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La expulsión a Kosovo de una estudiante gitana desata crisis política en Francia

La expulsión de Leonarda, una estudiante gitana de 15 años, ha dividido al Partido Socialista al tiempo que Hollande bate un récord de impopularidad. El gobierno socialista es acusado de haberse comportado de manera inhumana, pisoteando los valores de la izquierda. Se espera un pronunciamiento del mandatario este 18 de octubre.

RFI

  Viernes 18 de octubre 2013 9:53 hrs. 
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Nuevas manifestaciones de estudiantes han sido convocadas para este viernes en las calles de Francia para reclamar el retorno de dos alumnos extranjeros expulsados del país: Leonarda Dibrani, una adolescente detenida el 9 de octubre en un bus escolar, y Khashik Kashatryan, un joven armenio de 19 años escolarizado en París y deportado el sábado pasado. Miles de jóvenes salieron la víspera a reclamar su regreso al país.

El caso de Leonarda ha hecho estallar la unidad del Partido Socialista francés en el peor momento para el presidente Hollande, que cuenta con los peores niveles de popularidad de un jefe de Estado francés desde 1996. Sentadas, accesos bloqueados o filtrados y manifestaciones en el centro de París: una veintena de establecimientos de enseñanza estatales, de un total de cien, vivieron perturbaciones este jueves. Unos 2.500 alumnos, según la policía, y 7.000 según un sindicato estudiantil, participaron en las protestas.

La prensa, el Partido Socialista y la oposición de derecha e izquierda criticaron la gestión del gobierno y en particular del ministro del Interior, Manuel Valls. Algunos de los titulares criticaban la gestión “escandalosa” e “inhumana” del caso. Un debilitamiento político de Valls sería muy perjudicial para el presidente Hollande, ya que su ministro del Interior es la figura política favorita de los franceses. Algunos miembros del partido socialista acusan a Valls, hijo de inmigrantes españoles, de estar aplicando una política de derecha en materia migratoria.

En medio de esta crisis, una de las peores desde el regreso de los socialistas al poder en 2012, el presidente Hollande todavía no se ha pronunciado sobre el caso. El miércoles, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, intentó calmar los ánimos al anunciar que Leonarda Dibrani podría regresar a Francia si se comprueba al término de una investigación administrativa que las autoridades cometieron alguna “falta”.

Para algunos analistas políticos, el eventual regreso de la joven podría beneficiar al partido xenófobo Frente Nacional, cuyo movimiento está repuntando en los sondeos, al punto de liderar las intenciones de voto para las elecciones europeas de 2014. Pero si se comprueban irregularidades, este caso podría socavar la imagen del mandatario socialista, acusado en su propio campo de no conducir una auténtica política de izquierda.

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