A mediados de marzo se destapó la realidad financiera del municipio de Viña del Mar. A través de un reportaje, se reveló el millonario déficit que alcanza los 13 mil 500 millones de pesos en la comuna, los que se habrían generado por el pago de una enorme cantidad de horas extras de los funcionarios.
Días después y luego de tomar un poco de distancia, la alcaldesa de la comuna, Virginia Reginato, citó a una conferencia de prensa en la que, leyendo su discurso, reconoció el monto, anunció movimientos dentro de la administración y con ello, parecía dar por cerrado el capítulo. Sin embargo, minutos más tarde, lanzaría la acusación que el escenario financiero que tiene hundida a la comuna de la región de Valparaíso, sería culpa de los campamentos.
Sin dar mayores argumentos, cerró su alocución. Vale la pena preguntarse, entonces, qué tanto puede afectar para una administración el lidiar con la idea de ser la ciudad con más campamentos de Chile.
Según cifras solicitadas a transparencia y manejadas por el municipio, Viña del Mar figura con 36 campamentos, distribuidos en 153 comités y 5.706 familias. El documento, solicitado por Radio y Diario Universidad de Chile y firmado por el director de Operaciones y Servicios del municipio, Patricio Moya, señala que durante el 2017 se destinaron $1.700.818.896 a estos asentamientos. En el mismo documento se apunta a que diariamente, los trabajos registraron un costo de $5.433.926. Es decir, día a día la municipalidad gasta 150 mil 942 pesos en cada asentamiento informal.
Más allá de la realidad de los campamentos, para los dirigentes, miembros del Concejo Municipal y quienes han trabajado con las familias resulta ilógico responsabilizar del millonario déficit a este tipo de vivienda.
La concejala viñamarina, Marcela Varas, en conversación con nuestro medio afirmó que “en el año tres meses que llevo como concejal y que he acompañado a los campamentos, en sus constantes peticiones para mejorar su calidad de vida, no he visto más que un municipio que en general no los ha recibido, no se les ha compartido las necesidades básicas y sí, creo que lo único que ha hecho es sustituir, darle bienes como la basura, que no es todas las veces y no se ha llevado a tener conversaciones con ellos. Sus dirigentes han tratado de muchas maneras de reunirse con ella (Reginato), de hecho, los dirigentes del campamento Felipe Camiroaga hicieron una protesta en el festival de Viña para visibilizar lo que pasaba en y esa es la realidad. Decir que el déficit se debe a que se han invertido recursos en ellos o parte de los recursos, no está más alejado de la realidad, está tremendamente alejado de la realidad”.
A su vez, la miembro del concejo municipal, emplazó a la máxima autoridad de la comuna sosteniendo que en la ciudad figura el campamento Manuel Bustos que es el más grande del país. “Ha crecido como patio trasero porque se han encargado de esconder la realidad. El eslogan destaca “Viña ciudad bella” pero se olvida que los campamentos son parte, han sido escondidos en los sectores altos, están ubicados, existen, hay familias y la verdad es que nadie se ha hecho cargo de eso”, agregando que si hubiera voluntad “no tendríamos la cantidad de campamentos ni el tamaño de campamentos que efectivamente existen”.
Las acusaciones de la alcaldesa Virginia Reginato junto con despertar las críticas por recurrir, según la opinión de diversos actores, a los prejuicios en torno a este tipo de vivienda, también motivó cuestionamientos sobre la responsabilidad desde la entidad comunal. “Si el municipio se hubiese comprometido a hacer gestiones, conversaciones para evitar esto, no hubiera sucedido. No se ha dado la condición mínima de conversación que es lo que uno esperaría de una primera autoridad”, sostuvo Varas.
La protesta de los campamentos
En 2017, el mundo del espectáculo nacional e internacional esperaba en la piscina del hotel O’Higgins el tradicional piscinazo de la reina del Festival que cada febrero acapara la atención de los medios. Sin embargo, la fiesta debió esperar debido a que el campamento Felipe Camiroaga realizó su segunda protesta en el marco del certamen y, por primera vez en su historia, la tradición festivalera no se realizó.
En ese entonces los habitantes del asentamiento utilizaron dicha vitrina para llamar la atención de las autoridades que no daban respuesta a su solicitud la que, en ese momento, pedía regularizar la instalación eléctrica y de agua potable, situación que ataca a cerca de 900 familias.
A partir de ello, se presentaron dos recursos de protección. Uno por las conexiones eléctricas y otro por la apertura de un catastro para acceder a beneficios sociales entregados por la administración: Ambos fueron desestimados. Sin embargo, según explicó el abogado Javier Gómez que acompaña a las familias en los procesos jurídicos, de todas formas se avanzó porque se reconoció que el campamento no era una toma ilegal. Ello porque la empresa dueña del terreno había interpuesto querellas criminales que finalmente no generaron condena alguna, por tanto “operó la presunción de inocencia. En materia civil se había pedido el desalojo pero la empresa dueña se desistió de las acciones civiles respondiendo a un acto de tolerancia”, explicó el profesional del derecho.
