Estudiantes y expertos piden suspender el Simce por tres años

El Movimiento Alto al Simce llamó a las autoridades del Ministerio de Educación a suspender por tres años este examen estandarizado. Desde el Gobierno, están a la espera de un informe final de expertos que en diciembre entregarán sus conclusiones. Uno de sus integrantes, Juan Eduardo García Huidobro reconoció que la prueba ha tenido efectos no deseados en el sistema escolar. En tanto, los estudiantes llaman a no rendir la evaluación.

El Movimiento Alto al Simce llamó a las autoridades del Ministerio de Educación a suspender por tres años este examen estandarizado. Desde el Gobierno, están a la espera de un informe final de expertos que en diciembre entregarán sus conclusiones. Uno de sus integrantes, Juan Eduardo García Huidobro reconoció que la prueba ha tenido efectos no deseados en el sistema escolar. En tanto, los estudiantes llaman a no rendir la evaluación.

Los estudiantes viven las últimas semanas de clases. Se aprontan a los exámenes finales y muchos se juegan el aumento de su promedio de notas o salvar el año de la repitencia, momento de tensión sumada al cansancio de un año académico que da sus últimos respiros.

Sin embargo, no sólo los denominados exámenes finales están entre sus preocupaciones. En el último tiempo se han sumado las pruebas del Simce.

Entre el 18 y 19 de noviembre  los estudiantes de segundo medio, enfrentan los cuadernillos de preguntas relacionadas con contenidos en Lenguaje y Comprensión Lectora, así como Matemática y Ciencias Naturales.

El diagnóstico de un grupo de organizaciones ligadas a la educación, es que esta prueba estandarizada debe quedar congelada. Así lo afirmó la vocera del Movimiento Alto al Simce, Paulina Contreras, quien emplazó a las autoridades de Gobierno a suspender este tipo de evaluaciones que propicia la competencia y no da cuenta de una formación real de los estudiantes.

“Creemos que es necesario suspender  el Simce por al menos por tres años. Esto permitiría descomprimir a las comunidades educativas, que dejen de girar toda la vida escolar en torno a la medición”.

”Una prueba no mide lo que sabemos”. Así quedó plasmado en el cuadernillo de matemática el mensaje de un estudiante que fue publicado a través de las plataformas digitales del Movimiento. El texto se suma al que los estudiantes universitarios han acuñado: “Lo esencial es invisible al Simce”.

El rechazo a esta prueba estandarizada se evidenció, además, en la inasistencia a rendir el examen por parte de alumnos del liceo Confederación Suiza de Santiago.

Por ello, el vocero de la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones), Ricardo Paredes, apoyó las medidas de rechazo porque a su juicio esta prueba profundiza aún más la segregación escolar.

“Debe cambiarse en tanto sus lógicas mantiene los pilares de la segregación. Una de las grandes falencias del Simce es que se publican los resultados y lo que hace, finalmente, es crear la sensación de que existen liceos de primera, segunda y tercera categoría”.

La FECH se sumó a este llamado. Los estudiantes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile llamaron a no rendir el Simce en señal de protesta por las falencias de la medición.

El rol del Ministerio

En julio de este año, el Ministerio de Educación convocó a un grupo de expertos para que elabore un informe que dé cuenta de los cambios que se requieren en la prueba.

Consultado uno de sus integrantes, el académico Juan Eduardo García Huidobro señaló que ha expuesto sus críticas al uso que ha tenido esta prueba, pero no quiso adelantar alguna conclusión, dado que será parte del trabajo que en diciembre se entregará al Mineduc.

“El Simce ha tenido efectos dentro del sistema que no eran los deseados en el sentido que se ha ido achicando el curriculum, sobre valorando la prueba, -que es una buena prueba-, pero que en el fondo no tiene ese sentido. Por lo tanto, la comisión se genera un poco a partir de esa preocupación”.

A la espera del informe, la subsecretaria de educación Valentina Quiroga, aseguró que hay un consenso sobre el impacto negativo que ha tenido el Simce en las comunidades educativas y que es parte del cambio que empuja el Gobierno.

“Hoy día tenemos un sistema que está fuertemente orientado a la sanción y el castigo de los establecimientos…nosotros estamos planteando movernos hacia un sistema de mediciones que esté al servicio de los aprendizajes y no un sistema educativo corriendo detrás de las evaluaciones que hoy día tenemos”.

El modelo de medición de los aprendizajes deberá ser replanteado y por ello el Gobierno está a la espera del informe de expertos, sin perjuicio, de la voz que se han levantado desde algunas comunidades educativas, para evitar que una prueba dé cuenta de la formación de los y las estudiantes.





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