El sistema educativo nacional está en crisis. Así lo han expresado incontables veces diversos actores que exigen cambios radicales.
En esa discusión sobre qué es mejor y cómo se debería avanzar, la propuesta del ranking de notas continúa generando debate y enfrentando posturas sobre su real beneficio.
Sobre esto conversó en Radio Universidad de Chile Ernesto Treviño, director ejecutivo del Centro de Políticas Comparadas en Educación de la Universidad Diego Portales.
Para el académico es necesario mirar desde una “perspectiva más amplia el ranking” de notas. A su juicio, esta es una buena idea porque permite a muchos alumnos de nivel socioeconómico bajo, pero de buenas notas, acceder a la educación superior.
Para él, las protestas y reclamos por parte de la comunidad escolar de los liceos emblemáticos evidencian que el sistema individualista y de mercado se ha internalizado de tal forma, que aquellos que se autoproclaman futuros líderes la han internalizado velando por sus propios intereses.
“Es una población minoritaria que no deja de entrar a la universidad. Tal vez no entran a la primera opción, pero no quedan fuera”, explicó.
Sin embargo, Treviño advirtió necesario hacer modificaciones al instrumento y orientarlo a “una contabilidad que evitara que los estudiantes incurran en conductas estratégicas para mejorar sus notas”, por ser esto un acto de “egoísmo y pequeñez enorme”, dijo.
¿Este ranking promueve el individualismo y la competencia?
Definitivamente ese es un efecto secundario del ranking, independientemente que se mantenga su lógica actual o se ajuste, lo que hace es construir una especie de competencia al interior del colegio, la que por nuestra experiencia no es generalizada, sino entre los estudiantes que están en la parte alta de las notas y que compiten por ser los primeros lugares.
En ese sentido, sí tienen razón algunos estudiantes en que esta medida no es lo fundamental para cambiar la educación, sino transitoria. Tenemos que llegar a que el acceso a las universidades no esté determinado por el nivel socioeconómico, en esto tiene que decir mucho el CRUCH y las universidades, porque no puede ser que tengamos un conjunto de establecimientos de educación media (aproximadamente el 10 por ciento) que jamás ha enviado estudiantes a la universidad.
¿Cuáles serían las medidas adecuadas para corregir este instrumento del ranking de notas?
Hay algunas medidas que se pueden adoptar en la corrección específica. El rector Zolezzi anunciaba que iban a promediar el ranking, así si te cambias van a medir los dos colegios. Con eso, lo que terminaría pasando es que los alumnos de los emblemáticos no cambiarían radicalmente su posición, de ese modo sería más lo que podrían perder en el cambio de colegio que los puntos que sumarían.
Yo creo que hay otras medidas más contundentes que tienen que ver con definiciones en los sistemas de admisión en las universidades y el acompañamiento de los alumnos. Hay un importante número de estudiantes que tienen ranking máximo, sin embargo no alcanzan 450 puntos en PSU, para ellos necesitamos un sistema distinto, que reconozca que vienen de comunidades socialmente desaventajadas, donde la educación ha estado descuidada.
En ese sentido, las universidades líderes del país son las que tienen que poner el ejemplo con sistemas específicos de admisión que no los pongan en competencia directa con altos puntajes PSU y alto NEM (Notas Enseñanza Media), y que cuando ingresen a la universidad es necesario apoyarlos académica, personal y psicológicamente por al menos un año y medio, eso dicen nuestros estudios, porque de lo contrario las posibilidades de no tener éxito son muy altos. Situación que se acrecienta en los primeros años, donde existe un diferencial de demanda educativa y de exigencia muy grande y que sucede en todos los alumnos, pero sobre todo para ellos, que pese a ser destacados en su vida escolar aún les falta para seguir siendo destacados.
La Cones ha planteado que los problema no está en el ranking de notas, sino en la forma que estamos midiendo, la PSU ¿Cuál es tu percepción en esta afirmación?
Eso es falso, ya cambiamos la Prueba de Aptitud Académica por la PSU bajo el argumento que sería más equitativa, pero ya nos dimos cuenta que no es así. Los exámenes estandarizados no traen más equidad, lo que trae más equidad es la definición de criterios de admisión de las universidades y de sus diversas carreras, ellas deben cambiar sus criterios de admisión.
El examen ya lo cambiamos y, al parecer, la evidencia indica que incluso parece que ha exacerbado las desigualdades. Ese es un camino que ya recorrimos, que ya se ha caminado en el mundo y parecer ser incorrecto e ilusorio.