A la luz de los acontecimientos de este año, volvemos a leer Hamlet como la historia de una generación a la que se le ha robado la promesa del futuro. Pero el joven príncipe Hamlet no va a conformarse con esa tristeza, no va a aceptar ese estado de las cosas.
Volvemos a Shakespeare para mirar las ruinas de un reino que pretende celebrar algo, recordar algo, disfrazar los escombros de su propia historia falsificando una memoria que, al final, no le pertenece a nadie. ¿Puede el teatro ayudarnos a entender algo?
La obra
Un espacio común compartido, un parque o quizás el patio de un liceo. Un escenario, a fin de cuentas.
Un grupo de seres humanos parece detenido, atrapado en la inquietante espera de algo que no llega. La atmosfera parece cargada de fantasmas, pero los fantasmas no existen. Todos sabemos eso. Como abandonados en el tiempo, la única posibilidad de estos cuerpos es encontrar en el otro la salida de esa prisión.
Este es un ajuste de cuentas entre generaciones. Es la búsqueda de un gesto de justicia entre el pasado oscuro y un presente incomprensible.
Los viejos sabían algo, y lo escondieron. Los jóvenes saben algo, pero no parece importarles.
El proceso
La compañía ha investigado intensivamente en el movimiento estudiantil para tratar de establecer vínculos entre la situación actual y los acontecimientos que hace 40 años cambiaron la historia de Chile.
Visitamos liceos en tomas, realizamos foros, dirigimos talleres. Escuchamos sin apuro y buscamos en los patios de esos colegios a Hamlet, escondido, esperando que su venganza ponga orden a este tiempo confuso.
Parte del elenco lo conforman estudiantes de 15 años. En el ejercicio de pensar en el teatro y en la historia de estos 40 años, optamos por abrir la escena a los cuerpos de esa generación que ha estado marcando el rumbo de los acontecimientos, de las agendas y de los proyectos que podrían definir los próximos 40 años.
Dramaturgia y dirección
Francisco Albornoz vuelve a estrenar en Teatro Mori Bellavista después de la exitosa temporada de Entender Mal, la versión que estrenó en mayo a partir del clásico de Albert Camus. En esta ocasión, la puesta en escena de Cuerpos y pequeñas cosas [Hamlet] puede ser vista como el reverso de la moneda respecto del trabajo anterior. Vuelve sobre el tema de ajustar cuentas con el pasado, de comprender las huellas de los que hemos hecho y de la relación entre padres e hijos, entre generaciones que entran en disputa por sus versiones del pasado. Y también es un ejercicio de teatralidad que busca la complicidad del público para completar su narración.
Albornoz lleva más de una década trabajando en la “reconstrucción” de Shakespeare, con puestas en escena como Relato del mar [Romeo & Julieta] en 2002, Lear [antes del mar] en 2004 y Julio César [mar] en 2006, entre otras.
Esta es la primera vez que decide firmar como dramaturgo la adaptación, aunque aclarando que se trata de un trabajo de investigación que ha incluido el diálogo y la cooperación de muchas personas.
Datos
Dramaturgia: Francisco Albornoz
Dirección: Francisco Albornoz
Elenco: María Jesús Marcone, Valentina Parada, Romina Gutierrez, Juan Cano, Alejandro Bradasic.
Diseño: April Gregory
Temporada: Desde el 29 de agosto al 5 de octubre
Horario: Jueves a sábado a las 20:30 horas.
Valores: $8.000 general y $4.500 estudiantes y tercera edad.
A la luz de los acontecimientos de este año, volvemos a leer Hamlet como la historia de una generación a la que se le ha robado la promesa del futuro. Pero el joven príncipe Hamlet no va a conformarse con esa tristeza, no va a aceptar ese estado de las cosas.
Volvemos a Shakespeare para mirar las ruinas de un reino que pretende celebrar algo, recordar algo, disfrazar los escombros de su propia historia falsificando una memoria que, al final, no le pertenece a nadie. ¿Puede el teatro ayudarnos a entender algo?
La obra
Un espacio común compartido, un parque o quizás el patio de un liceo. Un escenario, a fin de cuentas.
Un grupo de seres humanos parece detenido, atrapado en la inquietante espera de algo que no llega. La atmosfera parece cargada de fantasmas, pero los fantasmas no existen. Todos sabemos eso. Como abandonados en el tiempo, la única posibilidad de estos cuerpos es encontrar en el otro la salida de esa prisión.
Este es un ajuste de cuentas entre generaciones. Es la búsqueda de un gesto de justicia entre el pasado oscuro y un presente incomprensible.
Los viejos sabían algo, y lo escondieron. Los jóvenes saben algo, pero no parece importarles.
El proceso
La compañía ha investigado intensivamente en el movimiento estudiantil para tratar de establecer vínculos entre la situación actual y los acontecimientos que hace 40 años cambiaron la historia de Chile.
Visitamos liceos en tomas, realizamos foros, dirigimos talleres. Escuchamos sin apuro y buscamos en los patios de esos colegios a Hamlet, escondido, esperando que su venganza ponga orden a este tiempo confuso.
