La negociación que Chile está llevando adelante sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, TPP por sus siglas en inglés, ha generado más de una crítica entre diversas organizaciones sociales y actores políticos, quienes cuestionan la poca transparencia con la que se han realizado las conversaciones entre los 12 países del área Asia-Pacífico, como Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, México, Perú y Chile, entre otros que están involucrados en él.
De hecho, de los casi 30 capítulos que componen este acuerdo de libre comercio, sólo tres se han conocido parcialmente gracias a filtraciones concretadas por Wikileaks, siendo el apartado sobre Propiedad Intelectual el que ha concitado mayores reparos, ante la posibilidad de que elementos como las patentes de fármacos, se hagan más extensas en el tiempo lo que redundaría en el encarecimiento de medicamentos.
La semana anterior, en la Cámara de Diputados se llevó a cabo una sesión especial para abordar este proceso de negociación, y el canciller Heraldo Muñoz si bien reconoció estos puntos sensibles en el acuerdo, aseguró que Chile no firmará nada que no sea aceptable, ejemplificando con la posibilidad de que las patentes biológicas puedan ser extendidas a doce años, en vez de los cinco actuales, cuestión que descartó así como la certificación de esta normativa que exige Estados Unidos, enfatizando en que “no aceptaremos ninguna intromisión en nuestra soberanía y si fuera así, el acuerdo no entra en vigor”.
Desde el Ejecutivo incluso proyectan que cuando esté en funcionamiento este acuerdo, el Producto Interno Bruto de Chile se incrementaría en un 1 por ciento, y las exportaciones se verían altamente beneficiadas en el futuro cercano.
Sin embargo, se han alzado voces en nuestro país que no se conforman con estas explicaciones oficiales.
Es el caso de Claudio Ruiz, director ejecutivo de la ONG Derechos Digitales, quien hace énfasis en la posibilidad de que con el TPP, eventualmente la navegación por Internet pudiera ser limitada por este tipo de restricciones de propiedad intelectual, e indica que es poco entendible que Chile quiera firmar este acuerdo multilateral considerando que con todos los miembros de esta negociación, nuestro país ya tiene firmados tratados de libre comercio, como es el caso de Estados Unidos, pacto en el que existen condiciones establecidas sobre esta área.
Para Ruiz, la razón que subyace a la firma del TPP es que Estados Unidos nunca ha estado conforme con las condiciones ni la forma en que nuestro país ha aplicado el TLC, por lo que buscaría imponer su visión y la de las empresas transnacionales -como las farmacéuticas- en este tipo de materias, y agrega que en 2013 le encargaron un informe sobre la utilidad para Chile de plegarse a este acuerdo al actual ministro de Agricultura, Carlos Furche, en el que concluyó que para nuestro país no revisten mayores beneficios el formar parte de este tratado.
“Le encargamos un informe a Carlos Furche, que en ese tiempo era consultor internacional en materia de libre comercio, y él que hoy día es ministro de Agricultura de la Presidenta Bachelet indicaba en su informe que no veía, al menos en mayo de 2013, ningún beneficio por parte de Chile de ser parte de este tratado, entonces hay una pregunta pendiente, hay un elefante en la pieza, que tiene que ver con por qué somos parte de un tratado cuando ya tenemos acuerdos de libre comercio con todos los países que hoy día son parte del TPP, por parte renegociar esos acuerdos, es altamente probable, sobre todo si es que se trata de Estados Unidos en la mesa, que ese acuerdo signifique empeorar las condiciones que actualmente tenemos con ellos”.
Mauricio Huberman, presidente del Colegio Químico-Farmacéutico, enfatiza en la posibilidad de que las patentes farmacéuticas puedan extenderse en más años que la actualidad, es decir desde los cinco años actuales, a los doce años que propondría Estados Unidos, lo que perjudicaría a los consumidores de medicamentos que verían incrementarse el precio de ciertos remedios.
Huberman ejemplifica los perjuicios del TPP para los chilenos, con la posibilidad de que la industria farmacéutica estadounidense pudiera incluso registrar plantas chilenas como sujetos de innovación, con lo que nuestro país debería pagar un impuesto adicional sobre estos productos.
“Me parece que en ese tipo de cosas no estamos de acuerdo, tampoco hacer una definición de las plantas y registrarlas. Por ejemplo, podríamos nosotros tener que pagar royalties por el boldo que es chileno, y no me parece. Ese tipo de cosas no son adecuadas. Creo que no van en caso de la innovación, aquí se está tratando de hacer abuso en cuanto algunos excesos por algunos cambios tecnológicos, y haciendo pasar esos cambios tecnológicos como sistema de inventiva e innovación para tener más años de registro. No me parece adecuado”.
Desde la arena política, el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, el diputado DC Jorge Sabag, hizo un llamado a confiar en que la Presidenta Bachelet y la Cancillería negociarán de buena fe este tratado, cautelando que no genere perjuicios a Chile, no obstante indicó que en caso contrario, el Ejecutivo no contará con los votos para ratificarlo, llegado el momento.
“Si la Presidenta, que es la que conduce las relaciones internacionales, decide firmar este tratado, después tiene que enviarlo al Congreso. Y ella no va a firmar nada que signifique una pérdida de derechos para los nacionales, y lo va a firmar única y exclusivamente en la medida que signifique beneficios para los chilenos. Si no va a ser así, no va a tener los votos”.
La diputada del Partido Socialista, Daniella Cicardini recordó que la semana pasada se realizó una sesión especial en la Cámara en la cual se abordó la posibilidad de que la Presidenta hiciera públicos algunos aspectos de la negociación del TPP, sin embargo esta moción fue rechazada. De todos modos, la parlamentaria reconoce que existe preocupación entre los diputados sobre los verdaderos alcances que este acuerdo puede implicar para Chile.
“Esperamos que el gobierno de la Presidenta Bachelet pueda acoger esta preocupación que, creo, fue generalizada después a propósito de esta sesión. No tengo ninguna de que los parlamentarios quedaron con un dejo de mucha preocupación, porque ahí también se dieron a conocer algunas especulaciones y observaciones por cada uno de los que hicieron intervenciones en esa sesión”.
El economista Juan Guillermo Espinosa, si bien considera que las posibilidades de ampliarse a mercados asiáticos puede ser provechosa, es necesario aclarar el punto sobre la propiedad intelectual para no perder lo que se ha conseguido en este sentido en los diversos TLC’s firmados con otras naciones.
“Creo que todos los campos que, en este momento, Chile está buscando ampliarse con el mundo asiático, creo que hasta ahora no tenemos problemas. Excepto, el que nuestras reticencias para firmar este TPP, estpan todavía en proceso de negociación para que lo que hemos conseguido, no se vea reducido con restricciones adicionales sobre todo en el amplio campo de la propiedad intelectual”.
El TPP, de acuerdo a lo señalado por Cancillería, estaría en sus últimas fases de negociación, por lo que se estima que al finalizar este semestre debería concretarse su firma, pese a los persistentes cuestionamientos que ha generado por las posibles consecuencias que este pudiera generar a los consumidores de nuestro país.