Fotonovela chilena: Las ediciones perdidas vuelven a contar sus historias
Fotonovela Chilena es una nueva plataforma que expone cerca de 800 revistas que permanecían desperdigadas en ferias o archivadas en la Biblioteca Nacional.
Abril Becerra
Sábado 10 de octubre 2015 9:45 hrs.
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La fotonovela surgió en Italia luego de la posguerra y con los años, se propagó a México, Argentina y Chile, donde alcanzó su éxito con la década de los ’60.
Eran tiempos de cambios y de agitación política donde la televisión aún no era adquirida masivamente. Eran años también de ídolos y de una industria editorial incipiente.
Así, en medio de una fanaticada que comenzaba a corear las canciones de Cecilia, Peter Rock y Luis Dimas, surgió la fotonovela en Chile.
La fotonovela en Chile
A la actriz Patricia Guzmán la pasaban a buscar a su casa. Sólo tenía 17 años y ya trabajaba junto a Héctor Noguera como protagonista en distintas fotonovelas. Ella aún estaba estudiando teatro, pero trabajaba como actriz de las revistas para ganar unos “pesos extras”: “En principio fue una fuente de trabajo, después fue algo mucho más profesional. La gente que trabajaba en las fotonovelas era respetuosa, me llevaban y me traían, y sin darme cuenta, comencé a hacerme tremendamente famosa”, recordó la actriz.
La fotonovela en Chile alcanzó su mayor éxito a mediados de los 60 y en sus portadas sumó a actores, cantantes, modelos y artistas extranjeros.
Entonces, no era extraño ver a Gervasio, a Pedro Messone o a Gloria Benavides protagonizando una historia romántica. Por el contrario, la industria sumó a sus elencos a artistas que, en aquellos años, recién comenzaban a proyectar una carrera artística.
Pero la fotonovela no sólo trabajó con personajes conocidos, sino que también integró a personas que nada tenían que ver con el espectáculo nacional. El objetivo era trabajar con personajes atractivos que lograran representar las historias.
La fotonovela también desarrolló géneros policiales y además, desplegó entre sus páginas otras secciones como las Cartas al director, en donde la gente iba pidiendo a tal o cual actor. Incluso la fotonovela integró secciones de concursos y de noticias de espectáculo.
“Yo era de las que empecé en la revista Cine Amor. Entonces el directo sabía que yo estaba estudiando teatro y el director de repente me decía: ´dame tal expresión, coloca más emoción, da más, tú eres actriz’. Eso era sumamente difícil porque estábamos haciendo fotos fijas. Entonces, de pronto, uno hacía unas caras que eran muy graciosas, pero que finalmente servían para contar la historia”, dijo Patricia Guzmán.
La industria de la fotonovela alcanzó un tiraje bastante importante, de tal manera que revistas como Cine amor, Foto romance, Mi vida, Ternura y La apasionada, llegaron a tener una difusión a nivel nacional.
Con la llegada de la televisión el fenómeno comenzó a extinguirse, la industria desapareció y las revistas quedaron en la memoria de sus lectores y participantes.
El proyecto
Sin embargo, esta semana fue lanzado el sitio Fotonovela Chilena, plataforma que exhibe el trabajo de las fotonovelas en el país.
Según Fabián Llanca, encargado de este proyecto, en el material recopilado se ve cómo la cultura nacional ha cambiado durante los últimos años: “Nos dimos cuenda de que hay todo un material que habla de un país que estaba en evolución y cambio. Hay escenas que hablan de otro país. La ropa, los lugares, los diálogos y el lenguaje, es todo diferente a ahora”, dijo Llanca.
El período de recopilación y restauración del material duró cerca de 4 años, lo que se tradujo en la recaudación de cerca de 800 fotonovelas, las que serán presentadas de manera paulatina en el sitio Web.
Las revistas fueron recopiladas principalmente de un archivo que posee la Biblioteca Nacional, sin embargo, el corpus del proyecto fue adquirido en ferias y librerías.
