Sólo un tercio de los Directores de Hospitales son médicos de profesión. La mayoría son ingenieros, administradores, contadores o provienen de otras carreras como psicología, Enfermería, Química y Farmacia, Obstetricia y Odontología. Pero ¿cuál es la razón de esto?
Desde el Colegio Médico Metropolitano afirmaron que el óptimo, el ideal es que el puesto lo ocupe un profesional en medicina, reconoció que hay otros factores como sueldos poco atractivos y condiciones de carrera poco favorables.
Otra de las aristas tiene que ver con el proceso de selección como indicó la vicepresidenta del organismo, Magali Pacheco.
En este sentido, la dirigenta de los facultativos explicó que “se trata de un tema de la forma de elegir estos profesionales por Alta Dirección Pública, porque tienen esquemas bastante rigidos en que en una primera selección eliminan a muchos postulantes, sobre todo a aquellos que no han tenido cargos de alta dirección pública, o sea muchas veces los postulantes tienen muchos requisitos, tienen bastantes posibilidades, como personas, como profesionales, pero no según los papeles”.
La dirigenta añadió que hay un alto porcentaje de concursos que quedan desiertos.
Por su lado, la presidenta de la Federación de Profesionales Universitarios de la Salud (Fenpruss), Gabriela Farías, afirmó que luego de años de implementación del sistema, se ha comprobado que éste no designa a los mejores, como se dijo en un principio, y que ni siquiera lleva a las personas más apropiadas para el cargo.
“Lo que ocurre es que debilita, desde el punto de vista organizacional, la concepción sanitaria de un establecimiento, porque le da otro cariz, lo enfoca de una manera distinta que muchas veces deja de lado las necesidades de los pacientes”, dijo.
Según la dirigente, “cuando a un ingeniero o administrador le dicen que tiene que conseguir equilibrio financiero como sea, porque tiene que tener números azules, puede caer en el riesgo de disminuir los días de estada, de comprar insumos que no son los mejores o disminuir el personal”.
En ese sentido, Gabriela Farías explicó que la lógica hospitalaria tiene que tener siempre una visión sanitaria y de salud pública, lo que no se da necesariamente en estos profesionales, que tienen una mirada que pone al centro la gestión económica.
En ese sentido, añadió que, lamentablemente, éstos tampoco se rodean de los mejores asesores, limitando también la capacidad de avanzar hacia un equipo amplio de gestión que sea capaz de combinar ambos aspectos.