Recién concluidos los encuentros locales autoconvocados la semana pasada, diversas personalidades salieron a dar sus valoraciones de esta primera etapa del proceso constituyente impulsado por el Gobierno.
Para uno de los integrantes del Consejo Ciudadano de Observadores del Proceso Constituyente, Salvador Millaleo, hay una mirada errónea en varios sectores respecto de la iniciativa, ya que si bien no se le puede comparar con la convocatoria a una elección, sí resulta significativo a su juicio el interés demostrado por la gente durante las últimas semanas por sumarse a los encuentros.
“Uno no puede pedirle que tenga la representatividad de una elección porque no fue una elección, fue algo tremendamente más complicado. Y además en un contexto de desafección de la política, creo que los encuentros locales lograron eso: instalar una discusión y generar un clima de debate constitucional que no debería abandonarnos, sino que lo que yo espero es que crezca el interés de la población por esto y que la participación no termine con este formato de los encuentros cuya primera etapa ya ha terminado”, comentó el doctor en derecho y docente de la Universidad de Chile.
Para Millaleo es necesario que todos los sectores comprendan que esta es una primera etapa que debe ser asumida como una recolección de los temas que deben ser incluidos en una futura Constitución Política. De todas formas subraya que en las últimas tres décadas en todo el mundo las cartas fundamentales han sido fruto de asambleas constituyentes.
“En los últimos 30 años en todo el mundo cuando se cambia una Constitución se hace a través de una asamblea constituyente y yo creo que ese es el camino que Chile debería emprender. Ahora, hay muchas formas de hacer una asamblea constituyente (…) y yo creo que cualquier ente representativo, incluyendo una asamblea constituyente, también tiene que conducir un proceso de participación paralela. Es decir, deberíamos tener formas de participación no sólo de los representantes electos para eso, sino también que la ciudadanía se manifieste y eso corra paralelamente a la discusión dentro de una asamblea”, indicó Millaleo.
Por eso, el especialista cree importante reevaluar la forma en que se realizarán las próximas etapas del proceso constituyente en curso, el que contempla encuentros o cabildos de gran asistencia, pero que serán conducidos por personalidades que cuenten con experiencia en política y asambleas.
“Cuando se plantea que la segunda etapa son cabildos abiertos que van a ir pensando entre 200 y 500 personas por cada uno, -en las grandes ciudades habría varios-, esta idea de que haya una masividad muy grande y que por ello sólo los ciudadanos que tengan un entrenamiento en hablar en público, en la retórica, ellos dominen la discusión en estas grandes asambleas, esto creo que debe ser modificado, que era el diseño original, por un diseño que se parezca mucho a la primera etapa”, donde la participación estaba abierta a todos quienes asistían al encuentro.
Las próximas etapas del proceso continuarán con los cabildos provinciales que se concretarán el 23 de julio, seguidos de los cabildos regionales del 6 de agosto. Luego se espera generar un documento que será presentado al Gobierno y posteriormente al Parlamento.
Recién concluidos los encuentros locales autoconvocados la semana pasada, diversas personalidades salieron a dar sus valoraciones de esta primera etapa del proceso constituyente impulsado por el Gobierno.
Para uno de los integrantes del Consejo Ciudadano de Observadores del Proceso Constituyente, Salvador Millaleo, hay una mirada errónea en varios sectores respecto de la iniciativa, ya que si bien no se le puede comparar con la convocatoria a una elección, sí resulta significativo a su juicio el interés demostrado por la gente durante las últimas semanas por sumarse a los encuentros.
“Uno no puede pedirle que tenga la representatividad de una elección porque no fue una elección, fue algo tremendamente más complicado. Y además en un contexto de desafección de la política, creo que los encuentros locales lograron eso: instalar una discusión y generar un clima de debate constitucional que no debería abandonarnos, sino que lo que yo espero es que crezca el interés de la población por esto y que la participación no termine con este formato de los encuentros cuya primera etapa ya ha terminado”, comentó el doctor en derecho y docente de la Universidad de Chile.
Para Millaleo es necesario que todos los sectores comprendan que esta es una primera etapa que debe ser asumida como una recolección de los temas que deben ser incluidos en una futura Constitución Política. De todas formas subraya que en las últimas tres décadas en todo el mundo las cartas fundamentales han sido fruto de asambleas constituyentes.
