Embajadores realizan autocrítica luego de elecciones del Parlamento Europeo

El portavoz del Parlamento Europeo y los embajadores de los Estados Miembros de la Unión Europea en Chile dieron su opinión. Catalogaron como “positivos” los resultados de las elecciones y minimizaron el avance de grupos críticos de la gestión de la crisis, reivindicando los avances del organismo. Sin embargo, realizaron también una auto crítica y describieron los siguientes pasos en la conformación de una nueva legislatura.

El portavoz del Parlamento Europeo y los embajadores de los Estados Miembros de la Unión Europea en Chile dieron su opinión. Catalogaron como “positivos” los resultados de las elecciones y minimizaron el avance de grupos críticos de la gestión de la crisis, reivindicando los avances del organismo. Sin embargo, realizaron también una auto crítica y describieron los siguientes pasos en la conformación de una nueva legislatura.

Positivo fue el análisis general de los embajadores de los Estados Miembros de la Unión Europea cuando, por primera vez desde las primeras elecciones por sufragio universal en 1979, se consiguió frenar la caída en la participación electoral, con un aumento en dos décimas, pese a que los últimos cinco años estuvieron marcados por las consecuencias de la crisis económica y un cierto desapego a los asuntos más políticos, nacionales e internacionales.

Jaume Duch, portavoz del Parlamento Europeo, sostuvo que se contará con un ente más variado, más diverso que el anterior y añadió que al final, en su opinión, no se concretó la anunciada ola euro-escéptica, xenófoba y ultraderechista que amenazaba con convertir al parlamento en una especie de Caballo de Troya de la integración europea. “Ha habido un cierto aumento de la presencia de diputados euro-escépticos”, reconoció, e indicó que hay que tratar con cuidado las cifras porque que no que se puedan sumar con tanta soltura. En sus cálculos los escépticos llegan a un máximo de 15 por ciento, sumando los partidos críticos.

Pese a estas optimistas declaraciones el portavoz del Parlamento Europeo si realizó una autocrítica de cómo está operando el bloque, ante la percepción de que en Bruselas, la principal sede administrativa de la Unión Europea, se actúa sin una real democracia.

“Estos resultado en el fondo lo que nos muestran es que en los últimos cinco años hay que hacer un esfuerzo especial, primero por explicar mejor lo que hace la Unión Europea, pero segundo sobre todo, para que la gente pueda identificar siempre y en cada momento, quien está tomando las decisiones, porqué se están tomando, sobre qué base, e incluso diría con qué tipo de legitimidad se están tomando”, afirmó.

Si bien bajo una visión generalizada se puede observar una estabilidad en el parlamento, puesto que los dos grupos principales, el Partido Popular Europeo y el Grupo Socialista Democrático se siguen manteniendo a la cabeza, es evidente que en conjunto sufrieron una reducción de escaños. En ese sentido llama la atención que ambos partidos parecen actuar como un sólo bloque ante la crítica, ya sea de la ultra derecha, a favor de una desaparición de la Unión Europea, o de la izquierda, que critica las políticas neoliberales con que se ha enfrentado la crisis.

Pero más allá del escenario global, hay ciertos resultados específicos que han marcado excepciones como España y Francia, los que alertan a los europarlamenarios sobre la existencia y la fuerza de un “mensaje no oído”. En España las elecciones del parlamento significado incluso la renuncia del secretario general del Partido Socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Carlos Robles, embajador de España, reflexionó sobre la compleja situación política y la decadencia electoral que atraviesan las fuerzas políticas tradicionales de su país. “Efectivamente hay que cambiar cosa” safirmó, y añadió: “No es algo que venga y que tenga que ver sólo con la crisis, tiene que ver con muchas otras cosas; yo creo que principalmente con la gestión de lo público en nuestro país”.  Además, reconoció que “se han cometido errores de cierta importancia, ha habido casos de corrupción que todos ustedes han oído, hay mucha gente que está en estos momentos bajo investigación judicial”.

Para Marc Giacomini, embajador francés, los resultados en las euroelecciones, donde la ultraderechista Marine Le Pen tomó la delantera, tiene mucho de local, donde los partidos tradicionales tienen problemas de captar votación en un escenario de crisis. El diplomático afirmó que “el mensaje no es ideológico” sino que pasa por manifestar el descontento ante el manejo político actual. Además indicó que hay que ver también que éstas son elecciones intermediarias y que, tradicionalmente, no son elecciones que favorecen a los partidos de gobierno, al menos en Francia.

Según el embajador galo, “la gente tiene la impresión de poder protestar sin cotos, lo que no es verdad porque la influencia de Francia en el Parlamento Europeo va a disminuir, porque los partidos que protestan contra Europa no participan realmente en el trabajo parlamentario”.

Si bien el parlamento en su unidad parece estable, son este tipo de tensiones internas las que entrarán en juego, cuando en las próximas semanas deben constituirse los grupos, con lo que configurará la real influencia de los partidos en la instancia. A esto le sigue otra relevante prueba para la legislatura, cuando en julio deba elegir a su presidente y donde la forma en la que se den las negociaciones, más transparentes o más secretas, será una señal para Europa entera.





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