La relación del abogado con las familias se inició en 2015, cuando Gómez buscaba desplazar a Virgina Reginato del municipio, presentando su candidatura independiente. Al conversar con nuestro medio, Gómez acusó que “en el tema público la primera condición para que las cosas avancen es que haya una decisión político y el municipio nunca lo ha tomado. Les propuse expropiar esos terrenos que es una facultad que tiene la alcaldesa, expropiar terrenos privados y poder regularizar ya que la ley de urbanismo y construcción ordena el saneamiento de los terrenos que están en situación irregular. La propuesta respondía entonces a los deberes que debe cumplir un alcalde, pero el municipio no tiene conocimiento o intención de cumplir. Ya ha pasado tiempo, Parcela 11 lleva más de 20 años en esa situación, Felipe Camiroaga 6 años, Manuel Bustos más de 20 años en situación irregular, lo que se hubiese saneado rápidamente con una expropiación que implica un pago y ahí se pueden enroscar los dos temas, déficit y saneamiento de campamento, porque los 13 mil millones de pesos, alcanzan perfectamente para comprar los terrenos del campamento Felipe Camiroaga”.
El principal tema al acusar a los campamentos se reduce a este último punto. El dinero del déficit que, por ahora, alcanza los 13 mil 500 millones de pesos podrían haber regularizado la situación de los campamentos situados en la ciudad jardín, como el Manuel Bustos que es reconocido por el más grande a nivel nacional.
Palabras cruzadas
El señalamiento que la alcaldesa Virginia Reginato hizo de los campamentos como causa del déficit comunal, generó reacciones de parte de dos dirigentes de los campamentos. El presidente del comité de vivienda del campamento Felipe Camiroaga enfatizó que las acusaciones de la jefa comunal “faltan totalmente a la verdad respecto del déficit que tiene el municipio y de mi punto de vista, esto está enfocado al tema del pago de las horas extras que no pueden justificar y también, algunas otras malas prácticas que se han hecho históricamente”.
A su vez, Katherine Riffo, dirigente del paño municipal del campamento, catalogó como inauditas las acusaciones en su contra. “Da vergüenza porque si fuese así, los campamentos no estarían llenos de tierra ni con problemas de pozo. Estaríamos con las condiciones básicas, luz, agua potable y energía eléctrica como corresponde. Viviríamos de manera más digna” A lo que agregó que “hoy, la realidad está marcada por gente de esfuerzo, no hay ladrones ni flojos, la autogestión es prueba de eso para poder tener la luz y agua que tenemos a pesar que no sea regulada. A la vez, el municipio, no genera ningún tipo de ayuda continua. Nosotros pedimos que se nos deje de echar la culpa de algo que no es”.
A ello agregó la falta de voluntad por parte de las autoridades, ya que de existir alguna intención de ayudar “si quiere solucionar los campamentos hubiera comprado más terrenos para que se dieran las soluciones habitacionales correspondientes. Estamos hablando de más de 900 familias que por años han postulado a una solución habitacional mientras que el municipio hace vista gorda, según ellos no pueden comprar, pero ahí uno debate ¿por qué en 2007 compraron terrenos y ahora no? También hemos pedido la expropiación, pero nada”.
A la información entregada de parte del municipio, los dirigentes de los 36 campamentos de la comuna solicitaron a través de la ley de lobby una reunión con la máxima autoridad local, la alcaldesa Virginia Reginato, la que se realizará el próximo 8 de junio.
Situación actual
La concejala Marcela Varas solicitó a Contraloría transparencia en la información de este déficit. Al consultar con la autoridad municipal, se señaló que el problema financiero se arrastraría desde hace siete años, al menos, por ello, se busca llegar a los montos, fechas y responsables. Actualmente, hay seis personas de la entidad fiscalizadora trabajando en una auditoría.
De manera paralela la municipalidad recibe ingresos y gestiona estas entradas. Por una parte, el casino municipal prepara su licitación mientras que se confirmó el contrato entre Canal 13 y TVN para realizar el festival del Viña entre 2019 y 2022, tal como lo anunciara la propia alcaldía hace algunos días:
Firmando contrato Festival de la Canción de Viña del Mar 2019-2022 junto a Ejecutivos de Canal 13 y TVN.
Sala de Consejo Municipalidad de Viña del Mar. #VIÑA2019
Virginia Reginato pic.twitter.com/eyBGoLcanK— Virginia Reginato (@cotyreginato) 16 de mayo de 2018
“Es uno de los municipios más ricos del país en el sentido que recibe recursos que muchos otros no reciben, como los del casino y además, por el festival. Este año, el municipio esperaba que fueran 3 mil 500 millones de pesos producto de la licitación de la asociación de Canal 13 con TVN, y fueron 4 mil 500 millones”, finalizó la concejala. Pero nada de eso llega a los cerros de la “ciudad bella”.