En 2010, los análisis ante la elección de Sebastián Piñera auguraban un levantamiento de los movimientos sociales que tuvo en educación, medioambiente y las regiones como principales puntos de actividad ciudadana. Para este 2014, distintos actores sociales subrayan el desafío de Michelle Bachelet por llevar a cabo las reformas incluidas en su programa de gobierno.
En esta línea, el movimiento por la educación pública ha manifestado que mantendrá su petición por una reforma mayor al sistema universitario, mientras que los secundarios insisten en lograr la desmunicipalización de los liceos públicos.
Isabel Salgado, vocera de la Asamblea de Estudiantes Secundarios, señala que hay desconfianza hacia la Nueva Mayoría, por lo que existirá presión ante los anuncios por gratuidad: “Vemos que el 2006 y el 2011 la Concertación tuvo un rol importante y no hizo ningún cambio. No apostó por educación gratuita ni por cambio al modelo educativo, por lo que crea una contradicción cuando Bachelet habla de educación gratuita. Los movimientos sociales están apostando al trabajo de base y al empoderamiento de las comunidades”.
Comunas de todo el país levantaron sus demandas, con un marcado discurso en zonas extremas y localidades mineras. Santiago Rebolledo, presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, destaca que es urgente dotar a los municipios de recursos, pero además de autonomía.
“No es posible que vivamos en esta situación de centralismo exacerbado, con pobreza en el 95% de los municipios, sin opción de tener recursos o autonomía administrativa para tomar decisiones. Somos los municipios chilenos los más atrasados en América Latina en cuanto a autonomía integral”, indicó el edil de La Cisterna.
El sector portuario realizó un paro a nivel nacional inédito en el país. Robinson Ávalos, dirigente de la Unión Portuaria, adelanta que están preparados para dar pelea por sus demandas: “Nosotros no descartamos ninguna forma de luchar en pos de lograr objetivos, uno de ellos es cambiar el sistema impositivo. El movimiento portuario nacional se ve frontal ante una lucha que en algún momento vamos a tener que dar”.
Marcela Ríos, oficial del Programa Gobernabilidad de Naciones Unidas, señala que un cambio de gobierno abre espacio para retomar el diálogo entre La Moneda y los actores sociales: “La instalación de un nuevo gobierno va a generar un espacio de negociación donde muchos actores sociales buscarán instalar su agenda. Son muchos temas ambientales, de desigualdad regional, donde muchos actores están buscando mejorar la relación de poder y la distribución de recursos”.
Si bien hay dirigentes sociales que llegan al Parlamento, Marcela Ríos destaca que los movimientos mantendrán su independencia y actividad en la calle, ya que “organizaciones más formales como la Confech, las federaciones o la CUT y los sindicatos van a mantener su autonomía. Lo que sí es posible que ocurra, es que por lazo histórico o incorporación de sectores a la Nueva Mayoría, uno podría esperar más diálogo de lo que se ha producido con el Presidente Piñera”.
Distintos sectores que esperan respuestas de Michelle Bachelet, con exigencias que buscan su espacio en el programa de los primeros cien días anunciado por la próxima presidenta.