“Fuimos encontrando todo un sistema de ídolos, así como una estrategia industrial – cultural basada en los contenidos”, señaló Fabián Llanca respecto al material recopilado.
El proyecto también contempla 20 actualizaciones y la incorporación de revistas enviadas por los visitantes.
Fotonovela Chilena se concentra en las ediciones correspondientes a la década de los 60. Esto, pese a que en los años posteriores existieron algunos tirajes: “Si bien nos concentramos en la década de los 60, hemos descubierto revistas de fotonovelas del año 76, año en el que la fotonovela se extinguió”, comentó Llanca.
“El hecho de que la fotonovela haya desaparecido en Chile me llama mucho la atención, porque en otros países como México o Argentina, la fotonovela mutó a otros estilos como la ciencia ficción, el terror o el erotismo, pero aquí en Chile el género desapareció por completo”, agregó.
“En los 70, con la aparición de TVN la lectoría que estaba enfocada en la revista mutó a la televisión y estos formatos caducaron rápidamente para la generación siguiente”, dijo Llanca.
El sitio está organizado en torno a cinco temas (campo visual, ídolos, locaciones, narrativa y sociedad), lo que permite un análisis histórico del género: “En el fondo, lo que nosotros pretendemos es mostrar este material para llenar el vacío de esta narración visual, que incluye al teatro, el diseño y la fotografía. Esto porque queremos hacer ver que la fotonovela también puede ser un elemento de análisis histórico”, concluyó Fabián Llanca.
La fotonovela surgió en Italia luego de la posguerra y con los años, se propagó a México, Argentina y Chile, donde alcanzó su éxito con la década de los ’60.
Eran tiempos de cambios y de agitación política donde la televisión aún no era adquirida masivamente. Eran años también de ídolos y de una industria editorial incipiente.
Así, en medio de una fanaticada que comenzaba a corear las canciones de Cecilia, Peter Rock y Luis Dimas, surgió la fotonovela en Chile.
La fotonovela en Chile
A la actriz Patricia Guzmán la pasaban a buscar a su casa. Sólo tenía 17 años y ya trabajaba junto a Héctor Noguera como protagonista en distintas fotonovelas. Ella aún estaba estudiando teatro, pero trabajaba como actriz de las revistas para ganar unos “pesos extras”: “En principio fue una fuente de trabajo, después fue algo mucho más profesional. La gente que trabajaba en las fotonovelas era respetuosa, me llevaban y me traían, y sin darme cuenta, comencé a hacerme tremendamente famosa”, recordó la actriz.
La fotonovela en Chile alcanzó su mayor éxito a mediados de los 60 y en sus portadas sumó a actores, cantantes, modelos y artistas extranjeros.
Entonces, no era extraño ver a Gervasio, a Pedro Messone o a Gloria Benavides protagonizando una historia romántica. Por el contrario, la industria sumó a sus elencos a artistas que, en aquellos años, recién comenzaban a proyectar una carrera artística.
Pero la fotonovela no sólo trabajó con personajes conocidos, sino que también integró a personas que nada tenían que ver con el espectáculo nacional. El objetivo era trabajar con personajes atractivos que lograran representar las historias.
La fotonovela también desarrolló géneros policiales y además, desplegó entre sus páginas otras secciones como las Cartas al director, en donde la gente iba pidiendo a tal o cual actor. Incluso la fotonovela integró secciones de concursos y de noticias de espectáculo.
“Yo era de las que empecé en la revista Cine Amor. Entonces el directo sabía que yo estaba estudiando teatro y el director de repente me decía: ´dame tal expresión, coloca más emoción, da más, tú eres actriz’. Eso era sumamente difícil porque estábamos haciendo fotos fijas. Entonces, de pronto, uno hacía unas caras que eran muy graciosas, pero que finalmente servían para contar la historia”, dijo Patricia Guzmán.
