Con una ceremonia en el auditorio Jorge Müller del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de la Universidad de Chile, la Escuela de Periodismo más antigua del país celebró su aniversario número 64.
La instancia fue presidida por María Olivia Mönckeberg, directora del Instituto, y Raúl Rodríguez, director de la Escuela de Periodismo, y contó con la participación de académicos, egresados y estudiantes de la institución.
Desde su fundación en 1953 hasta la fecha, la directora de del ICEI destacó el rol que han tenido los egresados de la Escuela en la historia del país, no solo desde los medios de comunicación, sino también desde otros espacios. “Ellos marcan un espíritu crítico y principalmente el rol social del periodista, que se trata de infundir también en nuestros estudiantes”.
Para María Olivia Mönckeberg, el rol del periodismo en la actualidad es fundamental desde el reporteo, la investigación y el trabajo de verificación. “En esta sociedad de sobre información, agudizada por la redes sociales que muchas veces difunden noticias irresponsablemente, es importante la mirada rigurosa del periodista. Por otro lado, es esencial que este profesional sea un intérprete de la realidad muy argumentado y que tenga una visión sistémica sobre los hechos. Usualmente lo instantáneo, que puede ser muy positivo, se contrapone a la profundidad y a la exactitud, que son cuestiones necesarias de cultivar”.
Por su parte, Raúl Rodríguez indicó que para la institución es imprescindible la reflexión en torno al ejercicio del periodismo. “Estamos en un contexto de muchos cambios, tanto por la crisis social y política que estamos viviendo en Chile como por lo que significan los nuevos desafíos en torno a la posverdad, derechos humanos y noticias falsas. Ahora es cuando tenemos que ser capaces de reflexionar sobre nuestra profesión y, principalmente, ser vigilantes y mantener los estándares éticos que deben ser parte de ella”.
Para el director de la Escuela de Periodismo, la formación de profesionales tiene que combinar una herencia tradicional, es decir, veracidad, ética, libertad de expresión y derechos humanos, con los desafíos de la digitalización. “Las nuevas tecnologías abren hoy un escenario convergente en torno a los medios sobre los cuáles tenemos que hacernos cargos desde nuestra profesión”.
En ese sentido, Rodríguez comentó que se encuentran con un nuevo plan de formación que comprende una malla que responde no solo a los desafíos del área digital, sino también a los nuevos frentes que están surgiendo, como medio ambiente.
Respecto al desarrollo de la profesión durante los últimos años, el académico enfatizó en que se debe terminar con el “periodismo en piño de transición, el cual consiste en ir a la pauta y escribir sin un trabajo cuestionador y bien informado. Existen varios peligros para ello: una formación que no es del todo buena y, considerando el tema de las nuevas tecnologías, el crédito que los estudiantes entregan a informaciones que hoy tenemos que mirar con mucha más cautela”.
Reconocimiento a Irene Geis y Óscar Contardo
Durante la ceremonia se reconoció a Óscar Contardo, quien en pocos años se ha transformado en un exitoso escritor, ensayista y columnista, y a Irene Geis, por su trayectoria como reportera, corresponsal, conductora, editora y académica.
Además de ser una de las pioneras en ejercer el periodismo de forma profesional y la primera mujer en ser directora de una escuela de periodismo en América del Sur, Irene Geis fue galardona con el Premio Lenka Franulic en 1967 y el Premio Taller de Los 60 de Casa de las Américas.
De acuerdo a lo comentado por María Olivia Mönckeberg, Óscar Contardo tiene una voz que se escucha, ya que su palabra es leída tanto a través de sus columnas como de sus libros. En tanto, Irene Geis ha tenido un rol muy destacado desde el periodismo universitario. “Junto con destacar la historia de la Escuela en su conjunto, hemos tratado de personificar en ellos algunas características que nos parecen fundamentales para el ejercicio del periodismo”.
En tanto, Raúl Rodríguez señaló que si bien ambos perfiles de periodistas no son comparables, principalmente porque pertenecen a dos generaciones muy diferentes, tienen un punto que los une y es que son profesionales cultos. “Hoy un periodista no solo tiene que estar acorde al boom de las nuevas tecnologías o temas y conflictos que aparecen en la sociedad, sino también tenemos que entender que no se puede renunciar a una formación sólida, lo cual implica estar informado y ser capaces de manejar contextos”.