Muestra sonora desclasifica los cantos y la historia del pueblo Selk'nam

Hasta el próximo 25 de octubre se presentará, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, la obra acústica Al final del Mundo…, los Selk'nam del compositor Andreas Bodenhöfer. En la obra, el artista aborda distintas fases del pueblo originario, entre ellas, su exterminio y el legado de Lola Kiepja, última sobreviviente del genocidio indígena.

Hasta el próximo 25 de octubre se presentará, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, la obra acústica Al final del Mundo…, los Selk'nam del compositor Andreas Bodenhöfer. En la obra, el artista aborda distintas fases del pueblo originario, entre ellas, su exterminio y el legado de Lola Kiepja, última sobreviviente del genocidio indígena.

Sin instrumentos ni coros. Más bien, como balbuceos desgarradores, indescifrables, pero, al mismo tiempo, emotivos y llenos de vida. Así suena la voz de Lola Kiepja, última sobreviviente del exterminio Selk’nam, cuyos cantos fueron registrados a mediados de los años 60 por la antropóloga Anne Chapman.

Estas sonoridades, que fueron rigurosamente clasificadas por la investigadora franco-estadounidense, hoy dan vida a un nuevo proyecto: se trata de la muestra sonora Al final del Mundo…, los Selk’nam del compositor Andreas Bodenhöfer que hasta el próximo 25 de octubre se presentará en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

El artista comenzó a trabajar en la obra gracias a un pedido de una radio alemana. Entonces, el músico presentó una extensa pieza sonora donde se recuperaban los cantos de Lola Kiepja así como la historia del pueblo indígena.

Más tarde, esta obra fue fragmentada en diversos ejes y traducida al castellano. También, fue complementada con imágenes capturadas por Alexis Moreno. Así surgió un proyecto que combinó la historia de los selk’nam con material sonoro y audiovisual.

“La obra está divida en diferentes partes. En la primera, se relata la llegada de los blancos, el comienzo del genocidio y, en la última fase, se muestra un poema de Lola. Pero, justo antes, también se relata cuando ellos fueron llevados a Europa para ser exhibidos en un zoológico humano”, explica el compositor Andreas Bodenhöfer, quien durante el proceso de investigación del proyecto llegó incluso a entrevistar a Anne Chapman.

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Andreas Bodenhöfer durante el proceso de grabación de sonoridades.

Pero la obra, no solo surge sobre la base de los cantos de Lola, sino que también se va construyendo a partir de música que el mismo Bodenhöfer compuso. A ello se suman grabaciones de diferentes sonoridades de Tierra del Fuego y un relato narrado por las actrices Verónica González y Carolina Carrasco.

“En la obra está el sonido del lago, las ramas, los pasos. Entonces, hay muchas sonoridades originales del lugar donde vivía el pueblo Selk’nam”, dice Bodenhöfer.

“Lo mismo pasa con las imágenes: todas fueron grabadas en esa zona. Entonces, creo que ésta es una obra artística en la cual nos permitimos reinterpretar o releer lo que fueron los selk’nam, porque de eso se trata, de crear una atmósfera que a veces es más sugestiva que ver un documental o leer un libro sobre ellos”, comenta el artista.

Los cantos rituales

Según Bodenhöfer, cuyo trabajo también se ha ligado al teatro y al audiovisual, los cantos del pueblo Selk’nam, más allá del trabajo de Lola Kiepja, poseen diversas características.

“Los cantos son voces solas, o sea, su música no iba acompañada de voces en coro o de otros instrumentos. No es como el caso de la música mapuche. Además, todos los cantos tienen que ver con ritos de iniciación como el Hain o con las ballenas. En algunos incluso se pide que el mal tiempo pase y que se vayan las nubes”, explica.

“Todos cumplen una función, pero no cuentan una historia como una canción. Son cantos rituales”, advierte el investigador, quien además señala que hoy existe un interés creciente respecto de aquellos pueblos originarios que fueron exterminados.

En la imagen: Lola Kiepja.

En la imagen: Lola Kiepja.

“Ha crecido mucho la sensibilidad con lo que ha pasado con, por ejemplo, los selk’nam y los kawésqar, porque se ha visto lo frágiles que son y hoy se puede ver que lo mismo que les pasó a ellos puede pasar con otros pueblos que todavía están luchando por su autonomía”, sostiene.

Luego de su paso por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Al final del Mundo…, los Selk’nam llegará a Punta Arenas y, a fin de año, estará disponible en diferentes plataformas de Internet.





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