La industria de la fotonovela alcanzó un tiraje bastante importante, de tal manera que revistas como Cine amor, Foto romance, Mi vida, Ternura y La apasionada, llegaron a tener una difusión a nivel nacional.
Con la llegada de la televisión el fenómeno comenzó a extinguirse, la industria desapareció y las revistas quedaron en la memoria de sus lectores y participantes.
El proyecto
Sin embargo, esta semana fue lanzado el sitio Fotonovela Chilena, plataforma que exhibe el trabajo de las fotonovelas en el país.
Según Fabián Llanca, encargado de este proyecto, en el material recopilado se ve cómo la cultura nacional ha cambiado durante los últimos años: “Nos dimos cuenda de que hay todo un material que habla de un país que estaba en evolución y cambio. Hay escenas que hablan de otro país. La ropa, los lugares, los diálogos y el lenguaje, es todo diferente a ahora”, dijo Llanca.
El período de recopilación y restauración del material duró cerca de 4 años, lo que se tradujo en la recaudación de cerca de 800 fotonovelas, las que serán presentadas de manera paulatina en el sitio Web.
Las revistas fueron recopiladas principalmente de un archivo que posee la Biblioteca Nacional, sin embargo, el corpus del proyecto fue adquirido en ferias y librerías.
“Fuimos encontrando todo un sistema de ídolos, así como una estrategia industrial – cultural basada en los contenidos”, señaló Fabián Llanca respecto al material recopilado.
El proyecto también contempla 20 actualizaciones y la incorporación de revistas enviadas por los visitantes.
Fotonovela Chilena se concentra en las ediciones correspondientes a la década de los 60. Esto, pese a que en los años posteriores existieron algunos tirajes: “Si bien nos concentramos en la década de los 60, hemos descubierto revistas de fotonovelas del año 76, año en el que la fotonovela se extinguió”, comentó Llanca.
“El hecho de que la fotonovela haya desaparecido en Chile me llama mucho la atención, porque en otros países como México o Argentina, la fotonovela mutó a otros estilos como la ciencia ficción, el terror o el erotismo, pero aquí en Chile el género desapareció por completo”, agregó.
“En los 70, con la aparición de TVN la lectoría que estaba enfocada en la revista mutó a la televisión y estos formatos caducaron rápidamente para la generación siguiente”, dijo Llanca.
El sitio está organizado en torno a cinco temas (campo visual, ídolos, locaciones, narrativa y sociedad), lo que permite un análisis histórico del género: “En el fondo, lo que nosotros pretendemos es mostrar este material para llenar el vacío de esta narración visual, que incluye al teatro, el diseño y la fotografía. Esto porque queremos hacer ver que la fotonovela también puede ser un elemento de análisis histórico”, concluyó Fabián Llanca.
La fotonovela surgió en Italia luego de la posguerra y con los años, se propagó a México, Argentina y Chile, donde alcanzó su éxito con la década de los ’60.
Eran tiempos de cambios y de agitación política donde la televisión aún no era adquirida masivamente. Eran años también de ídolos y de una industria editorial incipiente.
Así, en medio de una fanaticada que comenzaba a corear las canciones de Cecilia, Peter Rock y Luis Dimas, surgió la fotonovela en Chile.
La fotonovela en Chile
A la actriz Patricia Guzmán la pasaban a buscar a su casa. Sólo tenía 17 años y ya trabajaba junto a Héctor Noguera como protagonista en distintas fotonovelas. Ella aún estaba estudiando teatro, pero trabajaba como actriz de las revistas para ganar unos “pesos extras”: “En principio fue una fuente de trabajo, después fue algo mucho más profesional. La gente que trabajaba en las fotonovelas era respetuosa, me llevaban y me traían, y sin darme cuenta, comencé a hacerme tremendamente famosa”, recordó la actriz.
La fotonovela en Chile alcanzó su mayor éxito a mediados de los 60 y en sus portadas sumó a actores, cantantes, modelos y artistas extranjeros.
