Nueva Mayoría enfrenta semana clave para recuperar confianzas internas

Luego de las diferencias mostradas los últimos días, los partidos del oficialismo buscarán limar las asperezas y proseguir el trabajo de cara a las elecciones municipales. Pero los roces continúan pese a los esfuerzos hechos desde que asumió el Gobierno de Bachelet para superar las diferencias.

Luego de las diferencias mostradas los últimos días, los partidos del oficialismo buscarán limar las asperezas y proseguir el trabajo de cara a las elecciones municipales. Pero los roces continúan pese a los esfuerzos hechos desde que asumió el Gobierno de Bachelet para superar las diferencias.

“Estamos en trabajo de parto”, de esta manera calificó el secretario general de la Democracia Cristiana, Gonzalo Duarte, para graficar el actual momento de la Nueva Mayoría luego de los roces que se manifestaron durante los últimos días y que obligaron a congelar las negociaciones para las elecciones municipales.

Recordemos que la posibilidad de que el PS vaya en una lista para concejales en compañía del PPD, provocó la molestia de la Democracia Cristiana que no quiere verse aislada al interior de la coalición oficialista.

A eso se sumó la molestia de los representantes de los partidos “pequeños” de la Nueva Mayoría como el MAS y la Izquierda Ciudadana, respecto de la idea de incluir en la nueva ley de partidos políticos la exigencia de tener un número determinado de representantes en el Parlamento para obtener subsidio estatal.

Pero estas no son las primeras diferencias al interior de la Nueva Mayoría. Ya se habían hecho patentes otras como en la discusión de las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno –Tributaria, Educacional y Laboral- y también a la hora de hablar de nueva Constitución.

¿Qué pasa entonces al interior del oficialismo? Sus representantes justifican estas diferencias en el hecho de que los periodos de negociaciones electorales son siempre complejos porque todos quieren obtener un beneficio, pero que eso no significa que se esté en presencia de una crisis que pueda afectar al Ejecutivo.

Respecto de la arista municipal, la senadora y presidenta del PS, Isabel Allende insistió en que hay que mantener la moderación en el lenguaje: “Entiendo que es un periodo de alta sensibilidad, he tratado de ser cuidadosa y por lo tanto creo que la amistad entre los presidentes de los partidos debe continuar”.

Pero hay voces críticas al interior de la Nueva Mayoría que sostienen que ha sido un error adelantar la discusión electoral en tiempos en que las ciudadanía demanda otras cosas de sus autoridades. Así lo cree el presidente de la Izquierda Ciudadana, Sergio Aguiló: “No hay nada más equivocado que empezar a hacer esta discusión extemporánea que no le importa a nadie cuando estamos recién a la mitad del Gobierno de la Presidenta”.

Similar postura tiene el secretario general de la Democracia Cristiana, Gonzalo Duarte, quien afirma que “hay que concentrarse en sacar adelante las tareas que la gente espera, sacar adelante las reformas y posteriormente abocarnos a las discusiones electorales”.

Lo cierto es que la última semana de confrontaciones tuvo sus consecuencias, la más inmediata, el congelamiento de las negociaciones para las elecciones municipales, las cuales esperan retomar dentro de las próximas semanas.

Todo esto en el marco de este “trabajo de parto” que describe Gonzalo Duarte del cual espera salga “un bebé sano y sin complicaciones”, lo cual dependerá, afirman desde la Nueva Mayoría, de la capacidad que tengan los encargados de las negociaciones para sacar adelante una fórmula que satisfaga a las siete colectividades que comprende el oficialismo.





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