La regulación busca establecer que la captura de la jibia solo se haga mediante potera, un anzuelo gigante con peso para ser hundido, hecho que dejaría fuera de la caza de este molusco a la pesca industrial, pues sus embarcaciones no pueden ser adaptadas para este tipo de pesca, sino que solo lo pueden llevar a cabo pescadores artesanales.
Según señalaron varias empresas ligadas a este rubro a El Mercurio, la aprobación de la ley dejaría a cerca de 900 personas sin empleo, ya que las empresas procesadoras del producto también se verían perjudicadas, esto por la falta de abastecimiento, la que les obligaría a cerrar o a enfocar su labor en otras áreas de como Perú o Ecuador.
Eric Riffo, presidente del Sindicato de Oficiales Motoristas de Flotas de Pesca Artesanal indicó que los trabajadores se mantienen en incertidumbre ” porque vienen nuevas modificaciones que no sabemos cómo se van a llevar a cabo, si vamos a ser considerados en las reformas o no. Vemos esto con preocupación porque siempre que se ha modificado la ley los que salen perjudicados son los trabajadores”.
El dirigente también afirmó que no han sido escuchados por las autoridades, pues la pesca industrial está sufriendo las consecuencias de haberse visto vinculada a negocios ilegales.
Según señaló esta estigmatización con el sector les ha impedido generar conversaciones certeras con las autoridades: “No hemos tenido espacio, y es lamentable porque si hay alguien a quien le hizo mal el cohecho es al sector industrial”.
Además, Eric Riffo comentó que el número de trabajadores afectados podría ser aún mayor, cifrándolo en cerca de 1000 trabajadores directamente vinculados a la pesca, y cerca de 2000 empleados que se podrían ver indirectamente perjudicados.
Los afectados serían trabajadores entre la V y VII región, y además de las grandes empresas también se verían involucradas agrupaciones de flotas más pequeñas, quienes tendrían dificultades para adaptar sus embarcaciones a la nueva ley.