En el segundo semestre de 2013, en comparación al primer periodo del mismo año, la victimización en el país aumentó, con los sectores de nivel socioeconómico medio como los más afectados, destacando especialmente los espacios dentro de la comuna de residencia de los encuestados.
Las afirmaciones corresponden a los resultados del Índice Paz Ciudadana – Adimark que mide niveles de victimización en delitos de robo o intentos de robo, temor, denuncia, evaluación de autoridades en materia de seguridad, entre otros temas.
Y así como la victimización aumentó desde un 37,6% en el primer semestre del año pasado a un 40,2% en el segundo período, la revictimización, es decir, aquellos hogares cuyos miembros han sido víctimas de más de un robo o intento de robo, también se incrementó.
En Santiago, de un 70,4% a un 75%, mientras que en las demás regiones del país de un 67,5% a un 74,4%, siempre comparando el primer y segundo semestre de 2013.
Además, los niveles aumentan aún más si se considera que en diciembre de 2010 el estudio arrojaba una victimización de 33%. Es decir, un incremento de siete puntos porcentuales en los últimos tres años del mandato del Presidente Sebastián Piñera.
A partir de estas cifras, el director de análisis y estudios de la Fundación Paz Ciudadana, Patricio Tudela, entregó algunas conclusiones respecto de las instituciones relacionadas con la seguridad y los delitos.
“Estamos hablando que aproximadamente cuatro o cinco personas de cada diez percibe que el desempeño policial es bajo. Baja la Defensoría Penal Pública de 4,1 a 3,5 y, la variación significativa en relación al ministerio Público de 3,8 a 3,4. Constatamos una vez más, que en la medida que las personas toman contacto con la policía para denunciar, las evaluaciones son más negativas, por lo tanto, aquí se presenta un desafío”, indicó.
Otro dato interesante que arroja el estudio, y como una tendencia que se mantiene en el tiempo, es que en los últimos seis meses, el 30% de los hogares en Chile concentra el 93,1% de los robos e intentos de robo.
Todos estos números se suman a la preocupación por las acciones a seguir, donde claramente existen patrones que permiten anticiparse a la actividad delictual, tal como lo explicó Catalina Mertz, directora ejecutiva de la Fundación Paz Ciudadana.
“La delincuencia no ocurre al azar, sino que gran parte de los delitos en Chile –al igual que en todos los países del mundo- tiene patrones de concentración muy importantes. Como fundación vemos que el gran desafío es transitar desde una respuesta muy centrada en reaccionar a los hechos delictivos a permear todo el quehacer en seguridad pública a acciones anticipatorias y focalizadas”, explicó la experta.
Luego de conocer el estudio, el diputado de la UDI Arturo Squella, junto con manifestar su preocupación por el aumento en las cifras de victimización, destacó la negativa de quienes asumirán el Gobierno en marzo por tener mano firme ante la delincuencia, a propósito de las recientes votaciones en el Congreso Nacional que han desechado proyectos enviados por el Ejecutivo en términos de seguridad ciudadana.
El diputado Arturo Squella respondió a la propuesta de gobierno de Sebastián Piñera, cuyo foco era terminar con la delincuencia y poner fin a la puerta giratoria.
“Decir que se acababa la delincuencia es a todas luces un error. Lo que sí puede mermar es la sensación de temor, la que a mi juicio se ha combatido muy mal: no se ha hecho un trabajo como corresponde y esperaría que se reconozca el error y que todos aprendamos de las dificultades que han tenido estos últimos cuatro años”, dijo el parlamentario.
También reaccionó el senador electo del PPD Felipe Harboe, para quien, a partir de estos indicadores, el recuerdo sobre el actual Gobierno, en materia de seguridad ciudadana, será el de una administración que no fue capaz de cumplir con su promesa de poner fin a los delitos.
Cercano a estos temas, considerando su desempeño como subsecretario del Interior durante el Gobierno de Michelle Bachelet, Harboe apuntó también a la ineficiencia en el uso de los recursos durante este periodo presidencial.
“El que diga que va a terminar con la delincuencia, está mintiendo. La delincuencia puede controlarse, focalizarse, disminuirse, pero es un problema social mucho más profundo que una sola medida de control”, postuló el parlamentario.
Respecto de la distribución de recursos presupuestarios, desde la Fundación Paz Ciudadana destacaron que en Chile, de cada diez pesos, nueve se asignan a las actividades de control, mientras que sólo uno se destina a la prevención, insistiendo en la necesidad de lograr un equilibrio entre la distribución y asignación de recursos con los esfuerzos preventivos.