Ramón Castillo, sindicado como líder de la secta que calcinó a un menor de dos días en Quilpué, fue encontrado muerto en Perú.
La información fue confirmada por la Fiscalía que precisó que las pruebas dactilares que se le practicaron al cuerpo corroboran la identidad del sujeto más conocido como “Antares de la Luz”.
El cadáver fue encontrado en una casona abandonada en las cercanías de Cusco. Según precisó el Ministerio Público, la hipótesis más probable sobre la causa de muerte es la de un suicidio. “Existen indicios esto debido a las marcas en su cuello, la soledad de la zona del hallazgo y los registros de asfixiamiento”. Esto deberá ser comprobado por el equipo de tanatólogos peruanos, quienes determinarán la hora exacta del fallecimiento.
En esa línea, el jefe de la Policía de Turismo de Cusco, Juvenal Zereceda, explicó a La Tercera que “el cuerpo estaba al interior de una vivienda, suspendido desde una viga por el cuello, con una soga de unos dos metros de largo que habría sido comprada por él mismo”.
El efectivo policial descartó la eventual participación de terceras personas: “Todos los antecedentes preliminares indican que se trataría de un suicidio”.
La PDI indicó que las huellas dactilares serán comparadas con los registros de nuestro país para corroborar la identidad de Ramón Castillo. Además, se realizarían pruebas de ADN para determinar si la víctima podría ser hijo de Castillo.
Durante la jornada de ayer, otros miembros de la secta quedaron en prisión preventiva después de haberse entregado a la Justicia.