Entonces, no era extraño ver a Gervasio, a Pedro Messone o a Gloria Benavides protagonizando una historia romántica. Por el contrario, la industria sumó a sus elencos a artistas que, en aquellos años, recién comenzaban a proyectar una carrera artística.
Pero la fotonovela no sólo trabajó con personajes conocidos, sino que también integró a personas que nada tenían que ver con el espectáculo nacional. El objetivo era trabajar con personajes atractivos que lograran representar las historias.
La fotonovela también desarrolló géneros policiales y además, desplegó entre sus páginas otras secciones como las Cartas al director, en donde la gente iba pidiendo a tal o cual actor. Incluso la fotonovela integró secciones de concursos y de noticias de espectáculo.
“Yo era de las que empecé en la revista Cine Amor. Entonces el directo sabía que yo estaba estudiando teatro y el director de repente me decía: ´dame tal expresión, coloca más emoción, da más, tú eres actriz’. Eso era sumamente difícil porque estábamos haciendo fotos fijas. Entonces, de pronto, uno hacía unas caras que eran muy graciosas, pero que finalmente servían para contar la historia”, dijo Patricia Guzmán.
La industria de la fotonovela alcanzó un tiraje bastante importante, de tal manera que revistas como Cine amor, Foto romance, Mi vida, Ternura y La apasionada, llegaron a tener una difusión a nivel nacional.
Con la llegada de la televisión el fenómeno comenzó a extinguirse, la industria desapareció y las revistas quedaron en la memoria de sus lectores y participantes.
El proyecto
Sin embargo, esta semana fue lanzado el sitio Fotonovela Chilena, plataforma que exhibe el trabajo de las fotonovelas en el país.
Según Fabián Llanca, encargado de este proyecto, en el material recopilado se ve cómo la cultura nacional ha cambiado durante los últimos años: “Nos dimos cuenda de que hay todo un material que habla de un país que estaba en evolución y cambio. Hay escenas que hablan de otro país. La ropa, los lugares, los diálogos y el lenguaje, es todo diferente a ahora”, dijo Llanca.
El período de recopilación y restauración del material duró cerca de 4 años, lo que se tradujo en la recaudación de cerca de 800 fotonovelas, las que serán presentadas de manera paulatina en el sitio Web.
Las revistas fueron recopiladas principalmente de un archivo que posee la Biblioteca Nacional, sin embargo, el corpus del proyecto fue adquirido en ferias y librerías.
“Fuimos encontrando todo un sistema de ídolos, así como una estrategia industrial – cultural basada en los contenidos”, señaló Fabián Llanca respecto al material recopilado.
El proyecto también contempla 20 actualizaciones y la incorporación de revistas enviadas por los visitantes.
Fotonovela Chilena se concentra en las ediciones correspondientes a la década de los 60. Esto, pese a que en los años posteriores existieron algunos tirajes: “Si bien nos concentramos en la década de los 60, hemos descubierto revistas de fotonovelas del año 76, año en el que la fotonovela se extinguió”, comentó Llanca.
“El hecho de que la fotonovela haya desaparecido en Chile me llama mucho la atención, porque en otros países como México o Argentina, la fotonovela mutó a otros estilos como la ciencia ficción, el terror o el erotismo, pero aquí en Chile el género desapareció por completo”, agregó.
“En los 70, con la aparición de TVN la lectoría que estaba enfocada en la revista mutó a la televisión y estos formatos caducaron rápidamente para la generación siguiente”, dijo Llanca.
El sitio está organizado en torno a cinco temas (campo visual, ídolos, locaciones, narrativa y sociedad), lo que permite un análisis histórico del género: “En el fondo, lo que nosotros pretendemos es mostrar este material para llenar el vacío de esta narración visual, que incluye al teatro, el diseño y la fotografía. Esto porque queremos hacer ver que la fotonovela también puede ser un elemento de análisis histórico”, concluyó Fabián Llanca.
