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"Mujeres tras las rejas de Pinochet"

El rol de las mujeres en la lucha contra la Dictadura

Este martes se realizó la presentación del libro “Mujeres tras las rejas de Pinochet” en la Sala Master de Radio Universidad de Chile, texto que recoge las historias de tres mujeres, Valentina Álvarez, Elizabeth Rendic y Gina Cerda, unidas por la lucha contra la Dictadura, las torturas que recibieron de parte de agentes del Estado, y la posterior prisión política.

Gonzalo Castillo

  Martes 23 de junio 2015 21:55 hrs. 
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En una emotiva ceremonia que contó con la participación de la periodista Marcia Scantlebury, el abogado de Derechos Humanos Nelson Caucoto, y del director de la Radio Universidad de Chile, Juan Pablo Cárdenas, fue presentado el libro “Mujeres tras las rejas de Pinochet”, escrito por la periodista Vivian Lavín, que cuenta las historias de lucha contra la Dictadura de Valentina Álvarez, Elizabeth Rendic y Gina Cerda.

El texto desarrolla las historias de estas tres mujeres, que se vinculan primero en la oposición activa contra el régimen de Pinochet, y luego durante su prisión política, lo que las hermana en este proceso.

Elizabeth Rendic, médico de profesión, sostuvo que uno de los elementos que este libro pone de relieve es el rol de la mujer en la lucha contra la Dictadura, como sujeto político, cuestión que se vino a valorar posteriormente, ya que en el momento más que una lucha de la mujer, era una lucha del pueblo, en general, a pesar de que existía una hegemonía masculina, tal como señala Elizabeth Rendic.

“Yo creo que la lucha de la mujer, por lo menos de varias compañeras nuestras era subvalorado todavía, creo que ese tema se empezó a hablar mucho después, ya mucho más avanzada la Dictadura, incluso Post-Dictadura el papel de la mujer, pero en ese momento en que estamos peleando contra la cosa bien específica es lo que marca el desempeño. No hay una doble lucha”.

Gina Cerda, si bien señala que la prisión política es un proceso absolutamente doloroso, valora y recuerda con afecto la solidaridad que se generaba entre las reclusas, y además del crecimiento personal que consiguió durante su cautiverio, contexto en el que internalizó y adquirió conocimientos de los cuales hoy se siente orgullosa.

“También apareció la mujer política que yo no la conocía, y yo creo que me hice presa política ahí, por el contexto que había, y eso me hizo crecer, me hizo enorgullecerme. Aprendí una cantidad de cosas que es increíble, que en otro contexto no lo habría aprendido. Aprendí inglés, aprendí artesanía, aprendí muchísimas cosas que para mí tienen mucho valor, no sólo por el hecho pequeño de la cosa que aprendí, sino porque se me abrió un mundo que para mí habría sido imposible de conocer en otro contexto”.

Por su parte, Valentina Álvarez realiza un contrapunto entre las situaciones vividas en el pasado, especialmente los motivos y circunstancias que motivaban el accionar de la juventud en tiempos de Dictadura, lo que hacía superar todas las diferencias y carencias que cada uno podía presentar, lo que moldeaba también su tolerancia y respeto hacia las personas.

“Yo creo que nos decepcionábamos menos, tal vez, nos tolerábamos más en nuestras diferencias. Creo que hoy día se tolera menos la diferencia, se tolera menos la diversidad de opinión, y finalmente la libertad con la que uno puede aportar. Hoy día hay más conciencia de las debilidades de los otros, de las deficiencias. Tal vez en ese tiempo habían más ganas de hacer, eso es lo que nos motivaba a nosotros”.

La periodista Vivian Lavín, autora de este libro, valoró el hecho que Elizabeth, Gina y Valentina hayan accedido a relatar sus vivencias, superando pudores comprensibles, por la importancia de proyectarlos hacia nuestra sociedad para que conozcan estas historias, que finalmente son parte de la Historia de nuestro país.

“Son vidas, son relatos de hombres, mujeres que después del trauma, de los años se van dando cuenta que es necesario que su voz sea escuchada, no quizás hoy precisamente, por eso que mis coautoras están un poquito temerosas de la exposición pública, pero lo que hay en definitiva es una decisión, es un gesto con la Historia, con la Historia de Chile, con lo que viene, con las futuras generaciones, de dejar un testimonio de lo que sucedió, pero cómo lo vivieron esas personas, ellas en este caso”.

Finalmente, Elizabeth Rendic sostuvo, en relación con la situación política y social de la actualidad, que está llena de buenas perspectivas, pero que aún no hay un camino claro por dónde seguir, y son los jóvenes los llamados a construir una nueva sociedad, superando los fantasmas y temores que su generación carga.

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