En medio de denuncias económicas, se extingue la ilusión de la leche

La industria láctea nuevamente se ve enfrascada en conflictos de mercado, mientras, los chilenos desconocen que lo que realmente toman es un producto reconstituido, es decir, leche en polvo combinada con agua.

La industria láctea nuevamente se ve enfrascada en conflictos de mercado, mientras, los chilenos desconocen que lo que realmente toman es un producto reconstituido, es decir, leche en polvo combinada con agua.

El año pasado diputados de la Comisión de Agricultura presentaron una denuncia ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE) contra las empresas trasnacionales Soprole, Nestlé y Watt’s. Los parlamentarios acusaron un posible acuerdo para pagar menos a los productores nacionales.

Hoy la denuncia virtualmente se invierte, Watt’s ha denunciado a Colun por una supuesta “competencia desleal” en el mercado de la leche, señalando que estaría distorsionando la actividad y la libre competencia por el sólo hecho de ser una asociación de productores. Alegan discriminación tributaria, dado que Colun es una cooperativa, y como tal, no paga impuestos.

Hace unos días el ministro de Agricultura, Antonio Walker, tomó partido y respaldó a la compañía nacional que agrupa a más de 700 socios, principalmente de la región de los Ríos y Los Lagos. “Para el país es mejor un Colun no pagando impuestos, pero desarrollando la agricultura” afirmó la autoridad.

Desde la Asociación de Productores de Leche (Aproleche), valoraron el apoyo otorgado por el secretario de Estado. El presidente de la Asociación, Dieter Konow, indicó que las diferencias entre una cooperativa y las compañías trasnacionales presentes en el mercado de la leche son que, en este caso, la empresa nacional distribuye equitativamente los beneficios obtenidos, no así las restantes compañías que maximizan sus utilidades a costa de los productores.

“Los cooperados conforman parte importante del sistema económico regional y, por lo tanto, los beneficios que reciben los distribuyen de forma equitativa y hace que la lechería, específicamente por parte de Colun, sea motor de la economía regional. No digo que las restantes empresas no lo sean, pero ellos buscan maximizar su retorno, sus utilidades, y en definitiva, no contribuyen de la misma manera al desarrollo regional. Esa es la principal razón por la cual yo no comparto las críticas formuladas por Watt’s”, afirmó.

Soprole, Nestlé y Watt’s compran el 57 por ciento de la producción total del país. Según antecedentes de la comisión de Agricultura, desde el año 2015 estas tres empresas habrían pagado un 22% menos por cada litro de leche, pero además subieron el precio un 8,5% a los consumidores.

El vicepresidente del Colegio de Nutricionistas, Samuel Durán, agregó otro dato. Dijo que lo que venden las empresas trasnacionales no es leche, es lácteo reconstituido, lo que se puede advertir en ocasiones en la “letra chica” del rotulado.

“La industria láctea del sur de Chile hay que protegerla, y lo otro, es que hay que volver a lo natural. Estamos consumiendo demasiados productos con aditivos, las compañías adquieren leche en polvo, luego la mezclan con agua y, le agregan otros compuestos como grasa vegetal, sin embargo, la venden como leche y es en realidad un producto recombinado, donde se pierden propiedades, se pierden características, y finalmente uno está pagando por un producto que no es barato y no es de la mejor calidad”, explicó.

Hace unas semanas, el diputado PS, Fidel Espinoza, presentó una moción ante la Cámara Baja para “terminar con el engaño al consumidor que les permite a las plantas abusar de los productores chilenos”, en relación al contenido de los productos y la falta de rotulación.

El parlamentario indicó que es urgente mejorar la regulación referida a la información hacia los consumidores cuando se trata de productos lácteos reconstituidos –polvo más agua- y también sobre cuáles productos no corresponden a leche nacional, tal como se encuentra transparentado en el mercado de la carne.

“Deberíamos obligar a transparentar esa realidad para diferenciar claramente la leche nacional de la extranjera, para diferenciar la leche reconstituida de la que no es reconstituida, así el producto nacional, uno de los mejores del mundo, llegará al nivel que realmente tiene, luego las plantas se verán obligadas a hacer sus productos con valor agregado en origen, es decir, en el sur, como lo hace Colun”, subrayó.

Según cifras oficiales de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), durante 2017, Soprole/Prolesur, propiedad de la neozelandesa Fonterra, utilizó 177 millones de litros de leche extranjera – ingresos de quesos y leche en polvo- dentro de los productos que ofrece a los consumidores, lo que equivale al 27,5% del total de su oferta a consumidores traducidos a litros.

Nestlé, en tanto, usó 116 millones que representan el 23,7% de la leche presente en sus productos; el resto de las marcas menores, otros 468 millones de litros que representan un 52% de leche extranjera dentro de sus productos.

Claves: , ,





Presione Escape para Salir o haga clic en la X