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Comunidades reponen recurso de paralización de la central Bocamina II

Los Tribunales admitieron el recurso de protección contra la central termoeléctrica Bocamina II, descartando paralizar las obras. Ante esto, la comunidad insistirá en la acción para frenar el proyecto que no cuenta con Resolución de Calificación Ambiental, entre otras irregularidades.

Paula Correa

  Miércoles 11 de diciembre 2013 18:34 hrs. 
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La Corte Suprema había ordenado que el proyecto “Optimización de la Planta Bocamina, Segunda Unidad” ingresara a evaluación de impacto ambiental a través de un estudio de impacto ambiental, pero Endesa y la firma Santa María, propiedad de Colbún, titulares del proyecto, realizaron tardíamente dicho trámite, por lo que la central está operando sin contar con los permisos requeridos.

Ante esto, la ciudadanía presentó un recurso de protección y solicitó una orden de no innovar para paralizar el proyecto ante los impactos que produce esta planta a carbón. La primera se acogió, pero no se detuvieron las obras, lo que fue considerado “grave” por el abogado de la comunidad, Sebastián Inostroza, quien afirmó que insistirán en su acción para que se cumpla el mandato del Máximo Tribunal.

“Nosotros estimamos que la orden de no innovar es importantísima, por cuanto que un proyecto de esa envergadura funcione sin Resolución de Calificación Ambiental es del mayor riesgo para el bien ambiental de Chile, todos los impactos están dejados a la mera arbitrariedad de la empresa, donde ella hace lo que quiere y nadie ha evaluado su funcionamiento, por lo tanto, nosotros vamos a insistir. Entre hoy y mañana vamos a ingresar el recurso de reposición en contra de la resolución de la Corte y esperamos que ahora se decrete la paralización del proyecto”, detalló el profesional.

La planta termoeléctrica de 350 megawatts se instala a orillas del mar, en medio de un circuito de poblaciones de pescadores artesanales, los que superan las ocho mil personas. Su instalación ha producido una serie de daños, donde se han conocido algunas imágenes de miles de langostinos muertos en la playa, además de denuncias de los trabajadores por la falta de recursos pesqueros, como ejemplos del impacto.

Marisol Ortega, presidenta del sindicato de pescadores y algueros de caleta Lo Rojas y dirigente del movimiento ciudadano “Despierta Coronel”, confirmó esta situación y añadió que las plantas generan otros efectos en la vida diaria y en la salud de los habitantes del sector.

“Día día vivimos con un ruido tremendo de las termoeléctricas, sobre todo en las noches, las vibraciones tienen un potencial tremendo, tú crees que está temblando o cuando empieza, ya viene el ruido del terremoto. Llueve azufre y toda la contaminación que está en el aire, ya no llueve como antes, además, estamos sufriendo una epidemia de bronquitis, de asma y, sucesivamente, mucha gente está muriendo de asma”, explicó la dirigenta.

En la zona también se ubican otras dos plantas termoeléctricas, grandes empresas pesqueras e industrias molestas, lo que convierte a Coronel en una verdadera “zona de sacrificio ambiental” según indican los pobladores y su defensa. Versión que es compartida por Álex Muñoz, secretario ejecutivo de la organización ambiental Oceana.

“Nosotros hemos usado el concepto de zona de sacrificio para graficar aquellas localidades como Coronel, Huasco, Ventana y tantas otras, que concentran la mayor cantidad de empresas contaminantes en el país. Esto no es solamente un problema ambiental, sino también una grave discriminación que se hace contra las comunidades que tienen menos recursos económicos y menos redes políticas para defenderse. Estas mismas centrales no se instalarían en aquellas ciudades donde hay personas más pudientes o con mayor influencia política, por lo tanto, aquí hay un grave problema que refleja la deficiencia de nuestro sistema político”, declaró.

El ambientalista añadió que este problema afecta a varias comunidades a lo largo del país, por lo que han pedido reiteradamente mejores regulaciones y que no se sigan autorizando nuevas plantas en especial en las zonas de sacrificio.

En este contexto, la tarde de martes Endesa retiró el Estudio de Impacto Ambiental que presentó el tres de diciembre en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA) de la región del Bío Bío. Este desistimiento es temporal y no impide que se reintegre el documento.

El director regional del SEA, Bolívar Ruiz, indicó que esto es usual y que se espera que la empresa mejore el proyecto. Al ser consultado sobre cómo la central está operando sin contar aún con el permiso, indicó que “pudieran estar cometiendo una infracción”, pero eso debe ser fiscalizado y sancionado por la Superintendencia de Medio Ambiente, algo que no le corresponde al organismo que representa.

 

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