“En los últimos 30 años en todo el mundo cuando se cambia una Constitución se hace a través de una asamblea constituyente y yo creo que ese es el camino que Chile debería emprender. Ahora, hay muchas formas de hacer una asamblea constituyente (…) y yo creo que cualquier ente representativo, incluyendo una asamblea constituyente, también tiene que conducir un proceso de participación paralela. Es decir, deberíamos tener formas de participación no sólo de los representantes electos para eso, sino también que la ciudadanía se manifieste y eso corra paralelamente a la discusión dentro de una asamblea”, indicó Millaleo.
Por eso, el especialista cree importante reevaluar la forma en que se realizarán las próximas etapas del proceso constituyente en curso, el que contempla encuentros o cabildos de gran asistencia, pero que serán conducidos por personalidades que cuenten con experiencia en política y asambleas.
“Cuando se plantea que la segunda etapa son cabildos abiertos que van a ir pensando entre 200 y 500 personas por cada uno, -en las grandes ciudades habría varios-, esta idea de que haya una masividad muy grande y que por ello sólo los ciudadanos que tengan un entrenamiento en hablar en público, en la retórica, ellos dominen la discusión en estas grandes asambleas, esto creo que debe ser modificado, que era el diseño original, por un diseño que se parezca mucho a la primera etapa”, donde la participación estaba abierta a todos quienes asistían al encuentro.
Las próximas etapas del proceso continuarán con los cabildos provinciales que se concretarán el 23 de julio, seguidos de los cabildos regionales del 6 de agosto. Luego se espera generar un documento que será presentado al Gobierno y posteriormente al Parlamento.
Recién concluidos los encuentros locales autoconvocados la semana pasada, diversas personalidades salieron a dar sus valoraciones de esta primera etapa del proceso constituyente impulsado por el Gobierno.
Para uno de los integrantes del Consejo Ciudadano de Observadores del Proceso Constituyente, Salvador Millaleo, hay una mirada errónea en varios sectores respecto de la iniciativa, ya que si bien no se le puede comparar con la convocatoria a una elección, sí resulta significativo a su juicio el interés demostrado por la gente durante las últimas semanas por sumarse a los encuentros.
“Uno no puede pedirle que tenga la representatividad de una elección porque no fue una elección, fue algo tremendamente más complicado. Y además en un contexto de desafección de la política, creo que los encuentros locales lograron eso: instalar una discusión y generar un clima de debate constitucional que no debería abandonarnos, sino que lo que yo espero es que crezca el interés de la población por esto y que la participación no termine con este formato de los encuentros cuya primera etapa ya ha terminado”, comentó el doctor en derecho y docente de la Universidad de Chile.
Para Millaleo es necesario que todos los sectores comprendan que esta es una primera etapa que debe ser asumida como una recolección de los temas que deben ser incluidos en una futura Constitución Política. De todas formas subraya que en las últimas tres décadas en todo el mundo las cartas fundamentales han sido fruto de asambleas constituyentes.
“En los últimos 30 años en todo el mundo cuando se cambia una Constitución se hace a través de una asamblea constituyente y yo creo que ese es el camino que Chile debería emprender. Ahora, hay muchas formas de hacer una asamblea constituyente (…) y yo creo que cualquier ente representativo, incluyendo una asamblea constituyente, también tiene que conducir un proceso de participación paralela. Es decir, deberíamos tener formas de participación no sólo de los representantes electos para eso, sino también que la ciudadanía se manifieste y eso corra paralelamente a la discusión dentro de una asamblea”, indicó Millaleo.
Por eso, el especialista cree importante reevaluar la forma en que se realizarán las próximas etapas del proceso constituyente en curso, el que contempla encuentros o cabildos de gran asistencia, pero que serán conducidos por personalidades que cuenten con experiencia en política y asambleas.
“Cuando se plantea que la segunda etapa son cabildos abiertos que van a ir pensando entre 200 y 500 personas por cada uno, -en las grandes ciudades habría varios-, esta idea de que haya una masividad muy grande y que por ello sólo los ciudadanos que tengan un entrenamiento en hablar en público, en la retórica, ellos dominen la discusión en estas grandes asambleas, esto creo que debe ser modificado, que era el diseño original, por un diseño que se parezca mucho a la primera etapa”, donde la participación estaba abierta a todos quienes asistían al encuentro.
Las próximas etapas del proceso continuarán con los cabildos provinciales que se concretarán el 23 de julio, seguidos de los cabildos regionales del 6 de agosto. Luego se espera generar un documento que será presentado al Gobierno y posteriormente al Parlamento.