Parte del elenco lo conforman estudiantes de 15 años. En el ejercicio de pensar en el teatro y en la historia de estos 40 años, optamos por abrir la escena a los cuerpos de esa generación que ha estado marcando el rumbo de los acontecimientos, de las agendas y de los proyectos que podrían definir los próximos 40 años.
Dramaturgia y dirección
Francisco Albornoz vuelve a estrenar en Teatro Mori Bellavista después de la exitosa temporada de Entender Mal, la versión que estrenó en mayo a partir del clásico de Albert Camus. En esta ocasión, la puesta en escena de Cuerpos y pequeñas cosas [Hamlet] puede ser vista como el reverso de la moneda respecto del trabajo anterior. Vuelve sobre el tema de ajustar cuentas con el pasado, de comprender las huellas de los que hemos hecho y de la relación entre padres e hijos, entre generaciones que entran en disputa por sus versiones del pasado. Y también es un ejercicio de teatralidad que busca la complicidad del público para completar su narración.
Albornoz lleva más de una década trabajando en la “reconstrucción” de Shakespeare, con puestas en escena como Relato del mar [Romeo & Julieta] en 2002, Lear [antes del mar] en 2004 y Julio César [mar] en 2006, entre otras.
Esta es la primera vez que decide firmar como dramaturgo la adaptación, aunque aclarando que se trata de un trabajo de investigación que ha incluido el diálogo y la cooperación de muchas personas.
Datos
Dramaturgia: Francisco Albornoz
Dirección: Francisco Albornoz
Elenco: María Jesús Marcone, Valentina Parada, Romina Gutierrez, Juan Cano, Alejandro Bradasic.
Diseño: April Gregory
Temporada: Desde el 29 de agosto al 5 de octubre
Horario: Jueves a sábado a las 20:30 horas.
Valores: $8.000 general y $4.500 estudiantes y tercera edad.
A la luz de los acontecimientos de este año, volvemos a leer Hamlet como la historia de una generación a la que se le ha robado la promesa del futuro. Pero el joven príncipe Hamlet no va a conformarse con esa tristeza, no va a aceptar ese estado de las cosas.
Volvemos a Shakespeare para mirar las ruinas de un reino que pretende celebrar algo, recordar algo, disfrazar los escombros de su propia historia falsificando una memoria que, al final, no le pertenece a nadie. ¿Puede el teatro ayudarnos a entender algo?
La obra
Un espacio común compartido, un parque o quizás el patio de un liceo. Un escenario, a fin de cuentas.
Un grupo de seres humanos parece detenido, atrapado en la inquietante espera de algo que no llega. La atmosfera parece cargada de fantasmas, pero los fantasmas no existen. Todos sabemos eso. Como abandonados en el tiempo, la única posibilidad de estos cuerpos es encontrar en el otro la salida de esa prisión.
Este es un ajuste de cuentas entre generaciones. Es la búsqueda de un gesto de justicia entre el pasado oscuro y un presente incomprensible.
Los viejos sabían algo, y lo escondieron. Los jóvenes saben algo, pero no parece importarles.
El proceso
La compañía ha investigado intensivamente en el movimiento estudiantil para tratar de establecer vínculos entre la situación actual y los acontecimientos que hace 40 años cambiaron la historia de Chile.
Visitamos liceos en tomas, realizamos foros, dirigimos talleres. Escuchamos sin apuro y buscamos en los patios de esos colegios a Hamlet, escondido, esperando que su venganza ponga orden a este tiempo confuso.
Parte del elenco lo conforman estudiantes de 15 años. En el ejercicio de pensar en el teatro y en la historia de estos 40 años, optamos por abrir la escena a los cuerpos de esa generación que ha estado marcando el rumbo de los acontecimientos, de las agendas y de los proyectos que podrían definir los próximos 40 años.
Dramaturgia y dirección
Francisco Albornoz vuelve a estrenar en Teatro Mori Bellavista después de la exitosa temporada de Entender Mal, la versión que estrenó en mayo a partir del clásico de Albert Camus. En esta ocasión, la puesta en escena de Cuerpos y pequeñas cosas [Hamlet] puede ser vista como el reverso de la moneda respecto del trabajo anterior. Vuelve sobre el tema de ajustar cuentas con el pasado, de comprender las huellas de los que hemos hecho y de la relación entre padres e hijos, entre generaciones que entran en disputa por sus versiones del pasado. Y también es un ejercicio de teatralidad que busca la complicidad del público para completar su narración.
Albornoz lleva más de una década trabajando en la “reconstrucción” de Shakespeare, con puestas en escena como Relato del mar [Romeo & Julieta] en 2002, Lear [antes del mar] en 2004 y Julio César [mar] en 2006, entre otras.
Esta es la primera vez que decide firmar como dramaturgo la adaptación, aunque aclarando que se trata de un trabajo de investigación que ha incluido el diálogo y la cooperación de muchas personas.
Datos
Dramaturgia: Francisco Albornoz
Dirección: Francisco Albornoz
Elenco: María Jesús Marcone, Valentina Parada, Romina Gutierrez, Juan Cano, Alejandro Bradasic.
Diseño: April Gregory
Temporada: Desde el 29 de agosto al 5 de octubre
Horario: Jueves a sábado a las 20:30 horas.
Valores: $8.000 general y $4.500 estudiantes y tercera edad.
