La Contraloría General de la República dio a conocer un informe en el que se habla acerca del excesivo sobrendeudamiento que existe en la salud pública a lo largo del país, al 31 de diciembre de 2016. La muestra auditada fue de 27 hospitales, en todas las regiones, y una de las principales conclusiones que se obtuvo es que, entre todos estos servicios, deben una suma que casi alcanza los 76 mil millones de pesos. De este monto, el 60 por ciento tiene una antigüedad superior a los 45 días, lo que excede el plazo legal de pago.
Pero eso no es todo. Hay números preocupantes que podrían estar configurando delitos de malversación de caudales público y fraude al fisco, puesto que en 21 unidades fiscalizadas se “detectaron compras de medicamentos por trato directo a proveedores privados, en las cuales se pagaron precios unitarios mayores a los otorgados por la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast)”. En algunos casos esta diferencia llegaría al 9.000 por ciento.
Para José Miguel Bernucci, secretario general del Colegio Médico, las cifras dadas a conocer describirían dos categorías; primero aquellas “situaciones que son esperables por problemas administrativos más de forma que de fondo; y segundo, otras que rozan la ética y la ilegalidad”.
El tema de los medicamentos podría estar en esta última, sin embargo, para el doctor habría que revisar “si en el fondo el funcionario que decidió esa compra estaba eventualmente coludido o hay un problema que a este se le estaba corrompiendo para hacer esa adquisición. Lo que pasa a veces en los hospitales es que usted, por urgencia, necesita un medicamento para salvarle la vida a un paciente, y muchas veces no se alcanza a esperar la respuesta de Cenabast para obtener ese medicamento. Por lo tanto, se debe hacer una compra directa con un precio muy superior”, expresó.
Una situación así estaría vislumbrando, ciertamente, un vacío legal que da paso a una posibilidad de lucro desregulada, a costa de la salud pública. Ante esa premisa, José Miguel Bernucci afirmó que “lamentablemente, estemos de acuerdo o no, hay un área de la medicina que está entregada al mercado. A mí, personalmente, no me gusta, pero es así”.
Otros vicios
En la auditoría de Contraloría existe un apartado especial para los conflictos de intereses que existen dentro de los hospitales. Hay varios ejemplos que se describen allí, como una situación detectada en el Hospital Regional San José del Carmen de Copiapó, donde profesionales de sociedades médicas que fueron contratadas, además “ejercen cargos de jefatura en el recinto asistencial”.
O lo que sucedió en el Hospital Dr. Eduardo Shütz Schroeder de Puerto Montt, donde, acorde al órgano fiscalizador, “funcionarios médicos realizaron derivaciones para cirugías a empresas en las cuales tienen participación como socio”.
Lo de las sociedades médicas, explicó José Miguel Bernucci, surgió hace unos años atrás, entre el primer gobierno de Michelle Bachelet y el de Sebastián Piñera, cuando se debió derivar a los pacientes al sector privado de salud, y luego, por costos, “se llegó a un acuerdo en donde esas personas se iban a atender a través de médicos de los mismos hospitales, pero contratados no mediante cargos públicos, sino que mediante estas sociedades médicas, porque el gobierno no tenía los cargos disponibles para poder contratar”.
Ante los vicios que provocó aquello, el secretario general del Colegio Médico dijo lo siguiente: “Lo que explica Contraloría es que se eligieron estas sociedades médicas no a través del portal de Chile Compras, sino que con trato directo, sin fundamentación alguna, por lo tanto, también hay un problema ético y legal, administrativo”, señaló.
Desde el Colegio Médico han emitido declaraciones en las que se propone que es la autoridad la que debe aumentar los cargos públicos, para así desplazar este modelo que genera artilugios como este.
De todas formas, Bernucci indicó que estos comportamientos los “que trabajamos en el sector público lo estamos viendo hace rato, es lo que venimos viendo hace tiempo, y requiere una cirugía mayor”.
“Hay mucha gente que se ha enriquecido en base al funcionamiento de los hospitales, no solo médicos, sino que también autoridades, funcionarios de mandos medios, a cargo de las compras. Hay personas que se han enriquecido de manera antiética e incluso ilegal, y este informe de Contraloría es la constatación de aquello”, añadió.