Su verdadero nombre era Marguerite Donnadieu, pero en su juventud decidió adoptar el Duras para escribir tomando el nombre de la ciudad natal de su padre. Con ese pseudónimo se hizo conocida en el mundo entero con obras como El amante, un éxito rotundo que le valió el premio Goncourt en 1984. Pero también Hiroshima Mon amour, El arrebato de Lol V Stein, Moderato Cantabile, India Song o El dolor.
Escritora, novelista, dramaturga y cineasta, nacida en Saigón, sus obras se han traducido a unas 35 lenguas. Su estilo único, reconocible de entre muchos, también ha sido de los más criticados y caricaturizados.
Hoy, 20 años después de su muerte, Duras sigue desatando pasiones contrarias, inspirando vivo rechazo o intensa adoración. En todo caso, su obra es de las más leídas, incluso en los niveles de bachillerato, no sólo en Francia.
“Duras es una autora muy contemporánea, primero por los temas que abordó: la mujer, la sexualidad, el deseo. Pero también por el estilo literario tan particular que desarrolló. Es una escritura experimental, con un lenguaje que busca poner por escrito lo que pasa a nivel inconsciente”, opinó la profesora Marta Segarra de la universidad de Barcelona y especialista de la obra de Marguerite Duras.
Segarra también insistió en la gran adhesión de los lectores con los libros de Duras, escritos con esta característica estilística tan propia y exigente.
“El éxito fue inmediato porque sus libros tienen algo característico de todos los grandes dramaturgos: hay espacios prohibidos, lugares abstractos, estructuras simbólicas y míticas, que apelan a un público muy amplio”, agregó la especialista.
Marguerite Duras abordó diversas formas de lenguaje, no sólo en la literatura sino también en el cine. Hace cinco años la prestigiosa colección La Pléiade de la casa Gallimard consagró 4 tomos a esta obra prolífica y cambiante. Pero su estilo y su personalidad explosiva siguen generando polémica.
“Duras falleció hace relativamente poco tiempo. Todavía hay mucha gente que se recuerda de sus numerosas intervenciones en la televisión y la radio, donde efectivamente Duras se destacó por comentarios controvertidos, a veces incluso, poco sensatos. Pero es sin duda una de las escritoras en lengua francesa más importantes y su entrada en La Pléiade, donde hay muy pocas mujeres, dice mucho de la calidad de su obra”, concluyó Segarra.
Marguerite Duras murió en París, el 3 de marzo de 1996, a los 81 años, y fue enterrada en el cementerio de Montparnasse.