo es su panorama internacional, con la reelección de Barack Obama en Estados Unidos, con quien el primer ministro ha tenido una relación tirante. A esto se suman las presiones de los europeos, que piden que Israel retome el diálogo con el presidente palestino Mahmud Abas.
A este panorama se agrega la probable agudización de la crisis con Irán por el desarrollo de su controvertido programa nuclear.
Se espera que las primeras estimaciones de estas elecciones sean conocidas tras el cierre de las meses de votación, a las 22H00 (20H00 GMT).
Unos 5,6 millones de israelíes están llamados a votar este martes en unas elecciones legislativas donde Benjamin Netanyahu espera conquistar un tercer mandato. Para mantenerse en el poder, el Likud, el partido de derecha liberal del primer ministro, estaría en condiciones formar un gobierno de coalición con la formación nacionalista laica Yisrael Beitenu, de Avigdor Lieberman, que ganaría entre 32 y 35 escaños de los 120 que tiene la ‘Kneset’.
La campaña electoral estuvo marcada por la apatía y el pesimismo de los votantes que, pese al déficit galopante, el congelamiento del proceso de paz con los palestinos y las acusaciones de fraude de miembros de la coalición de gobierno, están dispuestos a renovar su confianza en Netanyahu.
El primer ministro puede contar sobre todo con la incapacidad de la oposición de centro-izquierda para encontrar una figura de peso. El Partido Laborista (16 o 17 escaños, según los sondeos), Yesh Atid (entre 10 y 13) y Hatnuá, el movimiento de la exministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (7 u 8), fracasaron a la hora de formar una coalición.
En lo que se ha dado en llamar la campaña Seinfeld, una alusión a la serie de humor judío neoyorquino basada en “nada” como tema, la estrella fue sobre todo Naftali Bennett, el líder del partido ultranacionalista Hogar Judío, cercano a los colonos, y que según los sondeos podría ganar hasta 15 escaños.
Pese a que el déficit es el doble de lo anunciado para 2012, Netanyahu tiene un balance económico favorable. Más complejo es su panorama internacional, con la reelección de Barack Obama en Estados Unidos, con quien el primer ministro ha tenido una relación tirante. A esto se suman las presiones de los europeos, que piden que Israel retome el diálogo con el presidente palestino Mahmud Abas.
A este panorama se agrega la probable agudización de la crisis con Irán por el desarrollo de su controvertido programa nuclear.
Se espera que las primeras estimaciones de estas elecciones sean conocidas tras el cierre de las meses de votación, a las 22H00 (20H00 GMT).
Unos 5,6 millones de israelíes están llamados a votar este martes en unas elecciones legislativas donde Benjamin Netanyahu espera conquistar un tercer mandato. Para mantenerse en el poder, el Likud, el partido de derecha liberal del primer ministro, estaría en condiciones formar un gobierno de coalición con la formación nacionalista laica Yisrael Beitenu, de Avigdor Lieberman, que ganaría entre 32 y 35 escaños de los 120 que tiene la ‘Kneset’.
La campaña electoral estuvo marcada por la apatía y el pesimismo de los votantes que, pese al déficit galopante, el congelamiento del proceso de paz con los palestinos y las acusaciones de fraude de miembros de la coalición de gobierno, están dispuestos a renovar su confianza en Netanyahu.
El primer ministro puede contar sobre todo con la incapacidad de la oposición de centro-izquierda para encontrar una figura de peso. El Partido Laborista (16 o 17 escaños, según los sondeos), Yesh Atid (entre 10 y 13) y Hatnuá, el movimiento de la exministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (7 u 8), fracasaron a la hora de formar una coalición.
En lo que se ha dado en llamar la campaña Seinfeld, una alusión a la serie de humor judío neoyorquino basada en “nada” como tema, la estrella fue sobre todo Naftali Bennett, el líder del partido ultranacionalista Hogar Judío, cercano a los colonos, y que según los sondeos podría ganar hasta 15 escaños.
Pese a que el déficit es el doble de lo anunciado para 2012, Netanyahu tiene un balance económico favorable. Más complejo es su panorama internacional, con la reelección de Barack Obama en Estados Unidos, con quien el primer ministro ha tenido una relación tirante. A esto se suman las presiones de los europeos, que piden que Israel retome el diálogo con el presidente palestino Mahmud Abas.
A este panorama se agrega la probable agudización de la crisis con Irán por el desarrollo de su controvertido programa nuclear.
Se espera que las primeras estimaciones de estas elecciones sean conocidas tras el cierre de las meses de votación, a las 22H00 (20H00 GMT).
